Hugo Páez
La misma semana en que esperamos la ‘fatwa’ de Donald Trump contra México -mañana en el Capitolio de Washington-, en nuestras propia casa no terminamos de digerir la bestialidad de los gobernadores de Veracruz Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, al permitir el suministro de medicamentos falsos a niños y adultos con cáncer, y pruebas falsas de VIH, según acusación del gobernador Miguel Ángel Yunes.
Por la intervención del Secretario de Salud José Narro Robles y del ombudsman Luis Raúl González Pérez, los datos de Yunes parecen sólidos, y la náusea del hecho tan presente, que el presidente del Senado, Pablo Escudero Morales del Partido Verde, íntimo aliado del PRI, partido de los dos gobernadores acusados, pidió la atracción del caso por la Procuraduría General de la República de Raúl Cervantes Andrade.
La vergüenza es monumental, a esto se le llama NO tener madre, al grado que la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Angélica de la Peña, exigió al canciller Luis Videgaray Caso el cese de Fidel Herrera como cónsul en Barcelona España, para rendir cuentas.
La crisis moral incursiona nuevas fronteras. Ayer mismo, en una escena que imaginamos de una sociedad culturalmente distante, como la de Estados Unidos, un estudiante de 15 años de Monterrey protagoniza una locura violenta al disparar una pistola contra tres de sus compañeros y su maestra en un salón de clases del Colegio Americano del Noreste. Dolorosa la recreación en video del horror que viven los adolescentes, impotencia hasta no encontrar las causas de tal descomposición del seno familiar.
He sido reiterativo sobre las condiciones de impunidad de cientos de gobernadores y su paraíso idílico que muy pocas veces se ve escrutado. De nuevo comento la duda de que Javier Duarte estuviera viviendo la situación de persecución legal, si el candidato de su partido, Héctor Yunes Landa, hubiera ganado la gubernatura. Estos horrores que vemos, este NO tener madre, se mantendría bajo la alfombra de la complicidad, como muchos otros, tal vez peores, que quedaron enterrados por la ‘continuidad’ transexenal del partido.
Y para cerrar una semana horribilis, a pesar de que ya probamos una muestra de Trump, mañana veremos la verdadera dimensión del problema. Un diario canadiense adelanta la inmediata renegociación del Tratado de Libre Comercio entre los tres países, esto, en términos del nuevo presidente de EUA, es simplemente la imposición de nuevas reglas comerciales, y, de NO aceptar el sometimiento, el rompimiento del NAFTA.
No hay fórmulas, pero sí rutas seguras que nos lleven a buen puerto, por ejemplo, el combate frontal a todas las formas de corrupción, la transparencia, la rendición real de cuentas, y el escrutinio de la sociedad civil en las decisiones de los tres niveles de gobierno. La única forma de librarnos de los que NO tienen madre.
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