Hugo Páez
A un año de mencionar la gran victoria en el segundo mensaje del Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto, con la captura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, hora será la gran derrota del tercer informe.
¿Estarán los imperdonables en Palacio Nacional cuando las cámaras ilustren el discurso presidencial..? ¿Habrá tomas personales, imágenes que apoyan el guión..? ¿Saldrá Monte Alejandro Rubido García a cuadro cuando el presidente mencione la fuga del penal de máxima seguridad del Altiplano? ¿Permanecerá hasta el 1 de septiembre en la Comisión Nacional de Seguridad..?
No hay imposibles, pero la recaptura de Guzmán Loera se acerca a eso, cuando menos en el plazo perentorio a vencer en cinco semanas.
La escena se antoja patética, aún con el golpe a la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación. El gobernador de Oaxaca anunció el martes la modificación al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, para efectos prácticos es la aniquilación a la beligerante Sección 22. Indudablemente un éxito, pero tendrá que cargar con otro negativo: el deslizamiento del peso frente al dólar. Una depreciación que parece imparable y que el ex secretario de hacienda Ernesto Cordero Arroyo pronostica con una tendencia a la baja, por lo menos durante todo este año. Y cuando un opositor de la seriedad y el conocimiento de Cordero Arroyo, asesta un golpe en su materia expertice, es más creíble que la versión oficial.
Pero a 5 semanas del Informe Presidencial, hay tiempo para apuntalar la mano firme, para esas acciones fuertes de las que habla el coordinador parlamentario del PRI en el Senado, Emilio Gamboa Patrón.
El llamado no es casual, ni el guión totalmente propio, en esa cultura priista donde no hay personaje que se vaya por la libre, y menos alguien con el olfato político y el tacto de Gamboa.
El discurso de ayer huele a estrategia previa a futuros golpes estilo IEEPO de Oaxaca o del calibre de Elba Esther Gordillo. Hay que contrarrestar el marcador negativo a como dé lugar, de activar el Plan “B”, a falta de la recaptura del del preso número 20 del Altiplano.
En corto se habla de un imposible a corto plazo, cuando los abogados de Joaquín Guzmán Loera tuvieron acceso al expediente donde detallan operativos de las fuerzas federales, de la Comisión Nacional de Seguridad y de la Semar de Vidal Soberón, la parte activa en el operativo en las suites Miramar en Mazatlán Sinaloa en febrero del 2014.
Guzmán Loera tuvo 16 meses para pensar en sus errores y en las traiciones. No le queda más que bajar al máximo el perfil, cuando menos los próximos dos años, hasta que el sexenio entre en la recta final donde se definen candidatos presidenciales. El próximo sexenio será otra historia.
Dos de los tres grandes partidos llegarán con nuevo líder al tercer informe. Acción Nacional tendrá en la figura de Ricardo Anaya Cortés o Javier Corral Jurado la nueva batuta, y Peña Nieto decidirá al hombre del PRI que tome la estafeta de César Camacho Quiroz, clave para el éxito de su sucesor. ¿Veremos a Manlio Fabio Beltrones, a Arturo Zamora, a Enrique Martinez y Martinez, a Alfonso Navarrete Prida o una sorpresa..? El cambio de estafeta vendrá con movimientos del gabinete y una atmósfera política de renovación.
Y en el escenario del mensaje del Tercer Informe aparecerán nuevos actores, los candidatos independientes vencedores: Jaime Rodríguez “El Bronco” y Manuel Clouthier Carrillo, y si se superan viejos odios, las cámaras en Palacio Nacional tomarán a Martí Batres Guadarrama como el titular de Morena. El partido de Andrés Manuel Lopez Obrador habrá dado muestras de tolerancia.
Pero todo está por verse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario