Hugo Páez
“Va a arder la pradera”, sentencia Diego Fernández de Cevallos.
El abogado revisó a detalle el caso contra el empresario Manuel Barreiro en la adquisición de una nave industrial para llegar a conclusión: NO hay elementos contra Ricardo Anaya Cortés.
Y no es necesario que existan, dice, el objetivo es el linchamiento, es tratar de emparejar el marcador con la brutal lápida de corrupción que carga José Meade Kuribreña al representar al PRI en los comicios presidenciales, con una avanzada de mercenarios políticos contra el candidato de la alianza por México al Frente, encabezada por Javier Lozano Alarcón.
La reacción en ‘la pradera’ no esperó, el presidente del PAN Damián Zepeda, escoltado por Ángel Ávila del PRD, Juan Carlos Romero Hicks y un grupo de abogados, denunciaron desvíos de Meade Kuribreña por cerca de 500 millones de pesos en su gestión en Sedesol, entre el 2015 y el 2016, para continuar el caso de la Auditoría Superior de la Federación en la administración de Juan Manuel Manuel Portal contra Rosario Robles Berlanga en la Sedesol y Sedatu, por desvíos de más de 2 mil millones de pesos.
La pradera se calienta, los coaligados del PAN, PRD y MC no ven otra forma de enfrentar la operación de policía política del procurador Alberto Elías Beltrán más allá de fuertes reacciones políticas y jurídicas para contrarrestar la maquinaria del Estado contra Ricardo Anaya, y la pretensión de judicializar los comicios antes del 1 de julio.
El combustible se derrama en la pradera.
El contingente del domingo que acompañó a Ricardo Anaya a la PGR incluyó a los tres presidentes aliancistas, Manuel Granados Covarrubias, Dante Delgado Ranauro y Zepeda, y destacados como el de Diego, Santiago Creel, Jorge Romero Herrera y Mauricio Tabe Echartea, pero es insuficiente cuando la fuerza del Estado activó una estrategia de persecución como única opción para levantar a Pepe Meade, por la decepción en la precampaña donde flotó el rumor del Plan “B” en la figura de Aurelio Nuño Mayer.
La estrategia del PRI - PVEM y Panal pasa por mostrar la formación de sus ejércitos, primero el de los coordinadores: Manlio Fabio Beltrones, Miguel Osorio Chong, Mariano González Zarur, Eruviel Ávila y Carolina Viggiano Austria, y ayer con el equipo de más de 30 capitanes de tropa.
La mezcla de esos capitanes de tropa es una prueba que el apartidismo como tesis original de la campaña NO funcionó, y ahora se trata de una Elección de Estado con añejos en la materia con perfiles como el de Augusto Gómez Villanueva, José Ramón Martell, Claudia Ruiz Massieu Salinas, Heriberto Galindo, Humberto Roque Villanueva, Ana Lilia Herrera, Luis Madrazo, el tamaulipeco Baltazar Hinojosa Ochoa, pariente de Armando Hinojosa Cantú del Grupo Higa, Olga Valenzuela, esposa de David Aponte, director del periódico El Universal, Alejandra Sota y Alejandra Lagunes, entre otros, ya encarrilados en el proyecto de campaña.
Es inminente el uso de la fuerza del Estado para enfrentar a Anaya y Andrés Manuel López Obrador, quien a pesar de sus múltiples autogolpes, se mantiene a flote y a la cabeza.
¿El Frente tendrá la capacidad de incendiar la pradera..?
Está por verse, pero una combinación con Morena, ante la persecución judicial, indudablemente secará las ramas de la democracia y... bastará un Cerillo.
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