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viernes, 17 de agosto de 2018


    
Andrés Manuel y Yeidckol atrapados en el neoliberalismo
    
Hugo Páez
   
A unas horas del Congreso Nacional de Morena el próximo domingo, la presidenta del partido Yeidckol Polevnsky sentencia que no permitirán en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador posturas neoliberales.
Pero la realidad suele poner límites, y hasta el momento las reformas, los proyectos y políticas considerados neoliberales, adoptadas en los últimos años, y que el presidente electo prometió echar abajo en campaña, de pronto se tornan ‘necesarias’ para NO violentar los mercados, para evitar señales erróneas de la economía a nivel internacional, y para cumplir los proyectos sociales de la Cuarta Transformación.
El último galimatías es la continuidad del Nuevo Aeropuerto de la CDMX tal como fue planeado, tal vez le hagan algunas variantes para justificar el toque del nuevo gobierno, pero la indexación de la gasolina al mandato del mercado, se queda, esto es, el gabinete que NO es neoliberal deja los gasolinazos.
De igual forma, la Reforma Educativa que sería totalmente suprimida, pues ya no, según el próximo Secretario de Educación Pública Esteban Moctezuma Barragán. La Energética que fue el estandarte de lucha, también permanecerá, según voz de Manuel Bartlett, próximo titular de la CFE, uno de los funcionarios de Carlos Salinas de Gortari, ícono del nacimiento de los gobiernos neoliberales mexicanos.
Pero además se habla que en la urgencia por continuar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, la nueva administración promete ceder a las condiciones de Donald Trump, sobre todo en aranceles, más que el equipo de Luis Videgaray Caso.
En estas últimas horas se ha montado un circo de tres pistas con espectáculos del teatro del absurdo, para justificar la continuación del Nuevo Aeropuerto, lo que desechará la ocurrencia de campaña donde el candidato de Morena propuso alternar el aeropuerto actual con la adaptación de dos pistas en la Base Aérea Militar de Santa Lucía.
Desde un principio se trató de negar el absurdo de Santa Lucía, pero ahora los expertos del MIT se lo dijeron con milimétrico detalle: NO es operativo, es peligroso y molesto para los usuarios.
Aún así se decide ir a una especie de consulta ciudadana a finales de octubre, antes de tener el otro dictamen, me imagino que para estar seguros de que el absurdo de la opción de la Base de la Fuerza Aérea, es en verdad un absurdo.
Pero como la inoperatividad de los dos aeropuertos en sincronía no es suficiente par convencerlos, ahora el futuro Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, descubre que suspender las obras del nuevo aeropuerto nos costará 100 mil millones de pesos.
Bajo esta perspectiva, el proyecto neoliberal del NAICM que corresponde a la dinámica más rancia del mercado, en realidad ya venció la postura del círculo rojo de Andrés Manuel, y sólo queda encontrar la forma de convencer al pueblo de que él decidirá si se construye o no, mediante la consulta.
Además se tratará de hacerlos creer que ellos mandan, y que será la decisión democrática quien logre la continuidad del proyecto, porque: “El pueblo es sabio, no nada más cuentan los expertos, el pueblo deberá decidir, porque tontos son aquellos que piensan que el pueblo es tonto”: AMLO. Amén.
Así que Milton Friedman y Friedrich von Hayek deben tener en estos momentos como rúbrica, la sonrisa de los vencedores.
La privatización de las políticas energéticas prevalecerá, la gasolina a merced de la libre competencia también, la liberalización de los mercados continúa, de igual forma el impulso de la desregulación, pero sobre todo, el amasiato del nuevo gobierno con el empresariado, al que Alfonso Romo Garza, Jefe de la Oficina de la Presidencia, precisó: “Ya pasó de luna de miel al matrimonio”. Otro Amén.
Al final del día me gusta el pensamiento individual en el equipo de López Obrador, ese que en los gobiernos panistas y priistas está mal visto. A los funcionarios de Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto se les exigía ortodoxia y unanimidad.
Y por supuesto NO me molesta que a pesar del anacrónico canto anti liberal de Yeidckol, instalado en la filosofía de los 70´s del Consejo General de Huelga de CU (1999) gestado a partir del Consejo Nacional de Huelga del 68, Andrés Manuel se adapte, y en el fondo acepte las directrices que eviten políticas que han llevado a otros países latinoamericanos al abismo, aún cuando el domingo los que siguen en el bolchevismo le canten “La Internacional”.
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