Hugo Páez
Leo un estudio de la OCDE que se
pregunta por qué los mexicanos somos de los países mas felices, si estamos
debajo de la media de las 34 naciones industrializadas en salud, calidad de la
educación, vivienda, y con un mayor sentimiento de inseguridad.
El 85% de los mexicanos dice estar
satisfecho con su vida, de tener mas vivencias positivas que negativas en su
vida diaria, según el índice Para una Vida Mejor de la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico.
Por favor, si escucha el discurso de
algún político oportunista que trate de exaltar la grandeza de los mexicanos, “esa
que saca lo mejor de la vida y superar la adversidad”, mándelo a la ch...
No se trata de eso, creo mas en las condiciones geográficas, la herencia
cultural, la biogenética que reveló algunos de sus secretos en el mapa del
genoma humano, y posteriormente derivó en el mapa del genoma mexicano con las
variantes regionales.
Aún así es un misterio que nada tiene que ver con la magia o
la divinidad, sino con la ignorancia de estar en un punto científico y
filosófico donde persisten grandes dudas.
Pero es un hecho que los mexicanos
sacamos provecho de las pocas opciones; tal vez esa alegría juega en nuestra
contra al nulificar la capacidad asertiva del reclamo a los gobiernos para
hacer bien su trabajo. Al menos tardamos muchos años para alcanzar esa
exigencia, y aun nos cuesta trabajo. Preferimos la alegría, al descontento del
recamo constante.
Para todo hay límites. Veo en Youtube
el arranque de furia en los pasajeros de la aerolínea Viva Aerobús en una sala del
aeropuerto de la Ciudad de México contra un empleado que dio la cara en ese mar
de ineficiencias, sumado a la negligente tolerancias de las autoridades
reguladoras. Entiendo, sin justificar, las causas de la frustración que los
llevó a la agresión física, pero esa actitud sirvió a la compañía para
victimizarse y desviar la atención del verdadero problema.
El incidente de Viva Aerobús es una perla
en el océano de dejadez cotidiana que mostramos el mexicano promedio ante el
abuso y la agresión en la ineficiencia de todo tipo de servicios.
Pero nos basta una tarde hermosa, un
cielo claro, una lluvia oportuna en un día caluroso, una sonrisa, un gesto
amable, y todas esas pequeñas cosas que logran acariciarnos el alma, para ser
felices.
Las cifras de la OCDE prueban que poco
tiene que ver con el dinero. Por ejemplo, el nivel de ingreso familiar neto
promedio en México es de 12,732 dólares al año, mientras que la cifra promedio
de la zona OCDE ronda los 23,000 dólares, y
se ha mantenido la brecha entre ricos y pobres: el 20% de los que más
ganan, lo hacen tres veces más que el 20% de los que menos ganan.
Los mexicanos trabajan más por menos dinero: el promedio son 2,250
horas al año, en comparación con las 1,776 horas laborales en la media de los
ciudadanos de otros países de la zona OCDE. El 29% de los mexicanos con empleo
remunerado tienen un horario de trabajo muy extenso, mientras en otras latitudes
es del solo 9%.
El domingo vimos una dimensión de la
felicidad ajena al dinero: uno de los hombres mas ricos estalló en jubilo
frenético por la victoria de su equipo. Eran los últimos momentos de un partido
adverso.
Seguramente Emilio Azcárraga tendrá en
su historia pocos momentos de éxtasis tan explosivos como el de domingo pasado en
el triunfo del América sobre el Cruz Azul en el Azteca.
De momento me pareció grotesco, después entendí el frenesí,
el cruce público de la prudencia obligada en sus pares, para emular al fanático
descamisado, libre de sumergirse en la euforia. Al mismo tiempo, esa felicidad
estaba a la mano de millones de mexicanos seguidores del equipo, aunque
infinitamente mas pobres. El resentimiento contra Televisa y Azcárraga explotó
con saña en las redes sociales, pero eso es otra cosa.
¿Qué nos hace tan felices..? La
respuesta mas adecuada no conduce al legendario y poderoso Estados Unidos, a
Inglaterra o Alemania, las migajas de felicidad nos guían a Australia, un país
al que tenemos que arrancarle ese secreto, del cual los mexicanos ya tenemos
buena parte de la formula. Feliz día.
Blog:
http://hugorenepaez.blogspot.com/
twiiter: @hugopaez correo: hugopaez@prodigy.net.mx
www.hugopaez.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario