Hugo Páez
La principal preocupación de Gustavo Madero no viene del gobierno de Enrique Peña Nieto, ni del DF de Miguel Mancera, con quien intercambió recientes golpes por el aumento al salario mínimo, ni de la izquierda de Los Chuchos con Jesús Zambrano al frente o de MORENA de Andrés Manuel López Obrador.
La verdadera preocupación del líder del PAN es Rafael Moreno Valle.
Por eso todo lo que huela al poblano es materia de estrategia en la oficina de Madero, apuntando a neutralizar el avance del ex presidente de la Conago que logró amarres con los gobernadores menos peñistas. El más visible, Javier Duarte de Veracruz, además de aglutinar a gran parte de la fuerza electoral que apuntaló al chihuahuense en la contienda interna de Acción Nacional.
Por ejemplo, el CEN del PAN mantuvo hasta donde pudo labios cerrados en el caso de la niña baleada, presuntamente por policías de Facundo Rosas con parque de goma. Otro ejemplo, la cercanía de Luis Alberto Villarreal con Moreno Valle jugó en contra del guanajuatense para quedar en el abandono por la filtración del video de la reunión parlamentaria de Puerto Vallarta con bailarinas profesionales.
En el encontronazo de trenes iniciado el 19 de mayo, un día después de la victoria de Madero sobre Ernesto Cordero Arroyo, la división de fuerzas en al panismo obligó a algunos a tomar trincheras. Villarreal se pensó merecedor de la estafeta del PAN por sus méritos en las reformas estructurales y buscó al poblano ya que se mantenía latente la amenaza de Ricardo Anaya, en caso de que no lograra la gubernatura de Querétaro, o tal vez ni siquiera alcanzara la candidatura frente a Pancho Domínguez.
El temor de los maderistas es que Rafael Moreno Valle se convierta en el verdadero opositor de Enrique Peña Nieto.
Miguel Mancera y Los Chuchos, entusiastas como Madero de los pactos con el gobierno federal, recompensados con partidas al estilo “pago por evento”, no podrán ocultar el colaboracionismo que será motivo de reclamos en la contienda presidencial del 2018.
Por otro lado, la desinflada y desangelada guerra contra la Reforma Energética de Andrés Manuel López Obrador conduce inevitablemente a la sospecha de un trueque por MORENA, aun cuando dado el momento regrese a la estridencia contra los “Traidores a Patria”, como le dijo al senador del PRI Ernesto Gándara en Ciudad Obregón, Sonora.
Es el mismo Andrés Manuel que evitó la alianza PAN - PRD en el Estado de México y pudo significar un duro golpe contra Peña Nieto y Eruviel Ávila. En el recuento de lo ganado está el verdadero propósito, la real intención, y la altura de miras que terminó con partido propio y hasta bancada en el Congreso antes de obtener un voto en las urnas.
Tal vez tenga razón Madero al considerar a Rafael Moreno Valle el enemigo número uno, y en las ansias por probarle al gobierno federal que la verdadera amenaza está en Puebla, y no es un camote.
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