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jueves, 29 de octubre de 2009

Aguas con repetir a los Soberanes

Hugo Páez

Los próximos días son vitales, nos casaremos con el nuevo presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en tiempos importantes para el país convulsionado por una guerra contra el narcotráfico que produce más violencia día a día, crisis económica, más impuestos y menos empleos que incrementarán la delincuencia y el trabajo para las procuradurías, policías y el ejército, blancos naturales de las recomendaciones de la CNDH.
La figura del ombusdsman es clave para la sociedad civil en países desarrollados; la historia en México dice lo contrario, partimos de un origen turbio, en que el ombudsman era designado por de la secretaría de gobernación, por lo tanto, su empleado.
Dos caminos contaminados se disputan la sucesión: los partidos políticos y José Luis Soberanes, quien pretende dejar sucesor en un juego de tres ó cuatro fichas recién salidas de su oficina y preferencias.
Hay elementos que juegan fuera del tablero, con apoyos solidarios y valor propio, pero sin padrinos políticos en los partidos que se atribuyeron el poder de designar al sucesor de Soberanes. De imperar la honestidad y cordura sobre los intereses de partidos, la pertenencia no tendría ventaja; pero son dos virtudes inexistentes en la vida política de México.
Contra su voluntad, Rosario Ibarra de Piedra juega un papel estratégico en la atribución de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, desinterés que ha retrasado la propuesta de la terna, bajo pretexto de otros quehaceres más importantes del Senado como el paquete financiero.
Mientras tanto, en el letargo le salen enemigos por todas partes a José Luis Soberanes; nada gratuito cuando fue capaz de inducir a testigos contra ministerios públicos, que al final revelaron la maniobra y terminó en demandas en su contra, y de la de sus visitadores en la Procuraduría General de la República.
Nada inventado cuando su animadversión de género privilegiaba a hombres sobre mujeres; solo una mujer está registrada como visitadora durante sus dos administraciones: Susana Pedroza, a quién botó el año pasado por celos profesionales.
José Luis Soberanes albergó en la CNDH a parientes de funcionarios para lograr amarres políticos que al mismo tiempo le restaban libertad para emitir recomendaciones. Niega sin precisarlo, su pertenencia a la asociación católica Opus Dei, cuando existen evidencias contundentes de ser un activo socio supernumerario, de los que no juran celibato. Al enrolarse en este estilo de vida renovó su Fidelidad a la obra de José María Escribá de Balaguer, cada 19 de marzo, día de San José; posteriormente gozó de esa exención como es gracia de los socios meritorios. No hay causa para la negación ó las medias verdades que engañan, sin embargo, el razonamiento teológico sería muy cuestionado en una posición de defensoría de los derechos humanos de la sociedad mexicana, aun cuando la religión católica es pionera en esta defensa, sin embargo, el dogma de fe, la creencia, han generado atrocidades en la historia de las que fueron víctimas Giordano Bruno y Galileo Galilei, entre cientos de librepensadores.
Se podrá hablar de que estas son otras épocas, pero a tiempo presente, la Comisión juega papeles vitales en los derechos de grupos de homosexuales, lesbianas, transgénero, pro aborto y demás conceptos que son tabú para la iglesia católica, más abusos de la autoridad en esta especie de guerra civil de mexicanos contra mexicanos con descabezados, colgados, encobijados, pozoleados y descuartizados.
La mentira de Soberanes es la mentira de sus herederos: Mauricio Farah, Javier Moctezuma Barragán y Raúl Plascencia, tal como fue la falacia de Emilio Álvarez Icaza al negar sus querencias con grupos pro aborto; decisión respetable que al ser negada la convierte en hipócrita.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos multiplicó sus gastos; se utilizó como departamento de becas y de relaciones públicas de Soberanes y sus funcionarios; persiguió sin evidencia, con acusaciones de fabricación de testigos para mostrar resultados; páginas negras en la cronología del país que no deben reeditarse. Aguas con repetir a los Soberanes.

martes, 27 de octubre de 2009

Atrás de Cesar Nava había un presidente, no un partido

Hugo Páez

Cesar Nava prueba la soledad por tener un solo elector. El grande, el que lo ungió en la práctica como presidente del PAN, en medio del torrencial que apresuró los tiempos para barrer los vestigios de Germán Martínez Cázares: la personificación de la derrota del 5 de julio.
Un elector que antes lo hizo a un lado, y lo llamó para cubrir una urgencia: conservar al partido en sus manos. El presidente vio en su ex secretario particular una garantía para imponer candidato presidencial, sin embargo la inoportuna crítica al PRI lo mete en un dilema con sus opositores de casa, los que están observando y calificaron a Nava como un líder verde, sin experiencia para dirigir el partido en estos tiempos convulsivos que transita México.
Felipe Calderón siempre ha tenido un plan B para el paquete fiscal, aún si le aprueban un bodrio, la negación es estrategia para lograr una mejor posición. Pero ahora enfrenta otro problema, tal vez más fuerte, al interior de su partido. En la percepción de sus opositores: los Foxes, los Creel, los Espinos, los Ramírez Acuña, los Corral y hasta los Gómez Mont – Fernández de Ceballos, no le van a permitir equivocarse hasta el infinito con el partido, quizá ni una tercera vez.
Si los priistas desperdician la imprudencia, Nava podría construir una segunda oportunidad. Los tricolores son magos para permanecer polarizados, se tiran a matar cuando hay que matar, sin importar lecciones del pasado. Pero si logran ponerse de acuerdo en el senado y Cámara de Diputados, Felipe Calderón tendrá un presidente de partido debilitado frente a sus enemigos del PAN, engallados para enfrentar cualquier imposición de candidato en el 2012, que en realidad inicia antes del 2011.
El silencio, la falta de voces de apoyo, hablan de que Nava tiene un jefe, no un partido atrás de él. El tiempo no le alcanzó para convencer a los inconformes. Se quejó, con razón, de haber sido excluido junto con sus diputados de los enjuagues de Hacienda con el PRI, lo trataron como empleado de Los Pinos, ejecutor de órdenes sin levantar la vista.
Cesar no se fue por la libre, creyó leer señales de su jefe, no las del Consejo Nacional de su partido, ese que Manuel Espino decía que no era consultado cuando Germán Martínez Cázares tomó los argumentos del narcotráfico contra el PRI.

jueves, 22 de octubre de 2009

Ahora van las mentadas de madre

Hugo Páez

No hay duda, la población abomina el aumento de impuestos. No hay país donde pase lo contrario, ni candidato a legislador, gobernador ó presidente que prometa en campaña no subirlos. Pero la mentira generalizada no elimina su responsabilidad.
Las imágenes de la campaña presidencial de Bill Clinton incluían una promesa de Gerorge Bush padre en la que ve y escucha: “Read my lips, no more new taxes”, -lean mis labios, no más nuevos impuestos- (video http://www.youtube.com/watch?v=vnUv7y4U2T0). Clinton demostraba las mentiras del presidente de los Estados Unidos que buscó la reelección.
Seguramente en la campaña del 2012 veremos en spots de la oposición las imágenes de Felipe Calderón que el 25 de abril del 2006, prometía en campaña: “Mi política tiene un solo objetivo, crear empleos bien pagados, para que tu y tu familia vivan mejor. Primero, voy a reducir los impuestos para los que trabajan, producen ó generan empleos y voy a simplificar su pago; segundo, voy a transparentar totalmente los impuestos que pagamos; tercero, voy a invertir mejor tu dinero; y cuarto, voy a garantizar la estabilidad económica para cuidar tu patrimonio” (video en Youtube http://www.youtube.com/watch?v=Z-BPIcqSeg4).
Esgrimiendo argumentos de supuesta responsabilidad con México, diputados del PRI aprobaron el paquete fiscal propuesto por Hacienda con aumentos que dejaron el IVA en 16%, el ISR en 30% y a las Comunicaciones en 3%, entre otros, solo después de asegurarse que el sospechoso 2% de Impuesto Contra la Pobreza fuera eliminado por traer vocación electorera, que por lo tanto beneficiaría a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), dependencia del más presidenciable de Los Pinos: Ernesto Cordero, hasta ahora. Ojo, a pesar de que la mayoría de los diputados del PRI prometieron en campaña no subir los impuestos, ayer lo hicieron, salvo algunas excepciones, y no se diga los del PAN.
El mecanismo fácil y simplón acabó donde siempre: en grabar al contribuyente y al consumidor. Hubo esfuerzos retóricos para ubicar el alza de impuestos como única opción, desde la negación de un Plan “B” se cerraron puertas que en otros países funcionaron, sin embargo, con cierta maña selectiva se buscaron ejemplos internacionales que justificaran la propuesta del gobierno mexicano. Antes se dieron baños de sacrificio patriotero li-ge-ri-si-mos. Cesar Nava propuso bajar el sueldo de legisladores en un 10%, una verdadera broma cuando los ingresos superan los 130 mil pesos mensuales. Más aún, suponiendo una rebaja del 50% del sueldo, cobrarían más de 60 mil pesos, un nivel salarial que muchos diputados de cualquier fracción parlamentaria no acreditarían en empresas competitivas. Por supuesto que esta y la propuesta de bajar 50% los beneficios de los partidos políticos no prosperaron, por el contrario, fueron atacados como ácida posición demagógica del PAN, que en la premura y desesperación del grupo parlamentario de Josefina Vázquez Mota, no resistieron la menor prueba de ser lo contrario: una propuesta auténtica.
Después de la tormenta vendrá el reparto de culpas y la reconstrucción de imágenes. El disgusto popular al ver en cada compra un aumento y en cada sueldo una reducción, se traducirá en mentadas de madre y votos contrarios.

martes, 20 de octubre de 2009

El confiado y el desconfiado

Hugo Páez

Dos cualidades parecen caracterizar a los presidentes panistas: el exceso de confianza y el exceso de desconfianza.
Conciente de sus limitaciones, Fox delegó las tareas importantes de gobierno a un equipo formado por cercanos y otros seleccionados por head hunters. Felipe Calderón parece meterse en camisa de once varas cuando de hacer cambios se trata; cuentan que se le acabaron los amigos confiables, que en él, son requisitos mayores. Como decía el berrinchudo Carlos Castillo Peraza en su comunicado epistolar.
Suerte ó no, el tiempo parece jugar a favor de Vicente Fox, un ex presidente que no lo logró -ni quiso-, sacudirse etiquetas de superficial, de pobreza intelectual, ocurrente e imprudente, entre otras. Un presidente que a la hora de presentar cuentas a su partido quedó debiendo, pero a la larga, y comparado con los tiempos actuales, su fracaso parecen mejores tiempos.
Fox no utilizó la fuerza contra el narcotráfico, hoy se lo reprocha a Felipe Calderón en una declaración en Viena con sabor a estrategia de lanzamiento del libro “El Narco: la guerra fallida”, de sus ex escuderos: Jorge Castañeda y Rubén Aguilar. Sus letras son parte de una respuesta a los golpes recibidos por invalidar la guerra contra el narco, que se tradujo en la opinión pública como una sugerencia a pactar.
Fox no tuvo crisis económica internacional, epidemias de influenza ni guerra frontal contra el crimen organizado. Su inacción es interpretada por sus afines como actuación cautelosa, prudente, contraria -desde ese punto de vista-, a la sobrereacción de Felipe Calderón con la influenza y el narco.
Para los prácticos, y utilizando las palabras de Felipe Calderón: “haiga sido como haiga sido”, la situación del país estaba mejor. En estos días debatimos sobre los aumentos de impuestos menos letal para la economía doméstica; del número de ejecutados que habrá al final del año, cuando a septiembre van más de 5 mil muertes dolosas, en 3 años del sexenio, 15 mil. Y la peor tragedia del partido ¿Cuantas elecciones perderá el PAN antes de llegar a la presidencial?
Dos estilos que no han mostrado una metodología efectiva, sin herramientas gerenciales de alto nivel, como suponemos es virtud panista, añeja en el mundo empresarial.

jueves, 15 de octubre de 2009

En el conflicto del SME el PRI lava su imagen corporativista

Hugo Páez

En el conflicto del Sindicato Mexicano de Electricistas con el gobierno federal el PRI ve una oportunidad para recuperar la confianza ciudadana en un tema que lo ha manchado históricamente: su relación con los sindicatos. No la confianza que se reflejó en las elecciones del 5 de julio, donde la suma de operaciones regionales le dieron un triunfo contundente.
Ahora trata de venderse como un ente confiable en todos los sentidos. Su posición en la crisis del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y Luz y Fuerza del Centro es una oportunidad para reforzar la imagen de estadista, de altura de miras, donde los intereses del país están sobre los de un gremio en particular.
El PRI trae a cuestas la carga histórica de un corporativismo nocivo, electorero, clientelar; piedras que fueron colmando la paciencia de los mexicanos y provocaron el rechazo en las urnas en el año 2000. El SME le abre una oportunidad para lavar ese capítulo negro.
Un triunfo que pudo tener una sola potestad, la de Felipe Calderón Hinojosa y el PAN, se está compartiendo con el partido urgido de confianzas en el tema sindical. Primero fue Enrique Peña Nieto, quien a toda velocidad tomó posiciones sin titubeos, a favor del decreto presidencial de extinción de la compañía paraestatal Luz y Fuerza del Centro.
El martes, el coordinador de la fracción del PRI del Senado, Manlio Fabio Beltrones, aseguró que su bancada no apoyaría una controversia constitucional contra el decreto.
La actitud madura del PRI se puede traducir en satisfacción y preocupación para Cesar Nava y los suyos. Bien por el apoyo irrestricto a la decisión del presidente que fue recibida con beneplácito por la mayoría de los sectores de la población, no tan bien porque la mejor parte del pastel se comparte y agrega un componente electoral positivo a los opositores del PAN en el 2012.
Con todo, la virtud del PRI en el tema eléctrico le está aportando dividendos y consolida cualquiera que sea la contrapropuesta al paquete económico de Felipe Calderón. Cualquiera, es un decir, a pesar de que no se conocen los detalles, los cambios se mueven en un umbral que trata de impactar mediaticamente a la población; de ser más justo con los pobres, más eficiente y rectificando el “olvido” en la propuesta federal: la generación de empleos.
La falta de pulcritud en el golpe de gobierno federal requirió de sus apoyos. El martes al final del día, Presidencia de la República tuvo que contradecir a Georgina Kessel en el proyecto de crear otra empresa sustituta de Luz y Fuerza del Centro. La ex maestra de Felipe Calderón y secretaria de Energía, metió en tremendo lío al Secretario del Trabajo, Javier Lozano, y al director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, quienes durante la tarde negaron la creación de una nueva empresa, simplemente porque inyectaría más oxígeno la causa del sindicato de Martín Esparza.
Marcelo Ebrard Casaubón tomó la bandera de lucha de los trabajadores del sindicato bajo el argumento de la territorialidad del servicio -el Distrito Federal es una de las entidades usuarias- y le pone marcación personal a Andrés Manuel López Obrador en su afán de apoderarse del movimiento. De paso, le servirá para desviar reflectores sobre la revelación de COFEPRIS: el agua de tres delegaciones del DF –Tlahuac, Xochililco y Milpa Alta- contiene heces fecales. Un escándalo sanitario que le reventó Miguel Ángel Toscano y que promete un segundo capítulo caliente, que en su primera etapa dinamitó uno de los puentes de comunicación más consistentes entre los gobiernos de Felipe Calderón y Marcelo Ebrard.
Después de la reacción del Secretario de Salud del DF, Armando Ahued acordó con José Ángel Córdova Villalobos la cancelación de un evento de clausura de 100 años de la secretaría capitalina, donde el gobierno federal otorgaría un premió de calidad a Ahued, mientras tanto, COFEPRIS prepara nuevas pruebas contundentes de la existencia de heces fecales en el agua del DF que reavivarán el enfrentamiento con Ebrard, ahora montado en el conflicto eléctrico, contra el gobierno federal.
La opinión pública adversa a las causas de un sindicato corrupto e ineficiente, no lo dejaran evolucionar como se esperaba a un movimiento social de mayor alcance. Hoy seguramente habrá una gran manifestación demostrativa del SME, López Obrador y Marcelo Ebrard, pero el rechazo del Congreso a una controversia constitucional contra el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro le quita un frente muy importante: el legislativo; amén del fracaso del sindicato por persuadir a sus agremiados a que no cobren la jugosa liquidación, que desde primera hora produjo colas en las ventanillas de atención.
Calderón se está anotando una victoria, sin embargo el PRI se lleva un regalo muy funcional que lo viste de estadista, capaz de no sucumbir a la tentación de engordar un movimiento contra el gobierno panista, por el bien de la nación... y de su imagen, por supuesto.

martes, 13 de octubre de 2009

Educación Pública y Elba, un problema mayor

Hugo Páez

Tenemos que cambiar lo que no funciona. La urgente frase de Felipe Calderón llegó tres años después de su jura, y 6 más del panismo en el gobierno federal. Pero nunca es tarde, sobre todo para los grandes males que se volvieron parte de la historia de México.
No hay dudas ni errores al sentenciar que el sindicalismo mexicano es, en la mayoría de sus expresiones, una muralla contra el desarrollo, funcional como arma electoral, y parte del frenó al avance democrático.
Fernando Gómez Mont aclaró el domingo que la toma de Luz y Fuerza del Centro no era una acción contra el sindicalismo; aclaración a todas luces dedicada a calmar nervios de otros gremios, los que por naturaleza no se agruparán a Martín Esparza. Habría que esperar que el tranquilizante del Secretario de Gobernación no sea para Elba Esther Gordillo, la socia electoral del panismo, desde los tiempos precedentes a Vicente Fox Quezada.
De los males, el de la educación es el peor. No hay comparación con el SME y el quebranto de Luz y Fuerza.
Felipe Calderón debe actuar en el sector. La educación es un tema de mayor urgencia que ha producido aberraciones tan incomprensibles como la censura en la difusión del nivel promedio de maestros y alumnos. Por supuesto, nada de que estar orgullosos, pero no hay pretexto para esconder la cabeza y ocultar el problema.
Ahí está la India con sus grandes carencias, enfrenta el problema educativo y avanza en medio de la adversidad, con sus mil millones de pobladores.
Luz y Fuerza del Centro y su sindicato no son un problema reciente, de nuevo cuño. Su gasto está programado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2009 y no hay acción que lo haya incrementado sustancialmente. Ni por parte del sindicato, ni por parte de la mala administración.
¿Entonces, porque actuar contra el sindicato de Martín Esparza antes que con el de Elba Esther Gordillo? Esperemos que no sea por los servicios electorales, porque el daño de Luz y Fuerza del Centro es mínimo comparado con el costo de tener un sistema educativo de quinto mundo.

jueves, 8 de octubre de 2009

Hacia una Comisión Nacional de Derechos Humanos sin partidismo

Hugo Páez

Después de largas comparecencias, enredos y contiendas intestinas en el Congreso, para seleccionar a los Consejeros Electorales del IFE, la historia de la partidización se puede repetir en la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
La vida política en México está secuestrada por un sistema de partidos que se arrogan cada vez más exclusividades que se concretaron tanto las reformas a la Ley Electoral como el rechazo del legislativo a candidaturas ciudadanas. Son un retroceso frente a uno de los logros humanos más importantes de las últimas décadas: la individualidad opuesta la potestad de instituciones y gobiernos.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos parece que no escapará a esta cofradía que todo lo negocia, que tiene como objetivo cumplir intereses de grupo, tal como gestó a los consejeros del IFE.
Sin autonomía, deudas con partidos, compromisos con los calificadores, el ó la nueva titular de la Comisión de Derechos Humanos será una voz contaminada.
La Comisión de Derechos Humanos del Senado decidirá una terna entre los candidatos que hasta la fecha son 10 registrados, para evaluar en una segunda vuelta. Hablamos de una presidenta y dos secretarios con profundo sentido partidista encabezada por Rosario Ybarra de la Garza del Partido del trabajo y como secretarios: Fernando Elizondo Barragán del PAN y Renán Cleominio Zoreda Novelo del PRI; más tres integrantes del PAN, dos del PRI, uno del PRD y uno de Convergencia.
La CNDH es una institución que perdió confienza de los ciudadanos, José Luis Soberanes le dio un toque especialmente misógino. De los 20 funcionarios más altos, solo 3 son mujeres y solo a una se le invita a las reuniones de equipo. En sus dos períodos tuvo una visitadora mujer de los cinco integrantes. Actualmente todos son hombres.
Cuando Soberanes tomó posesión, presionó tanto a Patricia Galeana, esposa del jurista Diego Valadez, que la obligó a renunciar al cuarto mes. Guadalupe Morfín Otero, presidenta de la Comisión Estatal en Jalisco, recibió un constante golpeteo a raíz de alertar a la CNDH de las terribles condiciones del penal de alta seguridad de Puente Grande, semanas antes de que escapara Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
La segunda visitadora Susana Pedroza, única mujer en ese puesto, fue presionada hasta lograr su renuncia, después de trabajar desde el 2001 en la institución como Secretaría Técnica del Consejo Consultivo.
La contienda presidencial, acelerada apenas pasó la elección del 5 de julio, hará del presidente de la CNDH un factor importante para el reclamo a los tres tipos de gobierno, aún cuando los estados operan con su propio organismo.
De seguir la tendencia del PRI, el próximo año sumarán más gubernaturas a sus 18 actuales, y en cantidad de gobernados estarán más bajo el escrutinio de la Comisión.
Sería muy ingenuo pensar que los partidos representados en el Senado, que decidirán al nuevo ombudsman, se librarán de todo interés para sacar al nuevo hombre ó mujer.
La mecánica está decidida: el Congreso tiene la palabra; sin embargo, la historia de los candidatos registrados puede ser la clave para quitar ese elemento contaminante, ese que puede dar vida a un Frankenstein lleno de compromisos que sin duda estarán presentes en los próximos dos años de efervescencia electoral.

martes, 6 de octubre de 2009

Javier Lozano, golpe de timón del PAN

Hugo Páez

Podría ser el cambio de actitud esperado desde los primeros días de gobierno de Vicente Fox, y que hasta la fecha el panismo no lo ha logrado.
El conflicto sindical de Martín Esparza con Javier Lozano Alarcón es el acomodo en el tablero para escenificar los nuevos tiempos de la relación prometida del PAN-gobierno con sindicatos.
Diversos sectores productivos, organizaciones de empresarios y compañías transnacionales se quedaron esperando el golpe de timón en el gobierno de Fox y hasta ahora de Felipe Calderón. Pasó casi una década de las promesas del Acción Nacional que llevarían al país a nuevas formas y mejores resultados, pero al contrario, Elba Esther ganó fuerza y concesiones para sus generales y su sindicato de maestros, a cambio de apoyos corporativistas, electoreros que no pudieron medirse, como lo reclamó Manuel Espino Barrientos.
Ahora la maestra está buscando su mejor opción. En el olvido quedarán los agravios y hasta la expulsión a que fue sometida en el PRI, solo bastará esperar los tiempos adecuados, pero las huellas indican que tiene un pie adentro.
Javier Lozano tiene todos los ingredientes a la mano para justificar el golpe: una elección corrupta que en teoría valida el triunfo de Martín Esparza, pero documentada en sentido contrario; una compañía eléctrica con deficiencias, mala operación y un pasivo impresionante; un conflicto en puerta que pondría los elementos para que la Comisión Federal de Electricidad tomará el control de Luz y Fuerza del Centro.
El gobierno panista podría evitar un abuso sindical, rescatar una empresa en quiebra y empezar los cambios esperados entre el gobierno federal y los sindicatos, como dije anteriormente, cambios prometidos desde la campaña de Vicente Fox Quezada.
Un punto de conflicto dentro del panismo derrotado el 5 de julio fue precisamente el trato del gobierno federal con los sindicatos. Manuel Espino lo consignó desde el triunfo de Felipe Calderón en el 2006 que la relación con el sindicato de Elba Esther Gordillo fue dañino para el gobierno federal que cedió posiciones importantes.
Los tiempos son difíciles, como las últimas cuatro décadas del país, nunca se darán las condiciones adecuadas para echarse otro problema a custas, pero Javier Lozano parece conciente del alcance de la contienda y que el resultado va a hacer historia en su partido, esa que están esperando los que votaron por el PAN desde el 2000.

jueves, 1 de octubre de 2009

El PRI va por Genaro García Luna

Hugo Páez

Lo consideran un policía político, que al avance del sexenio de Felipe Calderón sumó poderes y tecnología de inteligencia superior a cualquier institución, inclusive el ejército.
El Partido Revolucionario Institucional mueve piezas para neutralizar su trabajo en la Secretario de Seguridad Pública federal (SSP), bajo el constante estado de paranoia de ser vigilados y no saber por quién, hacen el juicio fácil y voltean hacia Genaro García Luna, el invitado de piedra en gran parte de su propia comparecencia en la Cámara de Diputados.
Totalmente autoconvencidos, la cúpula del PRI siente -algunos aseguran tener pruebas-, que Plataforma México es un centro de espionaje con dos funciones: luchar contra el crimen organizado y realizar labores de espionaje con fines políticos. El hecho de que las comisiones de la Secretaría de la Defensa Nacional y la de Justicia estén en manos de dos priistas contrarios a García Luna, habla de que la estrategia para neutralizarlo va en serio.
Los asuntos del ejército, ese que bajo la mesa se siente invadido por la SSP federal, quedan bajo la mano Ardelio Vargas Fosados, quien fue parte del conflicto entre Eduardo Medina Mora y Genaro García Luna desde principios del sexenio, cuando el Secretario lo corrió como Comisionado de la Policía Federal Preventiva, puesto acordado para limar asperezas que nunca lograron suavizarse entre Eduardo y Genaro.
A pesar de que en esos momentos Ardelio era considerado el segundo mando de la institución, a las pocas semanas fue brincado por todos los amigos de García Luna, provinentes de la Agencia Federal de Investigación que fundo en el 2002 bajo la procuraduría de Rafael Macedo de la Concha.
La autoridad de Vargas, también ex funcionario del CISEN, fue rebasada y se incrementaron los encontronazos con los ex AFI´s. No lo soportó, se dio cuenta que el acuerdo con Medina Mora fue una simulación y decidió calentar las cosas para salir de la SSP rumbo al Centro Nacional de Planeación Análisis e información para el Combate a la Corrupción, rescatado por Eduardo Medina - Mora.
Cuando el reloj electoral marcó la primera alarma, buscó la diputación por el Partido Acción Nacional y al no lograrlo se refugió en el PRI, argumentando que en su función federal no tuvo preferencias políticas.
El PRI encontró un personaje para encarnar la mano dura de Felipe Calderón, hacerla ver que rebasa límites por consigna, como los que no quiso seguir el procurador Eduardo Medina – Mora, revelado a los cuatro vientos por los notables.
No tienen materia tangible contra García Luna, no la que habla de espionaje político y acciones de inteligencia, y olvidan algunos detalles reveladores de su vocación, como cuando José Luis Santiago Vasconcelos, más ligado al PRI, quedó en el desamparo federal, después de haber extraditado a más de 60 capos del narcotráfico a Estados Unidos. En esos momentos que salió de la PGR y quedó en el limbo, la única mano que encontró para proteger su integridad física fue la de Genaro, posteriormente sería la de Juan Camilo Mouriño, pero en esos días me dijo Vasconcelos en una comida: “No se me va a olvidar nunca, me vio (Genaro) casualmente en un evento, le explique que me habían reducido la seguridad a niveles risibles, en ese momento se deshizo de la mitad de su escolta y me la puso, mientras designaba a otros”. Por supuesto que no se iba a olvidar, los dos jugaban en canchas contrarias y el golpeteo los alejó considerablemente, si es que antes hubo un acercamiento real, porque José Luis decía hasta el cansancio que no confiaba en los AFIs de Genaro, solo en el ejército. Su escolta en PGR era militar.
En la comparescencia por la glosa del 3 informe presidencial en San Lázaro, García Luna se enfrentó a una oposición golpeadora. El juicio fue demoledor ante una bancada panista incapaz de defender a la figura emblemática de Felipe Calderón en la lucha contra el crimen organizado. Fue una simple muestra de lo que podrán ser tiempos más difíciles en una estructura de la SSP que no acaba de legalizar la fusión de las polcías federales, con la migración de elementos del ejército, unos temporalmente, otros en permanencia con lo que ahora se llama Policía Federal.
En el horizonte de Ardelio Vargas está reforzar el ejército y regresar elementos que fueron designados como policías, muchos de los cuales han reclamado beneficios prometidos que nunca llegaron. No hay que perder de vista que uno de los proyectos rechazados por PRI y PRD, pero que en la práctica camina desde hace dos años, es crear engordar a la Secretaría de Seguridad Pública con policías de todas las entidades de la república, con el argumento de que el combate al crimen organizado no es naturaleza inherente de las fuerzas armadas.
La trinchera tricolor será el Congreso, lo probó García Luna la semana pasada con los ex Comisionado de la Sebsecretaría de Seguridad de Gobernación, Omar Fayad y el ex procurador del Estado de México, Alfonso Navarrete Prida, amen de los delirios y la actitud porril de Gerardo Fernández Noroña y Porfirio Muñoz Ledo. Sin embargo, el epicentro del terremoto se encuentra en el primer vencedor de las elecciones del 5 de julio, que busca derribar todos los obstáculos para repetirlo en el 2012, el PRI.