Hugo Páez
En la última semana, Ricardo Anaya Cortés sumó presiones, primero por el destape de su candidatura a la presidencia de la república en Baja California, organizado por Francisco ‘Kiko’ Vega, y posteriormente por el reconocimiento de Coparmex al modelo calderonista, y el avance efectivo de Rafael Moreno Valle.
Margarita Zavala no perdió tiempo, dio la ‘bienvenida a la candidatura’ de Anaya, lo que lo invalida como árbitro de la contienda, y, a partir de la posición inocultable del evento matraquero en Tijuana, su estancia en la presidencia de Acción Nacional es insostenible, es la tesis de los calderonistas.
Uno de los grandes dilemas de Margarita Zavala es la carga de Felipe Calderón Hinojosa y la amenaza del presunto arsenal de información venenosa del sexenio pasado, que suponemos en manos del gobierno federal, al servicio del PRI de Enrique Ochoa Reza.
Pero de último momento la Coparmex le hizo un regalo a la ex primera dama y golpeó al aspirante mejor posicionado del PRI: Miguel Osorio Chong al reconocer el error de apoyar la fusión de la Secretaría de Seguridad Pública con Gobernación.
A pesar de hacer énfasis en cada entrevista sobre su identidad, con el nombre: ‘Margarita Zavala Gómez del Campo’, no, ‘de Calderón, tiene la cordura y fidelidad de principios de no tomar distancia sobre Felipe, sobre todo en el discurso público, a pesar de pelear cláramente en cada entrevista el derecho a su individualidad y al valor e ideas propias.
Pero ese lastre de Margarita se diluye a medida en que Miguel Osorio Chong no logra convencer que el imperceptible avance milimétrico en materia de seguridad es una realidad, y la desesperación y percepción de inseguridad de la población crece, y para enterrar cualquier reducto de optimismo gubernamental, la iniciativa privada en voz de la Coparmex de Gustavo de Hoyos, dio un duro golpe a la Secretaría de Gobernación y un gran regalo a Margarita.
La iniciativa privada organizada reconoce la equivocación al crear la supersecretaría de Gobernación, como parte de las reformas estructurales de Enrique Peña Nieto. Es un claro mensaje al gobierno federal: las cosas funcionaban mejor en el sexenio pasado que en el actual.
En concreto, la Coparmex pide la separación de la SSP de Segob, apoyados al menos por María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, la líder de la sociedad civil que se mantiene como observadora de cada paso de los tres niveles de gobierno en el tema de seguridad.
La reacción de Renato Sales Heredia, titular de la Comisión Nacional de Seguridad, entidad estructural que representa la fusión en Gobernación, fue de total rechazo a la petición de la cámara empresarial, igual que Osorio Chong, pero el golpe está dado y será cuesta arriba revertir la percepción del fracaso.
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