Hugo Páez
Directores de
área, Subsecretarios, legisladores, empresarios y demás, todos se quejan del
Secretario de Hacienda Luis Videgaray.
Le tocó una de
las posiciones mas ingratas, donde el aplauso cómodo se logra a partir de la
soltura presupuestaria pero las decisiones correctas implican disciplina,
austeridad y una realidad que obligó a la Secretaría de Hacienda a reducir la
expectativa de crecimiento económico por segunda ocasión en el trimestre, al
pasar de 3.1% al 1.8 %, como lo anuncio el Subsecretario Fernando Aportela. A
principios del año el pronóstico era de 3.5%.
El apretón en
los primeros seis meses impactó en todos los sectores de la economía y en
consecuencia levantó la ola de críticas. Inexplicable para algunos cuando las
reservas que heredadas por Felipe Calderón rebasaron los 140 mil millones de
dólares, y una cantidad similar hiberna en el Sistema de Ahorro para el Retiro.
Los conocedores del estilo Videgaray reconocen una estrategia similar en el
Estado de México durante la gubernatura de Enrique Peña Nieto.
A nadie le
gusta que le recorten el gasto, congelen contrataciones, proyectos o
adquisiciones necesarias para la operación de Secretarías y continuidad de
proyectos inconclusos, y esa es la huella de Hacienda hasta el momento, que,
según los críticos es factor de una contracción infame. El tiempo lo dirá.
Seguramente será
el blanco de reproches a partir del reporte del INEGI. A grandes rasgos afirma
que la economía mexicana cayó un 0.74% durante el segundo trimestre del año, en
comparación con el primero, un resultado decepcionante en el consenso de los
analistas.
La caída la
ubican como la primera ocasión desde el 2009 en que se registra una tasa
negativa del Producto Interno Bruto. En términos anuales se traduce como la
inesperada contracción que no alcanzó los 2.3% según lo pronosticado por
analistas y 2.5% por el gobierno federal.
En estos casos
la precaución financiera nunca está de mas, y debe reconocerse los 12 años de
gobierno panista en el sentido estricto de esta disciplina, prueba de cierta
confianza es la contiuidad en el gabinete de José Meade Kuribeña. El ex
Secretario de Hacienda en su momento fue la extensión de Ernesto Cordero Arroyo
y ahora fue ubicado en un punto estratégico de la política económica
internacional desde la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El perfil de
Luis Videgary está hecho para resistir el alud de criticas que provoca
cualquier política de austeridad. En otras latitudes la aplicación extrema fue
causal de brutales revueltas como en Grecia y Brasil, ni de lejos es el caso de
México, pero tampoco sobra la sensibilidad para actuar y aplicar los recursos
donde se debe. Históricamente su trinchera es el blanco de presiones políticas,
de ahí salió Ernesto Cordero como el precandidato favorito de Felipe Calderón,
pero cinco años a ese ritmo serán de un gran desgaste.
¿Por qué todos
se quejan de Luis Videgaray..? Por que nos encanta la manga ancha y el confort
en la inmediatez, sin embargo, habrá que probar que las decisiones de Hacienda
son las correctas.
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