Hugo Páez
Es evidente que José Meade Kuribreña no se siente cómodo de gladiador. Tal vez nadie le dijo que en su posición el 60% era mantener la defensiva, el 30% la ofensiva y sólo un 10% los proyectos.
De buenos proyectos y cientos de leyes estamos llenos, y ni siquiera son manufactura original. Por ejemplo, tenemos todo un Poder, el Legislativo, dedicado a hacer leyes y más leyes, a moldearlas, a proponer exotismos como el Día Internacional de las Abejas 17 de agosto, a propuesta de quien hoy es presidente del Senado, Ernesto Cordero Arroyo.
Pero en su posición de representar al partido del gobierno en turno, con el desgaste natural de ejercerlo, lo van a subir al ring diáriamente, ya que en el giro que trata de dar a una campaña más conciliatoria y propositiva, Ricardo Anaya Cortés y Andrés Manuel López Obrador ya le olieron el ‘hartazgo’, el miedo.
Tal vez tenga razón al decir en un spot: “La gente está harta de lo que está pasando en las precampañas. Que AMLO es un peligro, que Anaya traiciona.", sin embargo, sus propias palabras son utilizadas por el candidato del Frente para subirlo al ring con: “La gente está harta, pero de los gobiernos corruptos del PRI”, de igual forma, López Obrador saca sus viejos apuntes para repasar la mafia del poder, el repudio al salinismo e insistir en el cambio de candidato de Enrique Peña Nieto.
De los tres candidatos aliancistas, el del PRI hace constantes ‘adendums’ a su equipo de campaña y asesores, que obligadamente aumentan decibeles en el ruido natural de los cuartos de guerra, pero además tiene que cargar con los yerros y ocurrencias del Gabinete de Peña Nieto, como la declaración del Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, sobre la legalización de la mariguana en algunas zonas turísticas de playa, que lo obligó a definir su posición en el tema.
De igual forma, el silencio del PRI ante la crisis de Manlio Fabio Beltrones Rivera por la investigación de desvíos de recursos de Hacienda a campañas del PRI, vía gobierno de Chihuahua del prófugo César Duarte Jáquez -aún cuando el gobernador Javier Corral Jurado asevera que no se investiga a Beltrones- fue aprovechado por prominentes miembros de Morena: Ricardo Monreal, Olga Sánchez Cordero y la presidenta del partido, Yeidckol Polevnsky, para defender al ex presidente del PRI, lo que obligó a Meade al control de daños mediante un encuentro en Sonora con Beltrones, con abrazo para la foto, declaraciones de unidad, y a la vez el anuncio de Sylvana, hija de Manlio, sobre su candidatura al Senado, desde donde buscará tomar la estafeta de la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano.
Es indudable que la ofensiva NO está en la naturaleza de Meade Kuribreña, pero NO tiene opciones, tal vez no calculó su tímida beligerancia como una debilidad en la arena electoral, sumada a su inexperiencia para evadir ataques con creatividad y oficio, una de las mejores ofensivas.
No tiene opciones cuando llueven datos de vergonzosos récords de su gobierno, como el presentado por el ombudsman Luis Raúl González Pérez: la peor masacre en la lucha contra el crimen organizado de los últimos 20 años en el 2017, las denuncias de violaciones a los derechos humanos rebasaron en 700 contra el 2016, la mayoría atribuidas a las Fuerzas Armadas de Salvador Cienfuegos y Vidal Soberón.
En la defensa, Meade necesita un arsenal que sus asesores NO están dotando, por ejemplo, apoya la Ley de Seguridad Interior (LSI) enviada por el Ejecutivo al Congreso, avalada por su partido, por el Verde Ecologista y el PANAL, pero rechazado por la alianza Por México al Frente y Morena, que unieron fuerzas en las dos Cámaras para interponer controversias constitucionales, igual que la CNDH, el INAI y ONG´s.
Pero la Ley de Seguridad Interior cada vez tiene menos defensa. El reporte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos obliga a repensar su opacidad, por la sospechosa intención de proteger la información que se genere en los operativos, al considerarla de Seguridad Nacional, en los términos de las disposiciones jurídicas aplicables. El ombudsman dio soporte a la controversia constitucional por los artículos 9 y 31, interpuesta por el Instituto de Transparencia de Francisco Javier Acuña, además de la presentada por la propia CNDH.
En los hechos, la oposición y organismos de defensa de derechos humanos y civiles le están tumbando la Ley, y la derrota que eso implica.
Desde el arranque de campaña, Meade se concentró en revertir el reclamo de corrupción e impunidad de los gobernadores Javier Duarte de Veracruz, Roberto Borge de Quintana Roo, y César Duarte de Chihuahua, sin embargo, NO hay defensa contra el silencio de su partido en casos como el de Eugenio Hernández Flores, ex gobernador de Tamaulipas, a quien el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca acusa al Procurador Alberto Elías Beltrán de protegerlo sin reparo alguno. Dice Cabeza de Vaca que el titular de la PGR le niega a la autoridad estatal la carpeta de investigación federal, que llevaría a la extradición de Eugenio a Estados Unidos, por solicitud de la Corte del Sur de Texas por lavado de dinero, fraude bancario y operar sin licencia un negocio de envío de dinero.
¿Qué defensa hay contra esa protección de corrupción e impunidad..?
Difícil la defensiva cuando en las encuestas de percepción sobre corrupción el PRI mantiene la corona, según información de Consulta Mitofsky de Roy Campos, y el proyecto legislativo anticorrupción presentado por Meade recibió grandes críticas y pocos reconocimientos fuera de su partido.
Meade dice que la gente está harta de lo que está pasando en las precampañas, creo que el hartazgo es del candidato que hasta ahora sabe en la que se metió, y todavía le faltan ¡ciento cincuenta días de campaña..!
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