Hugo Páez
En
los primeros meses del gobierno de Gabino Cue coincidí en una mesa con el ex
gobernador de Oaxaca Ulises Ruíz. Hablamos de los problemas de los maestros de
la Sección 22 de la CNTE y la dificultad para mantener en orden la dinámica de
la educación básica en el estado, en manos de una federación de líderes con
suficiente autonomía para presionar cada quien por su lado.
Ulises
no entendía el fracaso de Gabino Cue para contener la virulencia de los
maestros, estaba demostrado que la ausencia de una cabeza dominante, obligaba a
una serie de acuerdos largos y desgastantes que terminaban básicamente en
dinero.
Las
opciones se resumen al sometimiento mediante el enfrentamiento –por el historial
de los activistas-, o a ceder al chantaje con decenas de sublíderes. Gabino
trató de “arreglarse” con una o dos cabezas, en consecuencia el problemas
resurgía con los “no arreglados”.
¿Por
qué Felipe Calderón y Marcelo Ebrard no vivieron un problema así en la capital
de la república..?
La
fácil respuesta sería que en el sexenio pasado los intentos de Reforma
Educativa fueron totalmente descafeinados, y aun cuando Elba Esther Gordillo no
controlaba ese apéndice del magisterio, era un contrapeso que ahora Juan Díaz
es incapaz de ejercer.
Pero
a medida en que el monólogo de los líderes magisteriales de Oaxaca, Michoacán,
Tabasco y Guerrero, disfrazado de diálogo con senadores, diputados y gobierno
del DF, no avanza en acuerdos concretos, demuestra que las reformas secundarias
de la Ley Educativa son un pretexto para iniciar una agenda de provocaciones puntuales,
bien estudiadas, y de gran impacto que se irán hilvanando con los debates de la
Reforma Energética y la Hacendaria, principalmente.
Por
otra parte, Andrés Manuel López Obrador no repetirá el suicidio del Plantón de
Reforma del 2006, que en su propia reflexión “pagó un altísimo precio”. Esta
vez no será él quien prenda el pebetero, ni algún personaje de primer nivel de
MORENA. Lo hicieron los maestros que agregaron ayer al oxidado Sindicato
Mexicano de Electricistas que manotea en otros frentes para todos lados sin
llamar la atención.
Pero
tal vez lo mas redituable del séptimo día consecutivo de bloqueos fue el cambio
en el mensaje del Primer Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto programado
hasta el miércoles en la mañana en el Campo Marte a las 11:00 horas del
domingo. La mesura será interpretada como debilidad y será exhibida como
efectividad de la marcha del Zócalo a Los Pinos, no obstante que el informe contendrá
grandes inconclusos y esperados golpes de timón por el fallido tratamiento de
la economía en los primeros nueve meses del sexenio.
Tal
vez ya ni siquiera sea necesario el mártir buscado desde el 1 de diciembre del
2012 -día del cambio de poderes-, el ariete ideológico de la privatización de
la educación, la del petróleo y la propuesta del aumento del IVA a alimentos y
medicinas son suficientes para mantener la llama activa, y ya si en el frenesí
de las protestas se logra el caído, será un plus con nombre y rostro.
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