Hugo Páez
Felipe Calderón revierte sus negativos y ve en las campañas una excelente oportunidad para abrir un frente contra Ricardo Anaya Cortés. En resumen, mal para el panismo.
La disputa interna en momentos en que el presidente de Acción Nacional tendría que probar unidad es propicia para someter al partido a la figura con más aceptación del panismo según las encuestas: Margarita Zavala Gómez del Campo.
No parece importar que la irrupción del ex presidente en el arranque de campaña Durango y Aguascalientes derrumba la presunta autonomía de la ex primera dama de su esposo, tesis formulada en decenas de entrevistas desde el desvelo público de su aspiración presidencial en junio del año pasado, sin embargo, poco a poco han cambiado las circunstancias a partir de la espiral de crisis de seguridad, financiera e imagen, del gobierno de Enrique Peña Nieto, en estas condiciones Calderón permea poco a poco en la actividad política y parece lograr revertir cierto rechazo social comparado con el principio del sexenio, sobre todo en la base del PAN dolida con la entrega del poder al PRI de Peña Nieto.
Pero nadie quiere repetir a Felipe Calderón en la presidencia. Tampoco nadie cree en la autonomía de gestión de Zavala Gómez del Campo en caso de llegar a Los Pinos.
A partir de estos postulados, y a medida en que Felipe reconstruye su imagen y aumenta la aceptación social, cree que será menos dañino para Margarita.
La campaña es el momento. Al menos en Durango y Tlaxcala, con buenas posibilidades de triunfo panista -más lejos Aguascalientes- sería una demostración de músculo, una forcejeo con el resultado que pueda obtener Ricardo Anaya en Puebla y Veracruz.
Pero Puebla es un coto bien definido en la aspiración presidencial de Rafael Moreno Valle, una figura en ascenso en las encuestas. Y un probable triunfo en Veracruz verá renacer la aspiración de Miguel Ángel Yunes Linares.
A medida que surjan más competidores como Miguel Márquez Márquez en el bastión Guanajuato y Roberto Gil Zuarth desde la presidencia del Senado, Margarita atomizará esa contraparte.
Calderón apunta directo, es un buen tribuno, puso en duda el domingo en Aguascalientes la calidad ética de Anaya Cortés por acaparar los miles de spots del partido en beneficio de su imagen, pide el piso parejo en el padrón que descompuso Gustavo Madero y no logra depurar Ernesto Ruffo Appel por la dilación del Instituto Nacional Electoral, es prematuro este último reclamo, pero le funciona para exhibir a un CEN falto de pulcritud al que habrá que sumar los tropiezos para echar a andar, después de seis meses, la Comisión Especial Anticorrupción de Luis Felipe Bravo Mena.
Hay quienes apuestan a que Margarita no iría como independiente, que la amenaza es el octanaje para doblar a Ricardo Anaya, que necesita la fuerza emotiva de Acción Nacional, el partido que puede ser el gran ganador en estas elecciones y las previas para cimentar de nuevo condiciones para el 2018. Pero los demonios están en casa.
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