Hugo Páez
Resulta una
afrenta a la cultura de la legalidad, al Estado de Derecho, el discurso del
gobernador Cesar Duarte, en periodo electoral, ante 10 mil ciudadanos -
electores en la Universidad Autónoma de Chihuahua, cargado de dialéctica
religiosa.
Y resulta una
afrenta por que los ciudadanos estamos obligados a respetar la ley, igual que
el sacerdote que no puede mostrar sus preferencias electorales desde el
púlpito, por que la norma no se lo permite y por la insistencia a mantener esa
doble moral priista, que Cesar Duarte mandó al carajo para “Consagrar” su
estado, Chihuahua, a Dios.
Resulta una afrenta mas porque todo parece
indicar que el caso de gobernador será una reedición mas de la aplicación de la
ley a discreción, como es el caso de los encapuchados que tomaron Rectoría de
la UNAM, o los maestros liberados de la CETEG, que además evocan un pacto de no
ejercicio de la acción penal, caordado según ellos, en las oficinas de
Gobernación de Miguel Ángel Osorio Chong.
Consulto a un
experto en la materia y me dice que este tipo de transgresiones no ameritan una
pena mas allá de 20 mil salarios mínimos, ya que puede constituir una violación
al Artículo 25 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público al asistir en
su carácter de gobernador a un acto religioso de culto, aunque mas bien fue un
acto público convertido en religioso.
También violenta al Artículo 29
de dicha ley al convertir un acto religioso en reunión de carácter político, no
obstante, es clara la falta al COFIPE que señala que los partidos políticos
deben abstenerse de utilizar símbolos religiosos así como expresiones,
alusiones o fundamentaciones de carácter religioso en su propaganda. En
Chihuahua se elegirán 33 diputados locales y 67 alcaldías el 7 de julio de este
año y no hay argumento de defensa para Duarte.
El gobernador
puede argumentar que no estaba en un acto oficial –que no es el caso-, sin
embargo, como ciudadano y miembro del PRI puede ser sancionado por la autoridad
electoral, siempre y cuando el Instituto Electoral del estado, o Leonardo
Valdés del IFE toman cartas en el asunto.
Paradójico que
ante la insistencia de la bancada del PRI de modificar el Artículo 40 de la
Constitución, para agregar la palabra “Laica” a la definición de República
Mexicana, el gobernador de Chihuahua realice una virtual homilía ante 10 mil
personas, incluida la clase política del estado, el Arzobispo, obispos y un
centenar de sacerdotes, en la Universidad Autónoma de Chihuahua.
La modificación al 40
Constitucional el año pasado fue tomada como una ociosidad, ya que el gobierno
federal y el de los estados constantemente se han promulgado como gobiernos
laicos, sin embargo, la insistencia rindió frutos y ahí está la ley. Falta ver
esa insistencia de los compañeros de partido de Duarte para que la
Subsecretaria de Población, Migración y Asuntos Religiosos de Gobernación,
Mercedes del Carmen Guillén Vicente, y Miguel Osorio Chong, le recuerden que
Chihuahua es un estado laico.
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