Hugo Páez
Hoy decidirán Gustavo Madero y el PAN si son capaces de cambiar el curso de la vida democrática en México con la modificación de la preponderancia por sector, a servicio, en la ley secundaria en materia de telecomunicaciones. Aun con el bombardeo en contra, aun con la apología emprendida por los senadores Javier Lozano Alarcón (PAN), Omar Fayad (PRI) y Roberto Gil Zuarth (PAN) que pretenden dar carpetazo al tema escudados en una presunta vigilancia a la palabra de la constitución.
En este ámbito, modificar la reforma de Telecomunicaciones se pretende ver como un pecado de pulcritud donde una corporación preponderante vigila con precisión a sus cómplices y a sus detractores. “Ya lo definimos, ya votamos a favor de la preponderancia por sector 112 de los 128 senadores”, dice Fayad.
El impacto de esta reforma en la vida democrática eleva su importancia por encima de la Energética y de la Político - Electoral, peleada con garra por el PAN para beneficio de su burocracia en turno.
La interrogante es si Gustavo Madero arriesgará sus aspiraciones presidenciales en el 2018 por un cambio importantísimo en la ley secundaria. No es poca cosa enfrentarse a Televisa, lo hizo Santiago Creel Miranda después de la traición que le jugaron los beneficiarios de decenas de concesiones de casinos antes de dejar la Secretaría de Gobernación en tiempos de Vicente Fox.
El contragolpe fue cruel, ventilaron su vida personal con Edith González, tan letal como la grabación de Purificación Carpinteyro. Ese no es el único riesgo de Madero, la televisión jugará un papel importante en la elección intermedia del 2015, y el resultado de las nueve gubernaturas y diputaciones serán su aduana.
La sola convocatoria de Madero y legisladores dimensiona el temor a represalias. La respuesta a la proscripción de cobertura es real, se materializó en el 2006 en la Ley Federal de Telecomunicaciones con una votación histórica, unánime, a favor de los intereses de las televisoras.
A diferencia de otras leyes secundarias, Madero habla de la autonomía de conciencia de su grupo parlamentario, no quiere cargar sólo con la televenganza que lo borrará de la pantalla, en el mejor de los casos.
En realidad Emilio Gamboa y Jorge Emilio González necesitan sólo un puñado de senadores, y estos ya están seguros, pero esta vez se quiere evitar el servilismo evidente, aunque en el último de los casos van por el resultado, aun cuando desnude complicidades.
La especialidad y complejidad del tema es un punto a favor de los que buscan la persistencia de las mismas reglas, pero basta decir que la preponderancia por sector es el gran regalo para los corporativos dominantes, uno más de los otorgados en los sexenios del PRI y los panistas de Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa.
¿Simulación o grandeza..? Habrá que esperar a ver la madera de Madero.
El presidente del PAN Gustavo Madero y el senador Javier Lozano Alarcón
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