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miércoles, 7 de febrero de 2018

El Obispo consigliere del narco en Guerrero, el estado fallido de Astudillo


  • Todo Guerrero está en manos del narco, tenemos que negociar, estoy de acuerdo con la amnistía de López Obrador / Chilapa está totalmente blindada por el Ejército, la Marina, la Policía Federal, si alguien entra y sale, ellos les abren la puerta : Obispo Rangel

Hugo Páez


Las incendiarias las declaraciones del Obispo Salvador Rangel de la diócesis de Chilpancingo - Chilapa, ameritan el llamado a declarar por la PGR de Alberto Elías Beltrán, y a su vez blindar su seguridad personal por la Comisión Nacional de Seguridad de Renato Sales Heredia de la Segob de Alfonso Navarrete Prida.
Sin titubeos, Monseñor Rangel afirma en una entrevista de radio con Carlos Loret de Mola, que al menos desde un año atrás concilia entre las tres cabezas de los cárteles de la zona. NO dice nombres, pero el dominio en la geografía es de Isaac Navarrete Celis ‘El Señor de la I’, de Los Rojos -cártel escisión de los Beltrán Leyva-, y de Los Ardillos, fundado por Celso Ortega Rosas ‘La Ardilla’ ahora encabezado por Bernardo Ortega, ex líder del Congreso de Guerrero y se dice que aliado de la Casa de Gobierno, de un total de 14 grupos delictivos en el estado de Héctor Astudillo Flores.
“Todo Guerrero está en manos del narcotráfico”, dice el obispo, y agrega “Hace dos años el Papa Francisco me mandó de la diócesis de Huejutla a la de Chilapa, porque sabía de las condiciones de violencia que se viven en el estado”.
Rangel habló de Guerrero como gobierno fallido, sin control sin orden, por eso la mediación y la negociación con el narco: “Soy un fraile franciscano, soy conciliador, estoy de acuerdo con la amnistía que propone Andrés Manuel López Obrador porque hay siete cárteles que se quieren integrar a la sociedad, otros no, por eso la amnistía no es para todos”.
Para los habitantes de la Costa Grande, Costa Chica, Tierra Caliente, Chilpancingo y Chilapa -puerta de la sierra- y Acapulco, la cohabitación y los acuerdos de civilidad con los cárteles y sub grupos criminales, es cosa de supervivencia.
Así lo describe el prelado: “Tengo que negociar con ellos, me he sentado con los tres a conciliar que no se rompa la paz (relativa), que no maten a sacerdotes a religiosas y religiosos, que no se metan con nosotros, que no se rompan los acuerdos a los que llegan entre ellos, para evitar más violencia. NO hay autoridad que meta orden”.
El señalamiento del prelado no es nuevo, y, como otras latitudes y tiempos, por ejemplo Monseñor Miguel Patiño de Apatzingán, señalan a detalle el control de los criminales y la imperante necesidad de negociar directamente por la vida de sus ministros de culto y de sus fieles.
En un estado fallido, en un vació total de autoridad con al menos 28 feminicidios en lo que va del año, y seis asesinatos en promedio diario, nada más en Chilapa, la población no tiene a quién acudir sino con los curas, los obispos... la iglesia.
Hay tardanza en la Conferencia del Episcopado Mexicano del cardenal Francisco Robles Ortega para dar un posicionamiento con el Obispo Rangel, con su negociación con los capos de la droga, en una zona número uno a nivel nacional, productora de amapola, heroína, morfina y opio.
“Chilapa está totalmente blindada por el Ejército, la Marina, la Policía Federal, si alguien entra y sale, ellos les abren la puerta”, le pregunta Loret: “Quiere decir usted que están coludidos con los narcos”, responde el Obispo: “Saque usted sus conclusiones”.
Para el enviado del Papa en la zona, las declaraciones del Fiscal Xavier Olea Muñoz son distractores, los sacerdotes ejecutados Germaín Muñiz e Iván Añorve fueron invitados a la fiesta de Juliantla para presentarlos con productores musicales, porque son músicos, y la reunión era de los familiares de Joan Sebastian, rechaza que hubiera grupos criminales del Estado de México, Morelos y Guerrero, como dice el Fiscal, si estaba ahí por qué no los agarraron.
El asesinato de los curas fue el mismo día en que el Cardenal Carlos Aguiar Retes tomaba el báculo de la Arquidiócesis de México de manos del Cardenal Norberto Rivera Carrera, con la presencia del titular de gobernación Alfonso Navarrete, ese mismo día en la comida de celebración, la ejecución de los sacerdotes fue el comentario entre las decenas de obispos, arzobispos y cardenales presentes.
En el discurso en Catedral, Norberto fue firme en el reclamo de seguridad por la incontrolable violencia, un estilo que caracterizó a la Arquidiócesis y al semanario Desde la Fe de Hugo Valdemar Romero. Una realidad que no puede ser matizada o descafeinada en los nuevos tiempos de la diócesis más importante de Latinoamérica, liderazgo natural de los territorios eclesiales de México.
Atroz el apocalipsis que vive Guerrero y la incompetencia de Héctor Astudillo, concentrado en los negocios familiares y en quitar del camino a todo el que le estorba para esos propósitos, el más destacado es el bloqueo que desde el Congreso hace para evitar el regreso a Chilpancingo del alcalde con licencia Marco Leyva Mena, quien puso el dedo sobre la llaga al exhibir al director de Seguridad Pública Esteban Espinosa Montoya, impuesto por Astudillo, acusado de entregar al crimen organizado a dos jóvenes, posteriormente ejecutados, y de señalar en lista negra a policías y personas ‘incómodas’ a los grupos criminales. El mérito de Esteban fue encabezar la escolta de Mercede Calvo, esposa de Astudillo.
En el último conteo del terror guerrerense están seis policías ejecutados el lunes en San Miguel Totolapan por la detención de familiares de Raybel Jacobo de Almonte “El Tequilero” en San Luis Potosí, la ejecución de la periodista Leslie Pamela Montenegro en Acapulco el fin de semana.
La aparición de 10 personas desmembradas y calcinadas en los últimos 10 días, algunas en Chilapa, entre los que se encuentran 5 artesanos indígenas de Veracruz. Habría que sumar las masacres en Acapulco y los feminicidios.
Guerrero es otro ejemplo del “Se los dije” que vivió Veracruz y Chihuahua con Javier y César Duarte, de Tamaulipas con Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, Quintana Roo de Roberto Borge, y ayer mismo Manuel Clouthier Carrillo, hijo del Maquío, señala en su cuenta de twitter @ClouthierManuel : “¿Quien es el secretario de estado del gobierno de Sinaloa (de Quirino Ordaz Coppel) que su nombramiento es concesión al Narco?”. Otro que se los está diciendo, sin pelos en la lengua.


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