Hugo Páez
Con muchos indicadores de Elección de Estado, Andrés Manuel López Obrador tuvo en sus manos la derrota histórica de la cueva del PRI, pero repitió la sucesión de errores, y le probaron que la probidad moral de todo un partido es un tema difícil de mantener.
La feligresía de Morena y los indignados reclamantes de revancha, le habían perdonado el acompañamiento de discutidas moralidades priistas de antaño como Manuel Bartlett, Esteban Moctezuma, Ricardo Monreal Ávila, Layda Sansores, y un sinnúmero de perredistas ubicuos, amén de las bochornosas escenas de René Bejarano, Gustavo Ponce, y recientemente Eva Cadena.
Y después de surcar esos pantanos, Andrés Manuel seguía siendo El Inevitable, con máximos de popularidad en febrero de este año.
Andrés, la encarnación del único avatar anticorrupción.
Así continuó la historia, hasta tratar de postrar a toda la izquierda al cuarto para las doce de los comicios mexiquenses, para reforzar a Delfina Gómez Álvarez, la candidata a la sombra del caudillo.
El discurso demoledor de López Obrador contra Juan Zepeda trataba de exhibir los acuerdo de Alejandra Barrales Magdaleno y Miguel Mancera Espinosa con el priismo de Alfredo del Mazo Maza y Enrique Peña Nieto.
Entendió con claridad la imposible declinación, y la estrategia del PRI para desviar votos de los encabronados y la izquierda, a Zepeda, para lo cual aumentó decibeles con el propósito de demostrar que la única oposición es Morena.
Pero Zepeda resultó ser un buen púgil electoral, y emergió como el salvavidas esperado por Barrales y Mancera, en plena crisis del PRD por la fuga de senadores a Morena.
Aún así, la apuesta en la opinión pública era Delfina, pero llega el ataque final, directo al nerviosismo del sector de natural rechazo al populismo y a las políticas sociales extremas propuestas por López Obrador, se difunde una videograbación de la directiva de Morena en compañía de la embajadora de Venezuela María Urbaneja Durant, en una reunión de empatías y apoyos al régimen chavista Nicolás Maduro.
A los días, aparece otra grabación de la Secretaria General Yeidckcol Polevnsky, en alabanzas al sucesor de Hugo Chávez y a las políticas del gobierno de la República Bolivariana, que mantiene a la población en crisis de todo tipo, en tensión y represión brutales.
En este último recuento debe incluirse el audio difundido entre Andrés Manuel López Beltrán, hijo de López Obrador, y Polevnsky, donde se aprecia un acuerdo para ocultar presunto financiamiento ilegal para actividades del partido.
Así, a unos días del 4 de junio, en este bombardeo clásico de tiempos electorales, apareció Andrés Manuel El Intolerante, para desplazar a López Obrador El Inevitable del 2018.
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