Hugo Páez
La calma chicha en el 2006 en la UNAM fue por un pacto de Juan Ramón de la Fuente con Andrés Manuel López Obrador, que al parecer no se respetará en la campaña del 2012.
La principal preocupación del entonces rector era que el candidato de las izquierdas no “incendiara” la máxima casa de estudios, para evitar convertirla en el epicentro de una protesta nacional.
A De la Fuente le tocó el desalojo de los miembros del Consejo General de Huelga el 6 de febrero del 2000 por la Policía Federal, iniciada 10 meses atrás en protesta por las modificaciones al Reglamento General de Pagos, y aunque este se derogó dos meses después, los huelguistas ampliaron sus demandas a cinco puntos imposibles.
Pues ahora el ex rector y virtual Secretario de Educación Pública de López Obrador lo acompañará en la explanada de rectoría. Una jugada que se enmarca en el incidente de Enrique Peña Nieto en la Ibero, con el propósito de mostrar músculo en esos territorios pantanosos en que se convirtieron las universidades para los candidatos presidenciables, y en medio de los cuestionamientos del sistema de educación pública, acusado de estar secuestrado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de Elba Esther Gordillo.
La educación pública se enfila como uno de los temas principales en el próximo debate el 10 de junio, sumado a la participación del candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri, y su relación con la líder del magisterio que externó, junto con su yerno y candidato del PANAL al Senado, Fernando González, sus preferencias por Enrique Peña Nieto.
Se podrá decir Juan Ramón de la Fuente no tiene oficialmente autoridad alguna en la UNAM, y que esta compete a José Narro Robles, el rector que hasta el momento no planea estar presente en el mitin para conservar las formas, sin embargo, es innegable la influencia moral de Juan Ramón en los estudiantes y ex estudiantes, que extrapolados a las familias con filiación académica, suman cientos de miles.
Un ejemplo que ilustra el “raiting” del ex rector son sus apariciones en el estadio de los Pumas en CU; los espectadores se le han entregado con aplausos en diversas ocasiones; las muestras hablan mas que bien de un personaje reconocido en todos los ámbitos, y en diversos partidos políticos que en su momento le ofrecieron candidaturas y cargos públicos que siempre rechazó.
Indudablemente ahora es uno de los principales activos del candidato de las izquierdas, el que mayores dividendos le puede aportar a un Andrés Manuel acostumbrado a decidir en solitario, con una gran intuición política, pero que al mismo tiempo le ha acarreado grandes errores, como el plantón de Reforma, ese que asustó a Juan Ramón de la Fuente y lo obligó a poner distancia para mantener el pacto de no meter a la UNAM en un conflicto calculado en proporciones nacionales.
Ahora Juan Ramón cambió sus propias reglas, se le ve muy cerca del candidato, participa de lleno en el debate de la educación y es comparado con José Vasconcelos, el Secretario de Instrucción Pública que posteriormente fue candidato presidencial.
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