Los inmigrantes en manos de las bestias

Hugo Páez

         Bien pensada y redactada la Reforma a la Ley de Migración Publicada en el diario oficial el 25 de mayo del 2011, pero hasta el momento imposible de aterrizarla en la infame realidad de los mas vulnerable, los que cruzan de sur a norte el país para alcanzar el sueño americano.

         Para el presidente del Colegio de la Frontera Norte Tonatiuh Gillén es un problema de voluntades que derivó en la tragedia de La Bestia, un evento de impacto mediático por el descarrilamiento del ferrocarril, pero que en realidad recrea el drama cotidiano que sufren guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y todos aquellos que inevitablemente son atraídos por la asimetría entre Estados Unidos y Centroamérica.

         Platicar con Tonatiuh es meterse a las entrañas de un problema estudiado a profundidad por los académicos del Colef. La dinámica migratoria es tan omnipresente que rebasa entendimientos, y polariza el enfoque entre el país mas poderoso del mundo y sus vecinos del sur. Ese es el verdadero muro que encuentran los 200 mil inmigrantes que montan La Bestia a lo largo de tres semanas de recorrido.

         Tragedias como la de Tabasco no deberían existir a partir de la Reforma a la Ley de Migración publicada mas de dos años atrás, sus postulados tienen principios de protección a la migración no documentada, a los infantes, a los derechos humanos y otros factores que derogan y adicionan disposiciones en la Ley General de Población, en el Código Penal Federal, en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, en la de la Policía Federal, la de Asociaciones Religiosas y Culto Público, la de Inversión Extranjera y Turismo, todo esto en respuesta al horror revelado en la masacre de San Fernando en agosto del 2010.

         Nos encanta hacer leyes, presentarlas en conjunción con las autoridades y los activistas sociales del tema, posteriormente publicarlas en el Diario Oficial, para después guardarlas en la incompetencia de la que todos formamos parte.

         Pero existen autoridades directamente responsables a las que se debe pedir cuentas, con nombre y apellido. La Subsecretaría de Población de Gobernación, el Instituto Nacional de Migración, la Secretaría de Relaciones Exteriores y las autoridades estatales involucradas en los trayectos son quienes deben presentar resultados.

         La dinámica migratoria es permanente, la historia reciente registra un crecimiento constante del problema que Estados Unidos trata de resolver con el absurdo de un nuevo muro de 40 mil millones de dólares.

Sin embargo, en esta aparente entropía incontrolable, se gestan oportunidades insospechadas. En la franja laboral de Guatemala con México, principalmente Chiapas, se mantiene una dinámica de flujos temporales de trabajadores que funciona como herramienta de desarrollo que no ha sido explotada en su verdadero potencial, con 600 mil cruces registrados.

         Bueno, primero habría que reflexionar sobre que hace la velocista, Ana Gabriela Guevara -contra su voluntad- en la presidencia de la Comisión de Migración del Senado, la hermana del sub Marcos, Mercedes Guillén Vicente en la Subsecretaría de Población, y el policía Ardelio Vargas como Comisionado del INM, por cierto, al que la Subsecretaria Guillén Vicente le dice “El Chota”.

         Si la barrera física que impondrán los norteamericanos es absurda, la barrera mental del estado mexicano es brutal.

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