Hugo Páez
No dejamos crecer a las autodefensas, dice Enrique Peña Nieto en respuesta al informe mundial 2014 de Human Rights Watch que asegura que la débil aplicación de la ley alentó el surgimiento de grupos de autodefensa en varias regiones.
Contrasta la visión presidencial con la afirmación de Miguel Ángel Osorio Chong: la alerta es en todo el país, no solo es en Michoacán. Todos los estados de la república, según sus palabras, 10 días después de la reunión de emergencia del gabinete de seguridad en Michoacán y a una semana del nombramiento de Alfredo Castillo como Comisionado Federal en la entidad.
Pero las atodenfensas siguen intactas, detuvieron el avance a otras comunidades y demuestran vocación de servicio, aun cuando persiste el riesgo de filtraciones de bandas criminales. No obstante el botepronto del llamado de gobernación al desarme provocó en unas horas dos muertos en Tierra Caliente. Ante el escándalo y la denuncia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos el gobierno federal decidió frenar otros posibles enfrentamientos con la población. En realidad se interpretó como un nuevo espacio de tolerancia y reconocimiento a la efectividad de los civiles armados contra los Caballeros Templarios, La Familia, Nueva Generación y los Zetas.
Ese reconocimiento de facto está sustentado en la toma de residencias de Caballeros Templarios en Tierra Caliente por parte de las autodefensas, en la revelación de identidades de los presuntos hijos del Kike Plancarte que se mueven en el medio artístico sin problema alguno, de hecho grabaron con grupos populares como la Banda del Recodo, la Arrolladora y Espinoza Paz. Para vergüenza de los grupos de inteligencia del gobierno es el hecho de que la información estaba a la mano, a tiro de redes sociales durante meses o años, sin problema alguno.
Sin embargo a escasos 6 días de la novatada del Comisionado al afirmar que entre sus atribuciones estaba nombrar al Secretario de Seguridad Pública y al Procurador en el estado de Fausto Vallejo, los efectos colaterales de la estrategia prenden la alerta en lo estados colindantes con Michoacán y el gobierno federal hace todo lo posible por ocultar lo obvio: la dispersión de las bandas en las entidades vecinas, el efecto cucaracha.
Desde cualquier punto de vista el traslado del problema de seguridad de un estado a otro se traduce en fracaso, y por supuesto se trata de evitar lo que tanto se criticó de la administración de Felipe Calderón: que la lucha frontal provocaría mas violencia y contaminaría regiones de relativa calma. Están para el registro los apuros del gobernador de Hidalgo Francisco Olvera por desautorizar la versión de su Secretario de Seguridad Pública en el sentido de que los ataques a los Oxxos y a dos gasolineras era obra de los Templarios de Michoacán. No solo el gobernador, el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong y el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública se obligaron a dar conferencias de prensa para desmentir el efecto cucaracha.
TODOS LOS CAMINOS PARECEN LLEVAR AL MÉTODO CALDERÓN las prisas a principios de este sexenio por marcar distancia con la metodología empleada por Felipe Calderón Hinojosa contra el crimen organizado que provocó en el mejor de los casos 70 mil muertos -aunque hay reportes de rebasar los 100 mil-, mantienen limitadas las acciones del gobierno de Peña Nieto, aun cuando poco a poco las dos luchas convergen en lo mismo, ya que no se ven más opciones, sino variantes de una misma guerra, estilos más suaves pero menos eficientes, los métodos más civilizados requieren de una capacitación previa de muchos años, de presupuestos enormes y una base social sólida.
En el discurso todo es posible, pero en los detalles está el diablo. Felipe Calderón no pudo entregar un México en paz, la negación y dejadez de Vicente Fox Quezada solo aumentó el problema hasta obligar a una reacción fuerte, frontal, de urgencia, tal como lo reclamó Michoacán a Enrique Peña Nieto, aunque en diferentes circunstancias. Nunca como hoy las autodefensas tuvieron presencia en más de cien municipios en trece estados del país, según un estudio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ni existió una violación al estado de derecho por parte de miles de civiles armados en franca guerra de protección de lo que el estado no puede garantizarles.
Del otro lado de la barrera, Felipe Calderón observa que en realidad no existen más métodos con resultados a corto plazo, que la contención directa, el enfrentamiento contra los ciminales, solo variante sobre un mismo tema, peor aún, ya que lo caminado durante seis años en construir organismos de inteligencia no tuvo la continuidad necesaria, tampoco empezó de cero Peña Nieto, sin embargo persiste la duda de si fue buena idea concentrar en la Secretaría de Gobernación la estructura de la Secretaría de Seguridad Pública y subordinar las decisiones en una sola persona que en apariencia concentra a las fuerzas federales, ya que el Ejército y la Marina no han variado su ruta, y el proyecto de la Gendarmería se cumplirá simplemente por el compromiso del presidente.
A una semana de labores del Comisionado Federal en Michoacán hay detenciones de relativa importancia y recompensas que pueden acelerar resultados. Es muy pronto para el golpe esperado por todos: la captura de Servando Gómez “La Tuta”, o del “Tio Nicho” Dionisio Loya, o Nazario Moreno, este presuntamente abatido, está también un segundo nivel donde se ubica el “Kike” Plancarte y un poco más de 10 cabecillas. Pero habrá que dar el golpe para mejorar la percepción y ganarse la confianza.
En esta misma semana no hay resultados tangibles para incorporar a las autodefensas al estado de derecho, en realidad las prisas del gobierno en este tema tomaron por sorpresa a todos, nadie esperó que en unos días se revirtiera un proceso de un poco más de dos años, pero así fue la orden y las prisas por ofrecer resultados provocaron errores.
Hay urgencias, hay alerta en todo el país, como lo dijo Osorio Chong, pero es muy peligroso desbocar a los caballos.
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