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jueves, 26 de noviembre de 2009

Necesario blindaje legal y autonomía al Centro de Inteligencia de la Policía Federal

Hugo Páez

Se necesitan más que buenas intenciones y la integridad de una persona para blindar la información de inteligencia que procesa la Secretaría de Seguridad Pública y no se convierta en banco de datos políticos del partido del gobierno en turno, ó de intereses privados.
El martes, Felipe Calderón inauguró el Centro de Inteligencia de la Policía Federal; fue descrito como la expresión tecnológica de la estrategia de seguridad del estado mexicano. Una especie de Pentágono a escala; en el evento, el Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna garantizó de palabra que la información generada en el Centro será resguardada bajo estrictos protocolos y procesada con una visión institucional. Son buenas las intenciones de un funcionario que ha mostrado profesionalismo y lealtad, aún cuando existen innumerables intentos de intereses oscuros para desacreditarlo; pero nadie garantiza que el próximo tenga buenas intenciones.
El Centro de Inteligencia y su dirección merecen autonomía constitucional, tal como la tiene el Banco de México fundado en 1925 por Plutarco Elías Calles, que consolido su autonomía en 1993 en la reforma al artículo 28.
En la efervescencia política que nueve años atrás produjo un cambio histórico después de 70 años de priismo los organismos de inteligencia del gobierno y privados juegan un papel estratégico; las condiciones actuales aumentaron la probabilidad de un retorno del PRI, y en otros escenarios, la izquierda traza rutas probables de victoria, cuando menos desde su perspectiva.
Nadie comete el suicidio de revelar espionaje; la vulnerabilidad de las telecomunicaciones lo facilitan, casos como el de Luis Tellez ilustran la realidad del espionaje político, sin develar su origen. Estando en funciones de Secretario de Comunicaciones y Transportes fue interceptado en su teléfono celular y en los de su oficina; su entonces subsecretaria, Purificación Carpinteyro amenazó con dar a conocer las grabaciones que, según sus palabras, le proporcionó el titular de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL), Héctor Osuna Jaime, descubierto ayer por el periódico Reforma como una especie de abogado de facto de Televisa, que utilizó estudios de los asesores jurídicos de la televisora –que se supone regulada por Osuna-, para prorrogar la concesión extemporánea del canal 46, a todas luces violatoria de la ley de telecomunicaciones.
Parte de las grabaciones se publicaron en medios de comunicación y hasta el momento la Procuraduría General de la República no ha podido resolver el caso de espionaje que se antoja imposible, pero que es muestra real del espionaje; como le ocurrió a Manlio Fabio Beltrones y decenas de políticos que a final de día mantienen bajo llave sus temores para evitar el escándalo.
El despliegue tecnológico del centro de inteligencia es un paso gigante para el combate al crimen organizado, terrorismo, guerrilla, secuestro y todos los elementos de control necesarios para la seguridad nacional. García Luna no solo es un entusiasta de la tecnología, es un promotor incansable de sus aplicaciones en esquemas de seguridad, a diferencia del perfil que mantuvieron sus antecesores.
En su discurso, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública aseguró que el Centro de Inteligencia de la Policía Federal permitirá integrar las capacidades técnicas y operativas para toda la nación, con una perspectiva institucional, al margen de implicaciones políticas y por encima de intereses particulares. Precisó que será indispensable el escrutinio de la sociedad, por lo que se están definiendo "esquemas para hacer públicos los indicadores de operación y su cumplimiento por cada institución que participe de la interconexión, y se definen protocolos para resguardar con todas las medidas de seguridad la información sustantiva para el combate al delito”.
Este bunker subterráneo construido en cuatro módulos de tres niveles tiene grandes implicaciones: seguridad, alertas nacionales e instalaciones estratégicas; se conecta con equipos de computo en más de 600 puntos en los estados, municipios y 169 estaciones de policía.
El poder de control se explica por si solo y sus implicaciones son tan importantes que tarde o temprano requerirá un marco legal para blindarlo. A principios del sexenio quedó en el aire una iniciativa de reforma de ley para darle transexenalidad a la Procuraduría General de la República con el propósito de reforzar su autonomía. La fracción del PRI en el Senado de la República, tan entretenida en el diseño de mecanismos para amarrarle las manos al presidente de la república mediante ratificaciones de los Secretarios del gabinete y directores generales de las paraestatales más importantes, pretende olvidar uno de los principales problemas del país: la inseguridad; y sigue sin entrar con seriedad al debate en el Congreso. Tanto PRI, PRD, PT y Convergencia se limitan a parlotear el supuesto espionaje político que ejerce Genaro García Luna, así lo demuestre con protocolos estrictos y resguardo institucional.

martes, 24 de noviembre de 2009

Héctor Osuna de espionaje telefónico a otorgar concesiones de radio y TV

Hugo Páez

¿Qué quiso decir Andrés Manuel López Obrador con democratizar los medios electrónicos? ¿Repartir los canales de televisión a varios concesionarios? Porque a diferencia del monopolio de dos cabezas, la radio tiene muchos concesionarios.
Nadie lo sabe con precisión -sospecho que tampoco Andrés Manuel-, pero utiliza este misil para tirar el cerco mediático que dice le tendieron; el propio acto del Zócalo sirvió para documentar las fobias y filias que provoca. Por ejemplo: en una misma plaza, el mismo día, algunos periódicos destacaron como foto principal la Plaza de la Constitución llena de simpatizantes del movimiento, otros, publicaron el lugar lleno de globos aerostáticos.
Indudablemente la importancia del espectáculo turístico simplón dista años luz del significado político de la presentación del decálogo de López Obrador, aun con las fobias que provoca en grandes sectores de la población. Lo arrinconaron.
El líder de izquierda recalcó que su propuesta democratizadora no incluye expropiación ni censura; los dueños de los medios electrónicos no le creen, por eso se obligó a dejarlo “bien claro”.
El uso comercial de las frecuencias radioeléctricas del espectro son patrimonio nacional; por lo tanto, la concesión de señales de radio, televisión, telefonía e internet que utilizan este medio físico, es de los mexicanos. El buen ó mal uso que se dé, no solo es responsabilidad de los concesionarios, sino del gobierno que los regula. Entonces, concentrar más de un canal de televisión en una misma empresa es un verdadero atentado contra la democratización de los medios, tal como dice Andrés Manuel, ya que este tipo de banda permite menos de 10 canales de tv abierta y la influencia en la población es vital para una sociedad bien informada y educada. Está demostrado que la mierda que trasmite la televisión abierta comercial tiene gran influencia en la educación de los mexicanos.
En alguna ocasión, un alto funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes dijo que los organismos reguladores, como la COFETEL de Héctor Osuna, se convirtieron en fans de los regulados; o sea, una clase de “empleados”, por lo tanto, las compañías hacían lo que querían. Como ironía del destino, ayer la Corte falló a favor de que COFETEL otorgue, renueve y revoque las concesiones de radio y televisión, en lugar de ser la Secretaría de Comunicaciones y Trasportes quien lo haga.
La Comisión es un organismo con cierta autonomía, a diferencia de la SCT, sin embargo, Osuna, ex senador panista que fue nombrado por Vicente Fox y avalado por el Congreso, goza de la confianza del presidente Felipe Calderón, aun cuando estuvo acusado de espionaje telefónico al ex titular de la SCT, Luis Téllez; Purificación Carpinteyro declaró que él le proporcionó el disco de las grabaciones. ¿Y los cambios profundos que urgió el presidente?

jueves, 19 de noviembre de 2009

Nombramientos de Plascencia confirman continuidad de Soberanes en Derechos Humanos

Hugo Páez

Son los mismos pero revueltos. Raúl Plascencia Villanueva aseguró la continuidad de José Luis Soberanes en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Administración cuestionada por servirles, como agencia de relaciones públicas en las que se contrataron a parientes de ministros de la Suprema Corte y prominentes políticos.
El nuevo ombudsman nacional, Raúl Plascencia, nombró a funcionarios que sirvieron a Soberanes, otros fueron designados como pagos de compromisos políticos y de partido, además de simular cambios para dar la apariencia de romper con el pasado, pero la realidad es otra.
El primer visitador, Luis García López Guerrero, era secretario técnico de Soberanes y su secretario particular por 5 años. Formó parte de la campaña de Plascencia con recursos de la CND, los temas de esta visitaduría son: Gobernación, PGR, Secretaría de Seguridad Pública y Salud.
El Segundo Visitador, Luciano Silva Ramírez, tiene nexos directos con el grupo de Cesar Camacho Quiroz del PRI y lleva los casos de más de 40 autoridades entre las que se encuentra la Secretaría de la Defensa Nacional.
La tercera visitaduría fue asignada al empresario Daniel Romero de Baja California, ligado a Jorge Hank Rhon. Está convencido de las bondades de privatizar las cárceles, “casualmente” esta visitaduría lleva los asuntos penitenciarios. Romero fue presidente nacional de la industria maquiladora, ámbito se caracteriza por ser uno de los más violadores de los derechos laborales. Presidió también el Consejo Coordinador Empresarial del estado.
La cuarta visituría fue una concesión al PAN, la ocupa Teresa Paniagua Jiménez quien era subdirectora de la Unidad de Enlace de la Cámara de Diputados; es originaria de Guanajuato y diputada local por Acción Nacional. Sin el perfil para el tema, lleva los asuntos indígenas de la Comisión.
El quinto visitador es Fernando Batista, fue el cuarto con José Luis Soberanes y durante un periodo su secretario particular; ve los temas de migrantes.
Las mismas aguas se revolvieron en la CNDH para poder navegar con los mismos capitanes. El director general de Información Automatizada, Angel Efraín Pedroza, era particular de Raúl Plascencia y ratificó a Gerardo Gil Valdivia como Director General de Planeación y Análisis. También fueron confirmados el Director de Quejas y Orientación, Máximo Carvajal, conocido priista del grupo de Francisco Labastida Ochoa; y Malcom Alfredo Hammer Muñoz como Oficial Mayor.
Para simular cambios, Plascencia movió un nivel a algunos incondicionales de Soberanes. Por ejemplo, nombró a Arturo Zárate Vite Coordinador General de Comunicación Social y Proyectos; a Gómez Pombo, quien ocupaba el cargo y fungió coordinador de la campaña de Plascencia las últimas semanas, lo designó Director General del área.
Al ex tercer visitador de Soberanes lo designó Director General de Agravio a Periodistas. Ratificó a la maestra Victoria Adato como Coordinadora del Programa sobre Asuntos de la Mujer, la Niñez y la Familia; fue colaboradora de Soberanes desde hace 10 años y ministra retirada con pensión vitalicia.
La Dirección General Jurídica se dio como pago al partido Convergencia para Javier Sepúlveda.
La limpia si llegó para los que se opusieron a Raúl Plascencia en contienda a la presidencia de la CND. Despidió al personal relacionado con Mauricio Farah y Javier Moctezuma Barragán.
En conferencia de prensa, Raúl Plascencia renegó la pertenencia al grupo de Jorge Carpizo, sin embargo, nombró a Luis Ortiz Monasterio como Secretario Ejecutivo, quien fungió como Secretario Técnico cuando Carpizo fue presidente de la CNDH. Lo dicho, renombraron a los Soberanes.

martes, 17 de noviembre de 2009

La bancadita de Josefina Vázquez Mota

Hugo Páez

¿Qué tan efectiva puede ser una bancada parlamentaria, por cierto la segunda más fuerte de la Cámara de Diputados, si no pudo librar siquiera uno de los tres proyectos de desaparición de secretarías, propuesto por Felipe Calderón?
Del la segunda semana de septiembre a la fecha, cuando el presidente explicó el proyecto de recorte del gasto que incluía la desaparición de Turismo, Reforma Agraria y la Función Pública, las prioridades pudieron cambiar, sin embargo, a solo dos meses, habla de dos posibilidades: una enorme incapacidad de operación de la bancada de Josefina Vázquez Mota con sus 143 diputados ó de una ligereza del ejecutivo a la hora de proponer acciones contra el boquete financiero de 300 mil millones de pesos.
Quiero imaginar que la decisión de recortar tres secretarías es producto de un análisis profundo, muy profesional, aún cuando sus funciones primordiales se incorporen a otras, y no solamente fue una puntada para cubrir un faltante de ingresos. Digamos que desaparecer la Secretaría de Turismo, que es una alternativa con enorme potencial futuro en México, por lo tanto una opción sólida para depender menos de los ingresos petroleros, debió ser producto de estudios que pusieron sobre el escritorio de Felipe Calderón los elementos para decir: va, la Secretaría desaparece como tal y solo las funciones primordiales se integrarán a la de Economía; por lo tanto, baja de nivel de importancia en los proyectos de nación.
Seguramente las bancadas del PRI (237) y el PRD (71) ponderaron el riesgo, sin embargo, el hecho de que una Secretaría tan falta de resultados, como es la Función Pública, no mereciera su aval para desaparecerla, habla de que la posición de los dos grandes partidos opositores a la propuesta federal es más producto de una lucha de poderes, que de una defensa de lo más conveniente para México.
Una de las posiciones incomprensibles del PRI y la resistencia cero del PAN, en el presupuesto de Egresos, es la Cédula Única de Identidad. De no ser rescatada en la aprobación a detalle del presupuesto, será postergada, aún cuando es uno de los proyectos básicos para el combate al crimen organizado.
La credencial con medidas biométricas de sangre, ADN, lectura de iris y huella digital la hacen altamente confiable y las bondades a mediano y largo plazo son exponenciales. Los argumentos en contra son a corto plazo, es la típica visión de urgencia que ha mantenido al país en el tercer mundo, en la solución de lo inmediato y la postergación de lo trascendente como método de gobierno. Pero eso sí, de recortar los gastos de los partidos, ni hablar.

jueves, 12 de noviembre de 2009

De nuevo la izquierda paga la factura

Hugo Páez

La imaginación se agota ante la frustración de irse empequeñeciendo cada vez más. Las marchas de protesta funcionan positiva ó negativamente en la población, en proporción inversa al número de los interesados reales. La respuesta de los capitalinos ayer fue de un silencio estruendoso, ausencia y rechazo, un paisaje equivalente al que dejó la alerta por el virus de la influenza.
En conclusión, los citadinos trataron el movimiento del menguante Sindicato Mexicano de Electricistas como un virus inevitable, al que habría que sacarle la vuelta.
Dos ejemplos ilustran las diferencias en las protestas: la marcha blanca ciudadana con cientos de miles de participantes -probablemente rebasaron el millón-, en la que todos eran interesados, no acarreados, más los millones que simpatizaron con la causa y se sorprendieron del caudal de gente por la televisión. Nadie se quejó de las molestias, fue un auténtico movimiento ciudadano.
Lo de ayer no fue lo mismo, el Sindicato Mexicano de Electricistas encabezado por Marín Esparza, el de telefonistas, el PRD, el Partido del Trabajo y otras organizaciones construyeron un conglomerado para mostrar músculo clientelar, nada que demuestre más allá de una organización con fines de lucro; mecánica establecida para ganar dinero; los del micrófono más, los de la torta y el Boing, menos.
Este suicidio gradual de la izquierda mexicana indudablemente le aporta votos en contra. La elección del 5 de julio lo redujo casi a niveles de chiquillada en la Cámara de Diputados. Marcelo Ebrard advirtió la semana pasada que, de no llegar unidos al 2012 habrá que olvidarse de la presidencia de la república en la próxima década. Me imagino que quiso decir “en la próxima docena de años”, si tomamos como número base el sexenio; ó son dos, ó es uno: 6 ó 12, no diez.
Si le quitamos la intención de adelantarse a Andrés Manuel López Obrador como candidato de unidad, Marcelo en unas cuantas palabras reveló un pronóstico perredista de catástrofe.
Las marcha es un elemento insidioso en una izquierda mexicana, incapaz de cuantificar el daño que le hace subirse a cualquier barco que atraque en su puerto, la mayoría de las veces por piratas desahuciados.
Exigir justicia, exponer una causa, son elementos de protesta usuales en el mundo entero; en la ciudad de México se ha hecho un abuso de ello, parte se lo debemos a ser el centro de atención mediática del país. Son parte del paisaje cotidiano azotados por los temporales políticos.
El PRD ha tratado sin éxito de sepultar ese fantasma que lo ataca por varios frentes, se cree comprometido a seguir liderazgos disfrazados de causas sociales.
En el último lustro, Andrés Manuel López Obrador se convirtió en el centroide en que gravita la protesta callejera; el clímax: el plantón de Reforma que costó sangre electoral al PRD y al propio Andrés Manuel que parece secuestrado por su personaje, igual que Gerardo Fernández Noroña que lo eleva a grado superlativo; los dos, enfundados en su botarga de la que no pueden salir.
México no merece quedarse sin una izquierda sólida y comprometida con las causas sociales. No una izquierda funcional al oficialismo, negociadora y oxidada por intereses; si, una que equilibre al PAN y al PRI. Las experiencias de Vicente Fox y Felipe Calderón ilustran que la alternancia sola no es la solución, ni el regreso al pasado; los problemas de México son tan profundos y tan insidiosos, que necesitan la interacción cuando menos de las tres fuerzas, con madurez política, no el capricho que vimos ayer, que al final del día producirá costos en todos los niveles de la economía, pero sobre todo, a la izquierda mexicana.

martes, 10 de noviembre de 2009

Pues sí, repitieron a Soberanes

Hugo Páez

Me informan que el hijo del ministro José de Jesús Gudiño Pelayo, del mismo nombre y Cicero de segundo apellido, trabaja como adjunto de la primera visitaduría de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, lo corroboré en la pagina web http://cndh.org.mx/dirserpub/index.asp y ahí está, justo en el área en la que era titular Raúl Plascencia Villanueva, antes de ser designado la semana pasada nuevo ombusdsman nacional.
Nada extraño de no ser porque el ministro de la Suprema Corte de Justicia llevó una demanda contra Plascencia y lo exoneró (expediente 01484/2008-0) de falsificación de pruebas, manipulación y ocultamiento de evidencias para sustentar una recomendación contra la PGR, interpuesta por los agentes del ministerio público Medel Lezama y Soto Correa.
Fuentes de organizaciones civiles que tienen trato constante con la Procuraduría General de la República me confirman la versión de que el presunto delincunte José de Jesús Zúñiga Velazquez, fue inducido por la CNDH a declarar contra los ministerios públicos para que Plascencia pudiera sustentar la recomendación contra la PGR por tortura, cuando el procurador era Daniel Cabeza de Vaca.
Al ver frustrada la promesa de la CND, que según esto la acusación contra los MP´s favorecería a Zúñiga, se decidió a revelar la “inducción” del primer visitador.
Gudiño Pelayo recurrió al artículo 13 de la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para exculpar a Plascencia: “El presidente de la Comisión Nacional y los Visitadores Generales no podrán ser detenidos ni sujetos a responsabilidad civil, penal o administrativa, por las opiniones y recomendaciones que formulen, o por los actos que realicen, en ejercicio de las funciones propias de sus cargos que les asigna esta ley”.
El primer visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es el puesto más importante después del presidente de la Comisión, e indudablemente el hombre de más confianza. Raúl Plascencia Villanueva tenía el cargo con José Luis Soberanes. En esos años se utilizó a la Comisión como espacio de relaciones públicas en la que tuvieron cabida familiares de destacados políticos que incuestionablemente crean relaciones que comprometen su ejercicio transparente y autónomo. Soberanes fue funcional a los intereses de dos partidos, no a los de los mexicanos; con esta historia y estos antecedentes, Raúl Plascencia tendrá que demostrar con hechos que no es la versión 2.0 de Soberanes.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Los Simuladores

Hugo Páez
Un gran montaje y reconstrucción de imagen pasan diputados y senadores por la aprobación del paquete financiero que, en boca de algunos simuladores que lo aprobaron “no gustó a nadie”.
Como si estuviera exenta de cualquier responsabilidad, la diputada y presidenta del PRI, Beatriz Paredes, declaró en Europa la frase que pretende transmitir un mensaje de protesta. Es solo simulación.
Los cargos definen responsabilidades, la de diputados y senadores es la cumbre de la pirámide que construye y modifica leyes, esas que se aprobaron y que en voz de los que levantaron la mano ó las dejaron pasar en la abstención vergonzosa, ahora tratan de explicar que no es lo que querían. Simuladores.
No al engaño de los simuladores, en el último debate parlamentario hablaron por el PRI y el PAN, y en tiempos pretéritos aprobaron la ley Televisa por unanimidad, incluyendo a los partidos de izquierda. Lágrimas rodaron acusando a la televisora de chantaje; traducción mediante se podría leer: primero están nuestros intereses personales y nuestro futuro político que el de los ciudadanos que votaron por nosotros.
Ante el interrogatorio de la opinión pública los legisladores escondieron la cabeza; los simuladores entraron en rictus como víctimas de los poderes fácticos.
El Presupuesto de Egresos de la Federación pinta para una reedición del debate fiscal, el centro de ataque del PAN será la reducción del 50% del gasto de los partidos políticos.
No será un debate fácil cuando el PRI considera que esta posición beneficia al PAN, que conserva la ventaja de los programas federales para lucrar electoralmente.
La propuesta cuenta con gran popularidad, el excesivo gasto ofende a los ciudadanos; organizaciones sociales se empiezan a agrupar para obligar a los partidos a reducir sus percepciones. La ofensa de la familia González Torres que hicieron del Partido Verde un negocio exitoso, Elba Esther Gordillo que utilizó al sindicato de maestros para maquilar su propio partido el Partido Nueva Alianza (PANAL), las “Juanitas” de la Cámara de Diputados que prostituyeron la cuota de género para ceder su curul a sus proxénetas, habla de la peor de las simulaciones.
Estamos atrapados en esa cultura, usamos el argumento como un leitmotiv ético para hacerla efectiva. Una muestra es el discursos que amparaba el impuesto del 2% para combatir a la pobreza; una vez que el Congreso la enrocó por el aumento del IVA en un punto, la simulación fue innecesaria; ya vendrán otras oportunidades para demostrar que la posición original no era simulación.
La fracción priista del senado simula conciencia social y solidaridad con los ciudadanos al proponer una reducción del IVA al 12%, Manlio Fabio Beltrones trató de mantenerlo en 15%, su bancada simuló disgusto y abandonaron la votación, ahora van por una propuesta supuestamente más audaz, reivindicadora de una acción antipopular, que en el menor de los costos políticos, produjo dos spots del PRD acusando al PAN y PRI de mentirosos.
Las políticas proaborto simulan interrumpir embarazos para cubrir la insoportable palabra asesinato, idependientemente que se esté de acuerdo ó no con la ley. En una escena por demás bizarra, después de la aprobación en la Asamblea Legislativa del DF, tanto legisladores del PRD como del PRI pidieron a la iglesia católica no ser excomulgados, como pasó a los liberales que aprobaron la Constitución de 1857.
Veremos en estos días como se gesta la gran simulación para evitar que el gasto de los partidos sea recortado en un 50% en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que debe quedar aprobado antes del 16 de noviembre. Una medida tan popular necesitará de la imaginación más aguda para convencernos que es un dinero bien invertido. Solo espera unos días.