Hugo Páez
Michoacán es un tramado de engaños, confusiones, protagonismos y medias verdades, que el Comisionado Alfredo Castillo debe invertir mucho tiempo en analizar información para la toma de decisiones.
Uno de esos protagonismos, peligroso por representar a la Iglesia Católica es el Padre Gregorio López de Apatzingán, quien participó en la toma de la alcaldía y la denostación del presidente municipal Uriel Chávez.
Lo advertimos 45 días atrás, desde el 20 de enero, el Padre Goyo exagera la nota, inventa y monta un espectáculo en cada oportunidad para atraer reflectores. Tiene muchos seguidores, después de la crítica llegó el golpeteo verbal en redes sociales y correos electrónicos.
Por esos días consulté a destacados miembros de la Iglesia Católica sobre el fenómeno del Padre Gregorio. Su nombre apenas era citado en medios de comunicación, destacando las muestras de valentía al oficiar algunas veces con chaleco antibalas. “Gregorio daría lo que fuera por 15 minutos de fama” fue la conclusión de la mayoría, algunos habían coincidido en Roma con Gregorio López. En la curia católica la opinión era unánime y activó la alerta desde la alucinada denuncia en la que supuestamente los Caballeros Templarios ofrecieron una recompensa de 4 millones de pesos por su cabeza a inicios del año. Pero la falacia más espectacular fue cuando aseguró el domingo 19 de enero que el Ejército abatió a 5 sicarios que planeaban matarlo, no hubo tal, el Secretario Ejecutivo del SNSP, Monte Alejandro Rubido lo desmintió. El 18 de enero “reveló” una supuesta comida entre Servando Gómez “La Tuta” y Nazario Moreno en el rancho “La Cucha”, sin más datos que dieran certeza.
Al día siguiente, el 20 de enero, hablé sobre el tema con Carlos Ramos Padilla en ABC Radio, el segmento se tituló “El protagonismo mentiroso del Padre Gregorio en Michoacán”, así está registrado en Youtube http://ow.ly/ugtNM con mas de tres mil reproducciones. Un día después cité más datos en la columna Los Malosos del 21 de enero http://ow.ly/ugubB sobre el cura que oficia algunas veces con chaleco antibalas, tomando la providencia “expontanea” de avisar a los medios de comunicación. El agregado fue que el Vaticano abrió una investigación por la presunción de la existencia de dos hijos, nada que no se haya repetido en en la institución por siglos, sin embargo, no deja de ser un obstáculo para la escala jerárquica, y algunos atribuyen la intensidad y el dramatismo protagónico del cura de Apatzingán como reacción defensiva.
Ahora no aguantan al Padre Goyo, la toma de la alcaldía de Apatzingán le da otra dimensión en su participación como miembro de las autodefensas.
El presidente municipal Uriel Chávez salió escoltado por las fuerzas federales a costado del edificio para llegar a su casa. La Secretaría de Seguridad Pública informó que las 50 personas se retiraron de manera pacífica del Ayuntamiento. Hasta las 19:00 horas se encontraban alrededor de 15 personas en la entrada principal de la presidencia, para impedir el paso al personal que labora en el Ayuntamiento. El líder de una de las autodefensas, Hipólito Mora, dijo en entrevista con Radio Fórmula que Uriel Chávez tiene muchos problemas porque desde hace tiempo la policía municipal de Apatzingán secuestraba a personas en el municipio y las entregaba al crimen organizado, y agregó: "Yo no estoy diciendo que sea responsable, que sea el culpable, pero estoy bien seguro, porque tengo evidencias de eso, que la policía municipal era quien entregaba a las personas a “Los Caballeros Templarios”.
Los enredos crecen y el estado de derecho se vulnera día a día, Adolfo Suárez Inda, Arzobispo de Morelia recientemente retirado, reaccionó demasiado tarde, como suele hacerlo en todos los asuntos de su Arquidiócesis, pidió cordura al Padre Goyo, y no fue más allá. Ahora todos se admiran de la intensidad del prelado. No hay nada nuevo, lo hicieron crecer y ahora no lo paran.
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