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viernes, 23 de marzo de 2018

    
La religión de AMLO, Anaya, Meade y Margarita; la importancia del pensamiento dogmático
    
Hugo Páez
   
En un país donde el laicismo es un tabú, más que una relación Estado - religión, las creencias de los candidatos presidenciales es parte fundamental de la información imprescindible para la toma de decisiones del electorado.
No se trata asuntos privados, de comunión íntima, se trata de la línea de razonamiento que tiene gran influencia en el pensamiento y la filosofía del próximo presidente de la República. Y aún cuando se argumenta la capacidad para separar lo espiritual de lo terrenal, en los hechos, la ética de los candidatos está marcada por esta gran influencia sociológica y el nivel de interacción con ella.
Ejemplos claros son los discursos de Margarita Zavala Gómez del Campo y Andrés Manuel López Obrador, basado valores morales, indudablemente influidos por el catolicismo de la candidata independiente y del cristianismo evangelista del abanderado de Morena.
Reglas éticas que forman una férrea resistencia e impidieron leyes nacionales sobre matrimonios del mismo sexo, adopción de infantes por los mismos, aborto y eutanasia, aún cuando la corrección política los obligue a respetar en público las leyes existentes, pero es un hecho, por ejemplo, que las dejarán en el ámbito local.
En una sociedad eminentemente cristiana, con más del 80% de católicos confesos y arriba del 90% de bautizados, estos preceptos morales aparecen más culturales que religiosos, sin embargo NO es así, y tiene que ver con la relación íntima entre la persona y el dogma, esto es, en qué definición encaja esta relación: ¿teísmo, deísmo, panteísmo, agnosticismo o ateísmo..? definicione importantes que expondré más adelante, y pueden variar según la geografía y evolucionar con la edad de los fieles mexicanos.
El 1 de diciembre del 2000, el presidente electo de México Vicente Fox Quezada se enfiló a la Basílica de Guadalupe a ‘dar gracias a la Virgen’ antes de tomar posesión en el Congreso de la Unión. El gesto fue interpretado como una agresión al Estado laico, principalmente por dos partidos, el PRI y el PRD, que no tienen nada de laicos y se dicen defensores de la separación Iglesia - Estado.
Posteriormente, Fox y Martha Sahagún sacaron de la residencia oficial de Los Pinos el famoso óleo de Benito Juárez de tamaño natural, pintado por Enrique Delauney en 1889, imagen que atestiguó las firmas más importantes de los presidentes de México.
El cuadro histórico del Benemérito con la Constitución de 1857 en la mano derecha, y un guante blanco en la izquierda, fue ‘exiliado’ en la Secretaría de Gobernación, de donde NO fue rescatado por Felipe Calderón Hinojosa ni por Enrique Peña Nieto, dos católicos confesos, de partidos diferentes.
Juárez sigue ahí, exiliado.
En esta mezcla de sincretismos que suele construir la psique de una parte de los creyentes mexicanos, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, tomó distancia de la entonces primera dama Sahagún de Fox, según palabras que me reveló hace un lustro el Arzobispo Primado de México: “Me invitó Martha a Los Pinos y le dije que NO iría hasta que no saque a sus brujos de ahí”, en una clara referencia a la mezcla de creencias mágicas rechazadas por el catolicismo.
¿Cuál es la relación de los candidatos presidenciales con la religión..? ¿en qué medida el pensamiento dogmático desplaza al científico en cada uno de ellos..?
A grandes rasgos, López Obrador se confiesa cristiano, José Meade Kuribreña deslizó la imagen de gran devoto, y es uno de los pocos personajes que asisten a la misa anual en honor al ex Secretario de Gobernación Carlos Abascal Carranza, un panista que rebasó la fidelidad cotidiana y ahora se encuentra en proceso de beatificación.
De igual forma Margarita Zavala mantiene una relación sólida con el catolicismo y, tal vez, el menos dogmático de los cuatro aspirantes presidenciales es Ricardo Anaya Cortés.
No obstante, en los niveles de relación con el dogma está la diferencia y la capacidad libre pensadora.
Para situarnos en la terminología formal: los “teístas” creen en la existencia un ser supranatural, que además de crear el universo y sus leyes, influye en la vida de sus fieles. Escucha sus oraciones, los ayuda o castiga según un código moral, es capaz de hacer milagros, y esperan la vida eterna después de la muerte. Por ejemplo el cristianismo se basa en 10 mandamientos de Moisés, el islamismo en El Corán, el Movimiento de los Santos de los Últimos Días en el Libro de Mormón, el Judaísmo en la Torah, etcétera.
Los “deístas” creen en una mente supranatural, creadora del universo y sus leyes, pero a ese ente NO le interesa la vida cotidiana de los humanos, no trata de influenciar sobre ellos, ni castigarlos o premiarlos, y los deja al libre albedrío.
El “panteísmo” y “agnosticismo” consideran a Dios como una interpretación de la naturaleza, pero no lo asumen como un ser supranatural o creador, es el ‘Dios’ de Spinoza y de los pocos científicos agnósticos.
Los ateos NO creen en algún ser supranatural, ni que las leyes del universo sean de su creación, y ni siquiera se toma la definición de Dios como interpretación de la naturaleza.
En Estados Unidos se considera un suicidio para todo aquel candidato que se declara públicamente ateo, la sociedad norteamericana está influida por una gran variedad de religiones atomizadas, los mandatarios juran ante la Biblia y la Constitución, y el lema nacional oficial es: “In God we trust” (en Dios confiamos), que aparece en billetes y monedas. La frase fue inscrita en el Código de EUA por Eisenhower el 30 de julio de 1956, y aparece en las banderas de Florida y Georgia.
En los Estados teocráticos como la república islámicas de Irán, Arabia Saudita el líder religioso está sobre el presidente, primer ministro o secretario de estado, y la moral religiosa sobre la política. La misma Santa Sede es un estado teocrático con el Obispo de Roma como máximo líder, el Papa Francisco está sobre el Secretario de Estado Pietro Parolin.
La relación de los candidatos con la religión tiene más importancia de lo que se cree. Andrés Manuel López Obrador basa gran parte de su pensamiento y razonamiento en la moral cristiana. Son frecuentes sus citas bíblicas y alegorías “al amor de Dios”, “a la paz del Señor”, y su percepción de lo correcto o incorrecto caminan en el peligroso terreno de la certeza moral más que la jurídica.
En este tema los electores NO debamos dejar cabos sueltos, ninguno de los cuatro aspirantes se define ateo, esto es, en la relación de los candidatos con la religión, los ateos NO están representados, me asumo como uno de ellos, si Stephen Hawking fuera mexicano, ni AMLO, Anaya, Meade o Margarita representaría su línea de pensamiento.
NO debemos dejar cabos sueltos, un simple cuestionario basado en las definiciones aquí descritas, sería suficiente para conocer el nivel de pensamiento dogmático al que nos enfrentaremos, antes de emitir el voto.
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