Hugo Páez
El 25 de mayo del 2015 la Secretaría de la Defensa Nacional de Salvador Cienfuegos reportó que el 90% de elementos del Ejército regresaron a los cuarteles. Ahora la violencia escala niveles alarmantes, con datos ya muy preocupantes, anteriores al repliegue militar.
La zona caliente de Michoacán regresó al infierno de hace tres años, en Guerrero, el gobernador Héctor Astudillo y el Fiscal Xavier Olea exploran una nueva dialéctica para explicar la violencia injustificable, con un juez muerto a golpes el fin de semana y comandos atacando bares, comercios, taxis y la notaría del presidente del Tribunal Superior de Justicia Robespierre Robles Hurtado.
Comparado con en el 2011 en la administración de Felipe Calderón Hinojosa donde 45 mil elementos fueron destinados en activo a las calles en tareas de seguridad, los 3 mil 978 son menos del 10%, sin embargo la violencia y los crímenes dolosos rompen récord, más de 10 mil en el primer semestre del 2016, el mayor de los últimos seis años, con una tasa de crecimiento del 15%.
Brutal la dureza de los números de mezcla peligrosa con los de la violencia social de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que se apropiaron de la agenda nacional y revienta la paciencia de las cámaras empresariales y del sector privado con un ¡Ya basta..! de Juan Pablo Castañón, con destinatario en los tres niveles de gobierno por bloqueos permanentes e intermitentes a comercios, aeropuertos, centros de espectáculos, gasolineras y carreteras.
El resultado indica que la percepción global falla, en palabras del titular de Gobernación Miguel Osorio Chong el sexenio de Calderón partió de un diagnóstico erróneo, sin embargo, los datos de marzo de este año son una clara alarma de que actual tampoco funciona.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) reportó que marzo pasado ocurrieron mil 536 homicidios dolosos, el 17% por ciento más comparado a los mil 315 del mismo mes de 2015.
¿El retorno del Ejército a los cuarteles es factor determinante..? Tendrá que evaluarse con premura, ya que el 22 de marzo Osorio Chong en una reunión de seguridad en Michoacán con el gobernador Silvano Aureoles Conejo, el general Cienfuegos, almirante Vidal Soberón, el Comisionado Renato Sales y el titular del CISEN Eugenio Imaz, anunció que producto del esfuerzo conjunto entre policías estatales y gobierno federal en materia de seguridad, en algunos estados las fuerzas federales dejarán las labores de seguridad pública y ordenó regresarlos a los cuarteles.
Sin embargo, al menos 15 municipios de Michoacán que fueron controlados por los Caballeros Templarios que posteriormente pasaron por las autodefensas en tiempos del Comisionado Alfredo Castillo Cervantes, ahora están en manos del letal Cártel Jalisco Nueva Generación de Nemesio Oseguera “El Mencho”.
No podemos repetir la historia del 2013 cuando el obispo de Apatzingán Miguel Patiño Velázquez denunció a detalle en una carta pastoral (http://goo.gl/KaZ1nL) el dominio de los cárteles La Familia, CJNG, Los Zetas y los Caballeros Templarios. El obispo denunció: “Cuando hay ausencia de la ley y la justicia provocando inseguridad, miedo, tristeza, ira, desconfianza, rivalidades, indiferencia, muerte y opresión. Cuando no hay justicia, tampoco hay paz, ni desarrollo, ni prosperidad, ni bienestar en la sociedad. El Estado de Michoacán tiene todas las características de un Estado Fallido”.
Tres años pasaron, si NO encontramos el diagnóstico correcto, menos la solución.
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