Hugo Páez
Quien iba a pensar que después de las funerarias alguien lucraría con la muerte. Bueno si, el asesinato de Luis donaldo Colosio sirve hasta el momento para beneficio de algunos compañeros de partido, y la posible ejecución de Edgar Tamayo levantó tanta polvareda de defensores de última hora, que se obligó a escribir una carta “contra los que quieren quedar bien ante las cámaras cuando van a ejecutar a un mexicano” en Estados Unidos.
No son pocos los gritones que lucran con la muerte de Tamayo, ni se limitan a las oportunistas declaraciones del gobernador de Morelos Graco Ramírez alentando falsas expectativas, dramatizadas con acusaciones racistas contra el gobierno texano de Rick Perry.
A 48 horas de su ejecución Edgar reclama a Patricia Espinosa y José Antonio Meade el desinterés del consulado mexicano y las mentiras de la Secretaría del 2008 al 2013 cuando solicitó reportes del visitador consular Luis Benjamín Lara que asegura nunca obtuvo.
Frente a la inyección letal se entiende cualquier tipo de ira, pero en estos temas los consulados de México en los estados norteamericanos que aplican la pena capital son especialmente cuidadosos. En muy pocos casos pueden revertir este tipo de sentencias dictadas en procesos muy largos, cuidados, revisados y vueltos a revisar. El temor a equivocarse es brutal, lo escribí en este espacio el jueves pasado ( http://ow.ly/sMexm ) con el título “Lucrando con la ejecución de Edgar Tamayo”.
En esa ocasión consulté a Manuel Pérez Cárdenas, ex cónsul general en Houston y a Louis Escareño ex asistente del Fiscal General de Texas, los dos coinciden en el agotamiento de recursos y de la poca importancia que da el gobierno de Texas a los tratados internacionales sobre derechos consulares. No está obligado a cumplirlos, ni siquiera existe una ley reglamentaria, así falló la Corte Suprema a favor de Perry, del gobierno del estado.
Pero Tamayo reclama la estridencia de última hora -pueden ser semanas o meses, no obstante, comparados con 20 años de prisión, son última hora- de legisladores mexicanos, periodistas, conductores de radio y televisión, y por supuesto Graco Ramírez que en su calidad de gobernador paisano del asesino confeso, encontró la forma de hacer justicia mediática allende el Río Bravo, para desviar la atención de la grave situación que atraviesa su estado.
“A todos los paisanos pido disculpas por haber fallado y llegar encajonado, ojalá que lo mío sirva como ejemplo para otras personas”, dice Tamayo en una carta asumiendo la más terrible, pero la más real de las probabilidades. La cita es el miércoles por la tarde en Huntsville Texas. Ojalá y el respeto prevalezca, que callen los payasos y su espectáculo de autoinmolación frente a cámaras y micrófonos.
Blog: http://hugorenepaez.blogspot.com/
twiiter: @hugopaez correo: hugopaez@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario