Hugo Páez
Mas allá de erigirse como un mal necesario, como parte del paisaje en la historia de lo que no debió hacerse en México, Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones tendrán una responsabilidad enorme para no consolidar, un sexenio mas, a Elba Esther Gordillo como un factor de poder que atrase la transformación de la educación en México, bajo la premisa de no lesionar los intereses del SNTE.
Los votos de Nueva Alianza serán necesarios para avalar las reformas que impulsa el PRI, sin embargo, de lograr acuerdos con el PAN y el PRD, mantendrán a Elba en un espacio marginal que bajará su cotización en la agenda legislativa.
El utilitarismo del magisterio está muy lejos de abonar a la educación, y muy cerca de operar como una maquinaria político – electoral en todo el país. Los gobernadores que la han desafiado sufrieron los embates que paralizaron plazas públicas, escuelas y secciones del gobierno, sin embargo, en el Poder Legislativo su fuerza aislada es muy limitada, fue expulsada del PRI y ese puede ser el argumento de Beltrones y Gamboa para marginarla, amén de que las diferencias en el reparto de plurinominales reventaron la alianza electoral con Enrique Peña Nieto.
Pero Elba Ester sabe adaptarse. Durante la campaña alabó al candidato del PRI; su yerno Fernando González, ex Subsecretario de Educación Básica y candidato a senador por Nueva Alianza, no reparó en insolencias contra el candidato presidencial de su partido Gabriel Quadri, al reconocer que votaría por el candidato del PRI.
Elba se permite esas majaderías y muchas mas, está segura que sus protegidos, incluyendo a Quadri, permitirán un trato servil.
Ante los rumores de su retiro, eliminó el conjuro con un rotundo: no me voy; seguramente se ve manipulando fichas en el 2018, tiene dos alfiles visibles, convencidos de que pueden disputar la presidencia de la república: Marcelo Ebrard Casaubón y el gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, pero en su contra juega el retorno de las reglas clásicas del PRI, con Peña Nieto, Beltrones y Gamboa en el poder, no encontrará el terreno fértil que transitó con Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa.
La maestra inició el primer día del ciclo escolar contra los pronósticos que auguraban fricciones con Felipe Calderón Hinojosa. Nada de eso, en el evento se deshizo en halagos con el presidente y llevó la fiesta en paz. Sabe que escribe las últimas páginas del sexenio con mano firme, con un partido que logró mantener el registro, y una enemiga, Josefina Vázquez Mota, relegada a la tercera fuerza electoral.
La maestra parece eterna, nada lo es, pero quienes adelantaron su epitafio, de nuevo se equivocaron.
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