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sábado, 2 de septiembre de 2017

Qué le pasó a la integridad de Ernesto Cordero que terminó de esquirol

Hugo Páez



En el 2009, un alto funcionario de la Secretaría de Salud me describió a Ernesto Cordero como un hombre íntegro, y con gran capacidad para resolver cualquier problema operativo.
“Por eso lo puso (el presidente Felipe) Calderón al frente de la crisis, sobre el doctor José Ángel Córdova Villalobos”, en esos momentos el Secretario de Salud era responsable del control del brote de Influenza AH1N1.
Ahora NO deja que la ética se anteponga a sus intereses, y los de Felipe Calderón Hinojosa.
Por eso era el hombre más contento, dicharachero, y cuentachistes, en el arranque de la Nueva Bolsa de Valores en Palacio Nacional el martes pasado, solamente después de José Meade Kuribreña y Enrique Peña Nieto. Tenía conocimiento previo de lo que pasaría el jueves por la noche en el Senado.
El Secretario Google, le decían a Cordero en el 2009. El presidente le consultaba cualquier tipo de temas, apostado en la Secretaría de Desarrollo Social, muy distante del temperamento oscuro de Felipe, de la corrosión que mostraría después con sus compañeros de partido y grupos críticos a su administración.
A todos esos los marginó, con un sórdido César Nava al oído, a la postre acusado por Pemex de corrupción, y ahora parte del Bufete Del Toro, defensores del ex gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa.
Señalo solamente dos ejemplos de esa vileza: Manuel Espino Barrientos, presidente del PAN ganador en el 2006, a quien terminaron por botarlo del partido, y Javier Corral Jurado, que se defendió a capa y espada de cara al presidente, gobernador de Chihuahua por mérito propio.
Ver en la línea de tiempo a Cordero, en un extremo en el 2006 y en otro en el 2017, ahora enfundado de esquirol del PRI para dinamitar al PAN, sobre todo a Ricardo Anaya Cortés, por no someterse a la estrategia de reelección de Felipe Calderón a través de Margarita Zavala, es casi incomprensible para el observador que lo recuerda como el conciliador entre el gobierno federal y Marcelo Ebrard Casaubón, apaciguador de la sociedad aterrorizada en la crisis de influenza, por la sobrerreacción de Córdova, en el tema que nos costó 50 mil millones de pesos, y nos cerró temporalmente las puertas en otros países.
Como presidente del Senado, el PRI alquiló un personaje del PAN que lo exculpará, en buena medida, por el virtual nombramiento de Raúl Cervantes Andrade como Fiscal General de la República, y otros pendientes claves para el gobierno federal.
Y no hay forma de justificar, a partir de una ley secundaria votada en Diputados, donde ni siquiera se pensaba en Cervantes Andrade, para explicar una ecuación de éxito, donde 33 senadores de su bancada repudiaron la acción, y solamente 5 le dieron el sufragio.
El rechazo de la gran mayoría de los legisladores panistas de la bancada de Fernando Herrera, es una demostración de lo que puede llegar el calderonismo para lograr sus propósitos, revelador del verdadero Plan “B”, que no es algún otro candidato de su partido, sino José Meade Kuribreña, manufactura original de Cordero y Calderón Hinojosa, en versión tricolor de Luis Videgaray Caso.
Imposible de entender para el observador histórico que vio Cordero en plena la lucha contra Patricia Flores Elizondo, dueña del ‘picaporte’ de la oficina presidencial, provocadora de celos de todo tipo, dentro y fuera de la casa presidencial, con carta blanca para hacer cuanto negocio se le ocurriera, muchos de ellos cobijados por el decreto de estado de emergencia en la crisis de Influenza, donde se exoneró a las adquisiciones de presentar licitaciones reglamentarias, bajo el pretexto legaloide de la ‘emergencia’, cuyos montos rebasaron decenas de miles de millones de pesos.
Ver la transformación de Cordero en esquirol, en cómplice del golpe de impunidad que pretende dar el PRI desde 2018 hasta el 2027, aún cuando pierda el poder presidencial, es verdaderamente patético.
No hablo de esa transformación en Javier Lozano Alarcón, ni en Roberto Gil Zuarth, dos figuras de charlatanería política, de farsa e impostura, que al menor viento ensaliban el dedo para ver a donde dirigirse por lo dividendos.
Oportuno el llamado de la sociedad civil para lo cual es imprescindible instalar un monitoreo constante de los movimientos del Senado, con el propósito de evitar al #FiscalCarnal.
Esencial que unan esfuerzos las asociaciones México Unido Contra la Delincuencia, Causa en Común, Mexicanos Contra la Corrupción e Impunidad, SOS, y las más de 200 agrupaciones de los colectivos #VamosPorMás y #FiscalíaQueSirva.
Ernesto Cordero dice: “Tengo la conciencia tranquila” ¿en verdad piensa que a los ciudadanos nos interesa la conciencia de quien se presta a un burdo montaje, para asestar un golpe autoritario de poder..?
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