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jueves, 22 de octubre de 2009

Ahora van las mentadas de madre

Hugo Páez

No hay duda, la población abomina el aumento de impuestos. No hay país donde pase lo contrario, ni candidato a legislador, gobernador ó presidente que prometa en campaña no subirlos. Pero la mentira generalizada no elimina su responsabilidad.
Las imágenes de la campaña presidencial de Bill Clinton incluían una promesa de Gerorge Bush padre en la que ve y escucha: “Read my lips, no more new taxes”, -lean mis labios, no más nuevos impuestos- (video http://www.youtube.com/watch?v=vnUv7y4U2T0). Clinton demostraba las mentiras del presidente de los Estados Unidos que buscó la reelección.
Seguramente en la campaña del 2012 veremos en spots de la oposición las imágenes de Felipe Calderón que el 25 de abril del 2006, prometía en campaña: “Mi política tiene un solo objetivo, crear empleos bien pagados, para que tu y tu familia vivan mejor. Primero, voy a reducir los impuestos para los que trabajan, producen ó generan empleos y voy a simplificar su pago; segundo, voy a transparentar totalmente los impuestos que pagamos; tercero, voy a invertir mejor tu dinero; y cuarto, voy a garantizar la estabilidad económica para cuidar tu patrimonio” (video en Youtube http://www.youtube.com/watch?v=Z-BPIcqSeg4).
Esgrimiendo argumentos de supuesta responsabilidad con México, diputados del PRI aprobaron el paquete fiscal propuesto por Hacienda con aumentos que dejaron el IVA en 16%, el ISR en 30% y a las Comunicaciones en 3%, entre otros, solo después de asegurarse que el sospechoso 2% de Impuesto Contra la Pobreza fuera eliminado por traer vocación electorera, que por lo tanto beneficiaría a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), dependencia del más presidenciable de Los Pinos: Ernesto Cordero, hasta ahora. Ojo, a pesar de que la mayoría de los diputados del PRI prometieron en campaña no subir los impuestos, ayer lo hicieron, salvo algunas excepciones, y no se diga los del PAN.
El mecanismo fácil y simplón acabó donde siempre: en grabar al contribuyente y al consumidor. Hubo esfuerzos retóricos para ubicar el alza de impuestos como única opción, desde la negación de un Plan “B” se cerraron puertas que en otros países funcionaron, sin embargo, con cierta maña selectiva se buscaron ejemplos internacionales que justificaran la propuesta del gobierno mexicano. Antes se dieron baños de sacrificio patriotero li-ge-ri-si-mos. Cesar Nava propuso bajar el sueldo de legisladores en un 10%, una verdadera broma cuando los ingresos superan los 130 mil pesos mensuales. Más aún, suponiendo una rebaja del 50% del sueldo, cobrarían más de 60 mil pesos, un nivel salarial que muchos diputados de cualquier fracción parlamentaria no acreditarían en empresas competitivas. Por supuesto que esta y la propuesta de bajar 50% los beneficios de los partidos políticos no prosperaron, por el contrario, fueron atacados como ácida posición demagógica del PAN, que en la premura y desesperación del grupo parlamentario de Josefina Vázquez Mota, no resistieron la menor prueba de ser lo contrario: una propuesta auténtica.
Después de la tormenta vendrá el reparto de culpas y la reconstrucción de imágenes. El disgusto popular al ver en cada compra un aumento y en cada sueldo una reducción, se traducirá en mentadas de madre y votos contrarios.

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