- Le dije a Margarita: “Cómo es posible que en tu pronunciamiento pidas la renuncia de (Ricardo) Anaya, cuando nadie menciona al PRI, parece que se busca ofendernos al interior del partido”.
- “Los priistas son capaces de todo ¿acaso se olvida Lomas Taurinas y Colosio, o el hotel Casa Blanca y José Francisco Ruiz Massieu? ellos le sacaron el Ferrari a Raúl Cervantes”
- Ernesto Cordero y Roberto Gil modificaron el reglamento parlamentario al principio de la legislatura, votamos por que fuera el coordinador el proponente.
- Ernesto echó por la borda el liderazgo que le quedaba, estoy decepcionada de los compañeros, les ganó la ambición.
Hugo Páez
Para la senadora Adriana Dávila, la lucha por el Fiscal General es un enfrentamiento entre priistas, facturado en parte al grupo parlamentario del PAN. En esta hipótesis, Raúl Cervantes es un cartucho quemado a priori, con el objetivo de golpear a Enrique Peña Nieto e imponer a un perfil que lleve a tribunales a los funcionarios federales del gabinete presidencial, , en el próximo sexenio.
Los priistas desplazados protagonizan una guerra silenciosa, y sólo algunas voces se arriesgan a la denuncia, es el caso de César Augusto Santiago, Ivonne Ortega, Ulises Ramírez, etcétera, perfiles que destacan el liderazgo de Manlio Fabio Beltrones, de Ortega Pacheco y otros militantes clásicos.
Afirma Dávila: “¿Acaso se olvida lo que pasó en Lomas Taurinas, con el asesinato de Luis Donaldo Colosio, o en el hotel Casa Blanca donde fue abatido José Francisco Ruiz Massieu..? ellos (los priistas) le sacaron el Ferrari de Cuernavaca a Raúl Cervantes”.
Son capaces de todo, asegura la senadora panista, y agrega: “Por eso viene una nueva lista de aspirantes a la Fiscalía. donde destacan Humberto Castillejos, Alfonso Navarrete Prida, Renato Sales Heredia -por cierto el que menos rechaza el PAN-, Felipe Muñoz, y hasta pueden proponer a nuestro ‘compañero’ Roberto Gil Zuarth”.
“La estrategia del PRI es integral y el claro objetivo es la sucesión presidencial”
Un elemento discriminatorio aparece en la trama: Emilio Gamboa calificó de ‘chiquitas’ a Adriana Dávila y Laura Rojas, a propuesta del coordinador de la bancada del PAN, Fernando Herrera. Me dice Dávila que no lo toma como ofensa de género, pero sí con un alto contenido de discriminación.
Me relata la historia de la traición de los cinco senadores calderonistas que jugaron en la intriga del PRI.
“Lo que pasó es un absurdo, en ningún caso le toca decidir a otro grupo parlamentario, lo que le toca al correspondiente, esto es, el PRI no tendría por qué decidir en la propuesta de la bancada del PAN”. “Por ejemplo, cuando se nombró presidente de la Mesa Directiva del Senado a Pablo Escudero, a Miguel Barbosa, o la primera vez que fue nombrado Ernesto Cordero, jamás hubo un cabildeo en las otras bancadas”.
“Me dice Emilio Gamboa: las mujeres del PRI no aceptaron que fueras tu y Laura Rojas, le respondí: de cuándo acá tienen autonomía de decisión en tu partido, todos sabemos que siguen una línea, la tuya, Emilio”.
Recuerda Dávila que fue que parte coordinadora de la campaña de Cordero a la presidencia del PAN: “En ese momento el temor era que Gustavo Madero pactara con el PRI, pero que ironía, ahora Cordero, Gil Zuarth, Javier Lozano, Salvador Vega y Jorge Lavalle, lo hicieron”.
“Cordero argumenta que no obtuvo más de cinco votos de la bancada del PAN para presidir el Senado, porque los amenazaron; tú me conoces Hugo ¿crees que alguien pueda amenazarme a mi..?”
Si conozco su firmeza, capacidad, determinación y valentía, no creo que nadie la intimide.
Agrega Adriana: “Se les olvida a los cinco senadores que sus compañeros de bancada también tienen proyectos políticos en sus estados, y no van a pelearse con la dirigencia del partido. Pero Cordero, Gil y Lozano quieren que todo mundo se sacrifique, para que ellos logren sus propios intereses”.
Comenta un detalle revelador: “Un día antes de la votación en el Senado, Ernesto subió a mi oficina para decirme que me bajara de la contienda, las palabras textuales fueron: Gamboa sólo aceptará que presida la mesa directiva Roberto Gil, o yo”.
“Yo le respondí ¿y porque va a decidir Gamboa en la bancada del PAN? que él decida en la suya; Cordero me dijo: con esa actitud vas a sacrificar la posición en la Mesa Directiva para el PAN”.
“Según Ernesto, es una mala idea que dos mujeres se dividan el año en la presidencia del Senado, pero a las mujeres siempre nos tratan de sacrificar, y a los hombres NO”, “Le recordé: yo en su momento te he apoyado, ahora necesito que me apoyes, contestó: ¡te están usando!, reviré: a mi nadie me usa, y no vengan a decirme que yo soy Anayista, porque siempre he apoyado a Margarita”.
“Les pedí, Hugo, que me apoyaran por mi capacidad, no por género, el propio reglamento parlamentario fue modificado por Roberto Gil y Cordero al principio de la legislatura, y ahí se decidió que fuera el coordinador parlamentario el que propusiera quién presidiría en el Senado, además es mentira que Ricardo Anaya le llamara a alguien, me consta porque yo platiqué con los compañeros legisladores”.
Para Adriana Dávila al final del día, Cordero echó por la borda el liderazgo que le quedaba: “estoy decepcionada de los compañeros, les ganó la ambición, se les ha apoyado cuando lo han pedido”.
Cuando reventó la crisis y todos criticaron la traición e intriga de los cinco panistas con Gamboa, comenta la senadora: “Yo le dije a Margarita (Zavala): “Cómo es posible que en tu pronunciamiento pidas la renuncia de Ricardo Anaya, cuando nadie menciona al PRI, parece que se busca ofendernos al interior del partido, y ahora resulta que le damos dando gusto al PRI”.
La traición no paga: “Gamboa no agradeció a Cordero ni destacó sus cualidades, solamente dijo: Lo que pasa es un pleito entre panistas”.
“A mí el que me ha pedido ayuda, se llama Roberto Gil Zuarth, me invitó a una cena en su casa, en la contienda interna para la presidencia del partido, nos pidió apoyo a un grupo de panistas para Ricardo Anaya, por cierto estaba Ulises Ramírez, pero después se peleó Roberto con Ricardo, a pesar de que lo hizo presidente del Senado, una vez que tomó posesión como presidente del CEN de Acción Nacional”.
Al final de la charla le pregunto: ¿cual es tu posición con el Frente Ciudadano por México? reponde: “Respecto al Frente soy congruente, en la contienda a la gubernatura de Tlaxcala me opuse a la alianza con el PRD, por eso fuí la única que se abstuvo de votar por el Frente, en la Comisión Permanente del PAN, Margarita votó a favor, no obstante, no seré un obstáculo para en los proyectos del partido a nivel nacional, y eso incluye las alianzas, en la que seré una puntual y crítica observadora, pero también reconozco que con esta alianza puede haber oportunidad de recuperar la presidencia”.
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