Hugo Páez
"Ya te leí", me dijo el martes en la tarde Manlio Fabio Beltrones Rivera. La especulación sobre los dos finalistas a la presidencia del PRI encendieron filias y fobias alrededor del sonorense y Aurelio Nuño Mayer, Jefe de la Oficina de Presidencia.
Ayer mismo, antes del encuentro con Beltrones, Manuel Aguilera ex Regente de la Ciudad de México, un priista con las credenciales, experiencia y autocrítica que le da una soltura impensable en otros miembros de su partido, listó sin preámbulos las virtudes necesarias para designar al adecuado, al final concluyó: Beltrones.
Está consciente de que se sacó la rifa del tigre.
El “ya te leí” de Manlio se refería a la columna del mismo martes titulada “Beltrones no espera justificación de Peña, sin señal no hay registro” (http://goo.gl/yymkyv), creo que la noche de ese día llegó la señal, el coordinador parlamentario del PRI en San Lázaro se levató de la mesa y me comentó: “César Camacho e Ivonne Ortega me convocan, voy a ver de que se trata”, ¿buenas noticias pera tí..? pregunté, la respuesta fue una mediana sonrisa.
Tres horas antes Manuel Aguilera me habló de la desvaloración que ha sufrido la legendaria disciplina priista, que deben sacar más ventaja del activo sobre otros partidos que convierten las contiendas internas en una guerra civil.
Pero esa disciplina también provoca escenas de humor involuntario -eso lo digo yo-, toda esa represión y libertad coartada se convierte en un alud de entusiasmo una vez que se da la señal. Ayer a las 7 de la tarde, antes de la convocatoria de César Camacho Quiroz, cuando nada era oficial, el gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello, se avalanzó a felicitar por twitter a Manlio Fabio Beltrones, así se dará la cascada de fieles y detractores de los que se rigen de ese PRIncipio.
Enrique Peña Nieto juega a la segura.
Lo hizo antes en el Estado de México con Eruviel Ávila Villegas donde privilegió la eficiencia y probabilidad del mejor resultado, sobre la amistad de Alfredo Del Mazo. El escenario del gobierno federal y su partido no está para riesgos, los problemas se acumulan y la toma de decisiones no empata la velocidad de los yerros. El tigre crece sin control.
El lunes comenté en base a la encuesta de Reforma lo siguiente: En la parcela tricolor puntea Miguel Ángel Osorio Chong con 18% del voto ciudadano sobre el 12% de líderes, lo ubica en quinto lugar de la tabla general, peeero, Manlio Fabio Beltrones lo rebasa con 10% entre los líderes -no así entre ciudadanos, obtiene 10%-, sin embargo es una posición que lo hace el más viable de los mencionados para tomar la estafeta de César Camacho Quiroz en el PRI (http://goo.gl/a9SK0j).
El martes cerré esta columna con lo siguiente: Para Manlio Fabio Beltrones no hay más por demostrar. El presunto temor a la astucia, a la capacidad y eficiencia, es una leyenda urbana que trata de marcarlo.
Está listo para tomar las riendas del partido, para ejercer el puesto donde mejor ayude, o tomar vacaciones, de esa simpleza. Los conocedores de esa astucia, de esa capacidad y eficiencia, saben que no activará el presunto Plan “B”.
En la curia del PRI es el más consciente de la imprescindible unidad como factor decisivo en el 2018. El maremagnum de problemas, errores y desaciertos del gobierno cambió el la imagen y perspectiva inicial del sexenio, necesitarán a los mejores talentos, no hay más. Ahí están las apreciaciones del propio presidente, los estudios de campo y la virulencia asertiva de medios de comunicación y redes sociales.
Esa es la dinámica del ecosistema priista que entiende Beltrones, esas son las reglas que juega en pretérito, presente y futuro. Lo demás es ficción.
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