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miércoles, 24 de marzo de 2010

¿Quien mató a los estudiantes del Tec..?

Hugo Páez

¿Quién mató a los estudiantes del Tec? “El fuego cruzado” asegura Fernando Gómez Mont en un intento de desviar el auténtico reclamo social a saber la verdad.
Solo queda sospechar que fueron de las armas del ejército las que abatieron a José Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo, de acuerdo a la apresurada posición del Secretario de Gobernación en un juicio exprés, sin concluir las investigaciones.
Después de dos días de confusiones, el rector Rafael Rangel Sostmann hace el reclamo esperado, firme y justo, en defensa de su comunidad estudiantil. El martes reclamé en esta columna su posición suave frente al ejército, ayer agarró al toro por los cuernos, en los medios de comunicación, tal como esperan miles de alumnos, ex alumnos y familiares de la comunidad universitaria, sin embargo, intentó bajar los ánimos a una marcha necesaria, asertiva, funcional como válvula de escape para los estudiantes. Muy tecnócrata este tipo de animadversiones que alimentan viejos tabúes.
Rangel se fue de llenó contra la falta de transparencia, que en estos casos trágicos, es una segunda tragedia para los derechos civiles de los ciudadanos. “El presidente Felipe Calderón le ha dado esas atribuciones al Ejército”, acusa Rangel, al criticar los operativos violentos y sin cuidado, que además provocan consecuencias brutales.
La tragedia frente al Tec tiene la virtud implícita de convertirse en un escándalo por el origen de las víctimas: estudiantes ejemplares, una universidad acreditada a nivel internacional, y un respaldo sin cortapisas de la comunidad neoleonesa. Pero... ¿qué pasa con las otras víctimas, las que en el infortunio quedan como una estadística más? Rangel expone la posibilidad de que se pierdan en el descrédito, como pretendieron las fuerzas federales con los estudiantes del Tec, viles sicarios, ó en el mejor de los casos, implicados.
El procurador General de la República, Arturo Chávez Chávez deberá esclarecer varias interrogantes para fincar responsabilidades, sea quien sea: ¿Quién mató a los estudiantes? y ¿Quién ocultó las credenciales de identificación? Se lo vamos a estar recordando, van 4 días y sigue corriendo.

Hillary, el Prozac del sexenio

Con solo dos días de diferencia para cumplir un año de la visita de Hillary Clinton a la Virgen gadalupana en la Basílica, la Secretaria de Estado de Estados Unidos regresa a México.
Opuesta a la sinceridad de Janet Napolitano, la esposa del ex presidente Bill Clinton llegó con el canto de las sirenas: “los Estados Unidos son responsables por el consumo de drogas y trafico de armas que provocan más violencia en México”. ¡Wau!
Los reflejos políticos de Hillary le dan suficiente para ablandar al duro y calmar al nervioso. La continuación de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en nuestro país es muy importante para los vecinos del norte. El gobierno de Felipe Calderón es demasiado sensible a la critica en una atmósfera que ha provocado más de 17 mil ejecuciones y con blancos escandalosos en fechas recientes, los como los masacrados en la colonia Salvácar en Ciudad Juárez, tres personas ligadas al consulado norteamericano en la misma ciudad, y los dos estudiantes asesinados en el Tec de Monterrey.
A mas de tres años del inicio de la guerra en México, la coordinación, corrupción y pugnas entre los tres niveles de policías es mas caótico que nunca. Basta ver que en los bloqueos de las bandas criminales en Nuevo León la policía fue captada infraganti en la operación orquestada para desquiciar a la capital del estado.
Aún con un incremento considerable de la ayuda de Estados Unidos, faltaría cambiar leyes en México que permiten impunidad y facilitan a las empresas el lavado de dinero. Antes que delegar responsabilidad a los ciudadanos, diputados y senadores necesitan ponerse a trabajar a fondo en una reforma de ley para cortar el camino de la guerra, cuidando que no se vulneren los derechos humanos y constitucionales, además de que no se incrementen las atribuciones de las fuerzas del orden que puedan violentar las garantías individuales.
Todos pagamos las consecuencias de los malos operativos. El ejército y las policías deterioran su imagen y confianza, los ciudadanos viven en una alucinante paranoia de inseguridad, y los gobiernos en una guerra de nervios ante la impotencia de no encontrar una solución aceptable. El ambiente insano gesta propuestas tan alocadas como el grupo de rudos del alcalde de San Pedro Garza García, Mauricio Gonzáles, que encontró un espacio propicio para la intolerancia y la mano dura que, ante la falta de resultados tangibles, es aplaudida por una sociedad desesperada.
La actitud del equipo superpoderoso encabezado por Hillary debió ser aprovechado en acuerdos concretos, no las generalidades de los cuatro puntos dados a conocer en la chancillería mexicana de Patricia Espinosa.
Para resolver detalles no es necesario el desplazamiento de funcionarios de primer nivel, sin embargo la visita está llena de simbolismo que debió ser aderezado con propuestas concretas, tangibles en las que faltó la participación de los gobernadores de los estados y representantes del Congreso.
Las dos naciones somos corresponsables, sin embargo la participación es totalmente asimétrica. México carga con miles de muertos y el partido en el gobierno perdió un valioso capital político que le puede costar la presidencia de la república.
Aunque se trate de homologar, el impacto del problema al norte del Río Bravo es muy diferente al del sur. En proporción, la fuerza del narcotráfico en México amenazó la seguridad nacional, de ahí nació la necesidad de recuperar el territorio. En comparación, Estados Unidos está muy lejos de vivir una amenaza de tales proporciones. Nosotros utilizamos prácticamente a todo el ejército en la guerra contra el crimen organizado, para Barak Obama apenas sería un número de elementos comparable con los enviados a dos países: Iraq y Afganistán. Hillary llegó como el Prozac del sexenio.

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lunes, 22 de marzo de 2010

Demasiado suave con el Ejército el rector del Tec

Hugo Páez
Una Flor por los Estudiantes del Tec

El rector Rogelio Rangel Sostmann fue demasiado suave en el comunicado que identifica a los asesinados como alumnos del Tec de Monterrey. No se entiende el cuidadoso lenguaje con el ejército, aún cuando las autoridades “extraviaron” la identificación que los acredita como alumnos, no sicarios, como informó la Sedena.
Rangel no denunció con el rigor que amerita el caso. Otra cosa sería si las víctimas fueran estudiantes de la UNAM, asesinados a las puertas de CU. Las protesta no se harían esperar.
José Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo cayeron abatidos por las balas del ejército, aun cuando Fernando Gómez Mont matice la acción al llamarlo fuego cruzado. En una acción de este tipo no debe haber confusiones, primero está el preservar la integridad de los ciudadanos y después la captura los criminales. Ese orden le valió el éxito a Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino en el combate al secuestro. Una vez ubicado el lugar, podrían tardarse semanas vigilando y analizando la información, hasta tener la seguridad de que en el operativo de rescate las víctimas no sufrieran consecuencias dramáticas. Caso contrario ocurrió en el DF en el rescate de Yolanda Ceballos Coppel que fue asesinada al tratar de ser liberada por las policías capitalinas.
Es evidente que el Ejército no está hecho para funciones policiacas. Hasta el momento no existe argumento válido para dispararle a un automóvil cuando no se detiene en un retén militar. Puede ocurrirle a cualquier ciudadano presa de nervios, se pasa un retén y será baleado, como ha ocurrido en Sinaloa con grupos de jóvenes sin armas, en Michoacán, en Nuevo León, en Chihuahua.
Cuando estudiaba la carrera de arquitectura los compañeros del Tec de Monterrey coincidimos en un congreso llamado “La Semana de la No Arquitectura” la idea en general era crear un México mejor.
La genial idea del director Leonardo Quintanilla era enfocar el tema desde todos los ángulos que no fueran arquitectura. Irónicamente ese México era mejor en muchos aspectos. El único peligro en la avenida Eugenio Garza Sada era que un auto te arrollara. Debí cruzarla miles de veces y a todas horas, mañana, tarde, noche y madrugada, para llegar tres cuadras adelante a una casa donde vivía con tres amigos de Mazatlán, ciudad y estado terriblemente golpeados, en este país al que no hemos podido mejorar. Me incluyo.

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jueves, 18 de marzo de 2010

Calderón debe exigir a EU solución al tráfico de armas

Hugo Páez

El martes hablé en esta columna de la sobrereacción del gobierno de Estados Unidos por la ejecución de tres personas ligadas al consulado en Ciudad Juárez.
Posiblemente hay algo que el presidente Felipe Calderón no entendió en toda su dimensión desde el principio del sexenio: la lucha contra el crimen organizado, en especial el narcotráfico, no está en el mismo orden jerárquico, tanto para George Bush y Barak Obama, los dos presidentes norteamericanos que coinciden con el mexicano. Aún cuando la expansión de los carteles amenazó la seguridad nacional y el gabinete planteo una recuperación del territorio que no se ha logrado de acuerdo a lo planeado, la prioridad en seguridad para los últimos dos presidentes norteamericanos es el terrorismo, para Calderón, una lucha que provocó guerra interna.
Los presidentes norteamericanos utilizaron el combate con íconos muy claros de campaña electoral: Al Qaeda, Osama Bin Laden, Hezbolá, Iraq, Afganistán, Paquistán e Irán. Combatir al enemigo que viene del exterior es nacionalismo; una zaga con mucho jugo electoral.
Al contrario, en México, la guerra contra el crimen hundió más al PAN de Germán Martínez Cázares en las elecciones del 5 de julio del 2009, no fue un tema de campaña acertado, sencillamente porque la supuesta victoria no es ni remotamente clara. Peor aún, los más de 16 mil muertos en esta especie de guerra civil dejan un mal sabor de boca y pésima imagen para el gobierno de Felipe Calderón, que ha tratado de justificar la masacre como una guerra entre bandas, cuando en realidad es una guerra entre mexicanos.
Con más de un millón de norteamericanos residiendo en México y arriba de 2 mil como personal diplomático, los capos del crimen podrán utilizarlos como blanco, si de hacer escándalo se trata. Escándalo, que fue generado por la reacción de Barak Obama, Hillary Clinton y Janet Reno por la muerte de la empleada del departamento de estado, Lesley Ann Enriquez y dos personas más, ligadas al consulado de Juárez.
La titular de seguridad interna, Janet Reno, tocó una fibra más sensible, aseguró que el ejército mexicano no ha servido de nada en Juárez. Es el derrumbamiento de un mito en el que la mayoría de los mexicanos deposita su confianza: el Ejército, Marina y Fuerza Aérea. Instituciones que en las encuestas obtienen los mayores puntajes de confianza, aún sobre la iglesia católica, a pesar de que generales purgan largas penas por su relación con los cárteles de la droga, como el ex zar antidrogas, Jesús Gutiérrez Rebollo.
El martes Felipe Calderón dejó claro frente al embajador Carlos Pascual que el problema es responsabilidad de los dos países, y que no permitirá injerencia directa del gobierno de Estados Unidos en nuestro país. Me imagino que dejó entre líneas: así sean asesinados más de sus ciudadanos.
Para muchos analistas el presidente mexicano está atrapado en un problema al que no puede bajarle recursos ni esfuerzo. Por más que las soluciones en Juárez trataron de ser integradas con programas sociales, de respuesta a mediano y largo plazo, lo inmediato es agobiante y perturbadoramente violento.
Las visiones de los dos países son tan dispares, que a un problema conjunto, hubo dos reacciones separadas. La de Obama prendió los focos en su gobierno y Congreso, en el que se espera una natural reacción antihispana, y se verá reflejada no en una solución conjunta, sino en endurecimiento de las políticas hacia México.
La situación debe servir para que Calderón exija regulaciones serias y estrictas en la venta y tránsito de armas, a pesar de que la Constitución de Estados Unidos garantiza a sus ciudadanos el acceso a estas. La política norteamericana de armas debe emular a la mexicana como un paso vital en el llamado problema conjunto, aún cuando reportes de inteligencia aseguran que ya circulan en México más armas europeas y asiáticas que norteamericanas. Estos datos son poco claros, y se basan en registros que pueden ser alterados para establecer el origen en otro país.
Al gobierno de Calderón se le podrá criticar la efectividad del método, inédito por las dimensiones de una guerra jamás antes librada, pero no se puede negar el esfuerzo ni el compromiso, que comparado con Estados Unidos en relación al Producto Interno Bruto y costo en vidas, está muy lejos de ser el mismo sacrificio.

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martes, 16 de marzo de 2010

La sobrerreacción de Obama

Hugo Páez

Estados Unidos deberá entender que en la lucha contra el crimen organizado, los dos países funcionan como vasos comunicantes. En el recuento de los daños, México se lleva la pero parte, años luz de distancia, por eso se antoja un poco excesiva la reacción de Barak Obama por el asesinato de Lesley Ann Enriquez, empleada del consulado en Ciudad Juárez y su esposo.
La reacción del nivel más alto del gobierno norteamericano, a todas luces era uno de los objetivos de los sicarios, además de poner en jaque a Felipe Calderón por el impacto internacional del incidente. Las muertes son muy lamentable, sin embargo, hubiera sido suficiente con el reclamo de la jefa del Departamento de Estado Hillary Clinton, que en orden jerárquico es jefa de la joven de 25 años ejecutada.
La condena pública no se debe regatear, pero en este caso la acción provocadora tal vez resultó mejor que lo planeado por los criminales. Además, Obama le dio un arsenal a los congresistas antihispanos, destacados por atacar al menor pretexto cualquier política de apoyo a países latinoamericanos, con el argumento de que la migración es la fuente de todos los males, ayende el Río Bravo.
Ya en el mes pasado, la ayuda a México para el combate al crimen organizado sufrió una reducción del 10% en el presupuesto del 2011, cuando algunos países asiáticos como Afganistán y Pakistán recibieron aumentos de más del 50%.
La reacción del presidente de los Estados Unidos habla de dos aguantes diferentes, de dos niveles de compromiso, en un problema conjunto. En México rebasamos las 16 mil muertes dolosas en la administración de Calderón, y tan solo desde que Obama asumió la presidencia el 20 de enero del 2009 van más de 6 mil.
Se podría pensar que la muerte de las tres personas ligadas al consulado ayudaría al gobierno de Estados Unidos a presionar al Congreso para más apoyos a México, pero la experiencia va en sentido contrario, estos incidentes son aprovechados para radicalizar las posturas, tal como se dio el proyecto del muro fronterizo virtual y físico, con un costo estratosférico estimado en 37 mil millones de dólares, mientras que la Iniciativa Mérida no alcanzó los 2 mil millones. La llegada de agentes del FBI a nuestro país para colaborar en la investigación de las ejecuciones levantará los ánimos de los críticos de la lucha contra el crimen organizado, entre los que se encuentran importantes personajes del PAN que aprovecharán la oportunidad para golpear a Calderón y su grupo al interior del partido.

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jueves, 11 de marzo de 2010

¿Persecución detiene libro de Carpinteyro?

Hugo Páez

Un libro con un capítulo especialmente delicado es la causa de la apresurada orden de aprehensión contra Purificación Carpinteyro. Un viejo método utilizado por los gobiernos para calmar ánimos de autores incómodos. La autora, que en algún momento coincidió en un campus universitario de Estados Unidos con el Felipe Calderón Hinojosa dice conocer muchas historias... igual de incómodas.
Purificación no es inocente. Puede no ser delincuente, ya lo dirá un juez, sin embargo, entregó con dolo unas grabaciones de espionaje telefónico contra el entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez.
En los sillones de una oficina de Los Pinos, el presidente Calderón no quiso recibirle el CD con escuchas; le ordenó entregarlo a Fernando Gómez Mont, presente ahí, junto a Patricia Flores Elizondo, la poderosa jefa de la oficina de presidencia, que tuvo que operar en las últimas horas para detener la publicación del libro. Fuentes confiables le atribuyen el descongelamiento del proceso que resultó en la orden de aprehensión contra Carpinteyro; también la suspensión definitiva girada por un juez, como muestra de buena voluntad
A decir de la ex subsecretaria de Comunicaciones, las grabaciones llegaron a sus manos por medio del director de Cofetel, Héctor Osuna. La PGR no lo investiga, me lo dijo el vocero de PGR Ricardo Nájera el martes pasado; agregó que no tenía información de alguna averiguación previa contra Osuna. Entiendo que habría que darle tiempo al vocero para revisar si realmente existe ó no, pero el profesionalismo, experiencia y ética de Nájera, aseguran que es bastante acertado. Entonces, damos por hecho que no existe una averiguación contra Osuna, personaje oscuro, clave en contratos y concesiones de telecomunicaciones, que además cuenta con infraestructura y relaciones con empresas del ramo que lo hacen potencialmente letal, a la hora de obtener información.
Las tecnologías de monitoreo de datos en los niveles de capa física, enlace, red, transporte y aplicación de datos, hacen posible el acceso a la información. Recuerdo en el posgrado de Telecomunicaciones del Tec de Monterrey como diseccionábamos la información en aparatos poco sofisticados, comparados con las tecnologías de punta. Con todo este arsenal, un golpe de un funcionario ubicado en las coordenadas de Héctor Osuna, equivale a ser noqueado por un boxeador profesional, en una pelea callejera.
En unos días sabremos si la supuesta persecución ablandó a Carpinteyro, ó tendremos otro libro del drama político de México, necesario para la vida democrática, aunque escandalice y provoque reclamos de menos enfrentamientos, menos mugre, y exija más reformas legislativas y efectividad.

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martes, 9 de marzo de 2010

Le mandaron el peor mensajero a Nava

Hugo Páez

No se si su jefe Felipe Calderón se lo quiere decir, pero la identidad del mensajero no deja lugar a dudas de que Cesar Nava se convirtió en un estorbo en el PAN, para el presidente de la república.
Al buen entendedor, pocas palabras.
No hay otra interpretación a las palabras de Josefina Vázquez Mota cuando habla de que la bancada de Acción Nacional en San Lázaro, no estuvo enterada de los acuerdos que firmó el presidente de su partido con el PRI.
La coordinadora parlamentaria del PAN no habla sin permiso. También son legendarios los encontronazos entre Vázquez Mota y el grupo de Juan Camilo Mouriño y Nava, en la campaña presidencial de Calderón.
Sin embargo, un ajuste de cuentas sin permiso es impensable en la ex Secretaria de Sedesol de Vicente Fox Quezada, que en su momento le tiró el puesto para mostrar lealtad al candidato no oficial, que más que eso, fue un ex Secretario de Energía proscrito en el gabinete.
¡Que mejor mensajero para dar una mala noticia oficial!
A pesar de que la situación es insostenible para Cesar Nava, una mala sustitución del líder del partido dañaría seriamente las elecciones del PAN en los 12 estados de la república, además de que formalmente tendría que pasar por el Comité Ejecutivo Nacional del PAN. Aún cuando su puesto es producto de la imposición, como lo fue el de Germán Martínez Cázares.
La permanencia de Cesar Nava en el PAN incrementará la parálisis legislativa en las reformas pendientes, entre las que se encuentran la del Estado, la Laboral y cambios a la Ley de Justicia Penal. De por sí, la propia arquitectura legislativa mexicana propicia la parálisis por el hecho de que nuestro sistema no tiene un mecanismo para garantizar la representación proporcional del partido ganador en el Congreso, lo que propicia que el futuro de las reformas dependa de una efectiva y delicada operación política.
Obviamente los golpes entre Nava y Gómez Mont, y ahora Josefina Vázquez Mota, entorpecen enormemente las condiciones de cabildeo necesarias con el PRI.

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jueves, 4 de marzo de 2010

Tolerancia narco terrorista de Hugo Chávez amenaza a México

Hugo Páez

El jueves pasado comenté en esta columna los peligros de abandonar el liderazgo de México en América Latina. Peligros centrados en la íntima relación de los carteles de la droga, la guerrilla y el terrorismo con la ruta de países que van desde el cono sur hasta Estados Unidos, en los que se ha visto involucrada la guerrilla Latinomericana.
El fin de semana, la Audiencia Nacional Española denunció la cooperación del gobierno de Venezuela con un binomio de guerrilla y terrorismo formado por ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La reacción de Hugo Chávez fue explosiva, con los clichés usuales de intervención imperialista, etcétera.
También comenté el peligroso activismo de Venezuela y las FARC en la máxima casa de estudios de México, la UNAM, tolerado por el rector José Narro Robles, que consecuentó el crecimiento de las Células Bolivarianas desde la embajada de Roy Chaderton que proveía de recursos a grupos encabezados por Guadalupe Carrasco “La Pita” y Lucía Moret Álvarez, herida en un campo de las FARC en Ecuador.
La acusación de la Audiencia Nacional Española está soportada en una investigación sólida, con elementos que prueban la liga del grupo terrorista mas violento de una de las potencias en inversiones más importantes en Latinoamérica: España.
Por falta de atención ó concentración en los problemas internos, México no puede dejar un vacío que es aprovechado por los cárteles del crimen organizado, en toda esta trama que tiene relación directa con el principal problema en nuestro país: la inseguridad.
El martes hablé por teléfono con el subsecretario de Seguridad Pública Federal, Monte Alejandro Rubido, me dijo lo que había comentado en una conferencia datos alarmantes del consumo de droga en nuestro: se duplicó en los últimos cinco años. Que tanto la adicción y trasiego de cocaína, la cual no se produce en México, es uno de los problemas más insidiosos.
Imposible hacer una análisis serio del problema sin implicar a países de centro y Suramérica que toleran producción y transporte de la droga blanca, que además mantienen dentro de sus territorios a la narcoguerrilla, esa que cita el juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional Española.
La acusación, según consta en documentos, proceso a seis presuntos etarras y siete miembros del grupo sudamericano por compartir información sobre el manejo de explosivos e intentar cometer varios asesinatos, entre ellos el del presidente del país sudamericano Álvaro Uribe y su antecesor Andrés Pastrana.
Hago un paréntesis. Hay que recordar el enfrentamiento verbal en Cancún de Uribe con Hugo Chávez, en el que el presidente anfitrión Felipe Calderón tuvo que intervenir para calmar los ánimos que pudieron derivar en choque de escoltas de los dos presidentes.
En un auto hecho público, el juez español Velasco solicita al Gobierno de Hugo Chávez la extradición del etarra Arturo Cubillas Fontán, que en octubre de 2005 fue nombrado director adscrito a la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela, mientras era responsable de ETA en esa zona desde 1999, encargándose de coordinar las relaciones con las FARC.
El juez también detalla que en marzo y septiembre de 2000 dos miembros de las FARC –Edgar Gustavo Navarro Morales, ‘El Mocho’, y Víctor Ramón Vargas Salazar, ‘Chato’– se trasladaron a España y pidieron “colaboración” a miembros de ETA para localizar a Pastrana, y “más recientemente” trataron de hacer seguimientos al actual presidente colombiano, Álvaro Uribe.
En México no podemos concebir la intervención del crimen organizado como un hecho aislado, solamente relacionado con el gigantesco mercado de droga en Estados Unidos, aun cuando la explosiva ola de violencia se atribuya a los métodos de Felipe Calderón en el combate al crimen. Ese es un factor que desató una guerra interna que impacta a los medios y la población. Para nuestro país es vital reactivar el liderazgo en América Latina y recuperar el tiempo perdido en boberías de desencuentros y reclamos por violaciones de derechos humanos en países como Cuba, ó patanerías de Hugo Chávez.
Las ligas del cartel de Sinaloa y de Juárez en Centroamérica y Sudamérica son una realidad; el acercamiento de Irán con economías estratégicas como Brasil rayan en amenazas por las acusaciones de programas atómicos con fines bélicos, y promoción de grupos terroristas como Hezbolá, que estarían a un paso natural de asociarse con las FARC, ahora tristemente relacionadas con Euskadi Ta Askatasuna (ETA), según acusación de la Audiencia Nacional Española.
Como gran parte de los países Latinoamericanos, México entró en la lógica de fomento armamentista que duplicó la inversión en compra de equipo en los últimos cinco años, para llegar a un monto global cercano a los 47 mil millones de dólares. Una locura si tomamos en cuenta que formamos parte de un conglomerado de países con índices alarmantes de pobreza. Una locura alentada por la dispersión de acuerdos, por la falta de liderazgos que se tornan cada vez más difíciles, pero que México no puede eludir, bajo ningún pretexto.

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martes, 2 de marzo de 2010

Inquisición legislativa contra los curas

Hugo Páez

Se trata de libertad de expresión. Esa que molesta cuando rompe tabúes, mitos y barreras que, inevitablemente golpea algún flanco. La que empuño el estandarte del cura Miguel Hidalgo 200 años atrás, aventó a guerra a José María Morelos y Pavón; la que no dejó callarse a Oscar Arnulfo Romero en El Salvador, hasta que una bala le atravesó el pecho; la que impidió a Samuel Ruiz dejar pasar las terribles injusticias contra indígenas en Chiapas.
Ampliar la libertad religiosa, aún en la concepción del ateismo, significa simplemente permitir uno de los derechos humanos vitales.
En un sistema secuestrado por el partidismo, es necesario que un derecho sirva a intereses políticos para tocar las posibilidades reales. La sociedad civil puede gritar, marchar y protestar con estridencia, sin embargo debe tocar el interés de algún legislador para materializarse, es el caso del senador Pablo Gómez que aprovecha una injusticia en las libertades para recomponer la relación del PRD con la iglesia católica y revertir el efecto negativo en la población por la aprobación del aborto, matrimonios y adopciones gays.
Pablo Gómez propone una iniciativa de Libertad Religiosa que derogará el artículo 130 constitucional que prohíbe a los ministros de culto “asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna. Tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa, ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones, ni agraviar, de cualquier forma, los símbolos patrios".
Una iniciativa que hará mucho ruido al interior del PRI que mantiene polarizada su posición sobre la participación de ministros de culto en política, aunque en la práctica es el elemento común.
Las alianzas electorales PAN – PRD en los estados posiblemente faciliten la iniciativa en la que se prevé irán juntos en el Congreso de la Unión. Como atenuante, la Arquidiócesis de México a través de Hugo Valdemar aclaró el uso moderado de este derecho humano, si se da , “No se hará política desde el púlpito”, sentenció, sin embargo, la intolerancia tiene muchas máscaras, la más favorecida habla de un laicismo que tasa a los sacerdotes como extranjeros en su país. Inquisición legislativa contra los curas.

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