Hugo Páez
A quien le importan las conjeturas pseudo científicas de la Procuraduría General de la República en el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, frente al rigor de la Antropología Forense..?
Las dos visiones, los dos objetivos: el científico y el de la autoridad de seguridad pública, mantienen enfrentadas a la opinión pública por dos razones: Primera, el gobierno federal cumple un propósito político, sustentado en principios legales, que no necesariamente están soportados por procesos estrictamente científicos.
Segunda, el rigor de la Antropología Forense no tiene plazos de conclusión, y, en una diversidad de casos como el de Cocula, la contaminación de los sitios, la falta de pruebas concluyentes y la manipulación de objetos y circunstancias, no coinciden con la conclusión que presentaron Jesús Murillo Karam y Tomás Zerón de Lucio. Así fue expuesto el viernes en un documento con siete inconsistencias por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Para la PGR el caso cierra una etapa de conclusiones con una verdad histórica basada en declaraciones y elementos probatorios que no tienen el aval del EAAF.
Si persiste la molestia en la autoridad y el gobierno federal por diferencias con los Antropólogos Forenses, pues que lástima. La verdad histórica antes de Johannes Kepler, durante cientos de años, era que el Sol y los planetas giraban alrededor de la Tierra, después del científico alemán prevalece la verdad científica de los planetas orbitando el Sol.
La certeza legal de la PGR concluye que los restos del basurero de Cocula, trasladados al río de la entidad en bolsas -algunos de los cuales fueron depositados en el caudal- corresponden a los estudiantes presuntamente ejecutados y calcinados, esa es la conclusión oficial de la Procuraduría, no del estudio científico, ni tampoco de un juez.
El estudio forense siembra dudas que reclama Murillo Karam, pero el rigor científico no tiene nada que ver con las prisas del Estado Mexicano ni con la molestia de ver postergado el carpetazo final.
Y si eso permite que los padres de las víctimas de Ayotzinapa y grupos aprovechados mantengan vivo el movimiento y todo lo que implica, inclusive lucro político, económico y más, pues que lástima, la Antropología Forense no certifica la postura de PGR, y probablemente nunca lo haga, simplemente no hay datos concluyentes.
El gobierno federal está presionado por el calendario electoral y el por factor de riesgo que implica mantener abierto el caso Ayotzinapa, así es, y no habrá forma de darle certeza científica. Murillo y Zerón tendrán que vivir con eso, con la verdad oficial plagada de dudas.
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