Hoy destapé esa cerveza que me quedaste
a deber, mi gallo, frente a las olas del mar...
Hugo Páez
Recuerdo una noche llena de lágrimas. Miriam descubrió la grabación en el teléfono de Ramón, el tiempo no le dio tregua y lo escuché después de partir, con sus palabras directas: “Mi gallo”, tal como yo le decía, él me decía. Describió un viaje a México y cosas que uno no ve en sí mismo, que sólo el corazón del amigo eleva hasta convertirlas en alabo. Así lo recuerdo, y así le digo: ganaste mi gallo.
Lo de ayer hizo historia, “NO hay antecedente en Sinaloa de disculpa pública de una autoridad municipal por libertad de expresión”, me dice el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, José Carlos Álvarez Ortega, antes de entrar al salón de Cabildos de Escuinapa.
Un año medio atrás, un grupo de funcionarios del municipio, encabezados por un alcalde Bonifacio Bustamante irrumpió en la redacción del periódico El Noroeste de Mazatlán para solicitar a la directora editorial Guillermina García el cese del periodista Ramón Eduardo Guevara. Los funcionarios molestos por la columna Punto Cardinal, trataron de frenarlo.
Ayer por la mañana, la mesa completa del salón de cabildos recibió a Miriam Navarro, y a sus hijos Ramón Eduardo (16) y Ángel Carolina (14), a seis funcionarios de la CEDH y a un servidor, denunciante (“quejoso”) del atropello en la CNDH de Luis Raúl González Pérez y en el organismo estatal.
Concluye una travesía llena de atropellos para Miriam, de bullying y amenazas, por exigir justicia. También del cantar de apologistas del poder que hacían su encomienda al minimizar y ridiculizar el agravio.
Ramón fue acusado en la redacción del periódico Noroeste, a la vez que luchaba contra el cáncer en la cama de un hospital en Culiacán. El tiempo lo venció, pero ayer venció él, mediante la templanza y valentía de Miriam, del profesionalismo de Nuria González, del rosarense José Carlos Álvarez y la extraordinaria labor de la CEDH.
Cuesta arriba, pero triunfó la cultura de la legalidad. Bonifacio Bustamante y el cabildo aceptaron el error y la indemnización a la familia de la víctima. Una posición meritoria, aunque tardía, civilizada; de primordial importancia para la libertad de expresión. Enhorabuena para todos los que lo hicieron posible.
Aquí las palabras de Miriam: “Con la disculpa pública del Cabildo de Escuinapa por violación a los Derechos de Ramón Eduardo Guevara, la sociedad civil da un paso adelante en defensa la libertad de expresión y su libre ejercicio, en cualquier medio.
Son tiempos donde la sociedad civil debe hacer valer sus derechos ante cualquier abuso de autoridad, son tiempos donde el respeto y la dignidad necesitan la defensa y la solidaridad de todos.
En el caso de Ramón se ha requerido templanza y fuerza para mantenernos en esta lucha a pesar de presiones de todo tipo y bajezas, pero también apoyos, inclusive para enfrentar la vileza cobarde de mensajes anónimos y amenazas a Miriam Navarro que no la hicieron claudicar en una lucha, donde la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Sinaloa jugó un papel de institución ejemplar, gracias al profesionalismo, capacidad y dedicación de la Visitadora General Nuria González, del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa, José Carlos Álvarez Ortega.
Un reconocimiento especial a Hugo Páez, quien nos acompañó en todo momento y concretó la denuncia.
Reconocer que fueron violados los derechos del periodista Eduardo Guevara es un paso importante de la sociedad civil en defensa de la integridad de la libre expresión.
La autoridad de cualquier nivel de gobierno debe ser garante de la Constitución Mexicana que protege estos derechos, pero cuando existe negligencia en el cumplimiento del juramento constitucional y en la ética, los ciudadanos debemos estar más unidos”.
twitter: @hugopaez blog: http://hugorenepaez.blogspot.mx
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