Hugo Páez
Acostumbrados a recibir dinero cuando extendían la mano a cambio de mantenerse tranquilos, Leonel Godoy pervivió en amasiato con normalistas y maestros de la CNTE, que ahora se convierten en su brazo armado, muy útil en las presiones a Fausto Vallejo que se niega al chantaje.
Incomprensibles las escenas de camiones, autos y camionetas incendiadas en un espectáculo nocturno que alejarían a cualquier visitante extranjero. Anacrónicas las imágenes que se funden con las del crimen organizado en el estado natal del Presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Pero mas absurdo aun el balbuceo de los líderes normalistas y de la coordinadora de maestros al tratar de explicar sus demandas, y las medidas que “se obligaron a tomar” para ser escuchados.
Ojala Vallejo se mantenga firme.
Este tipo de protestas no aguantan la mínima prueba en la opinión pública fuera del PRD, que se esfuerza por mantener en la opacidad las desastrosas cuentas de la administración de Leonel Godoy.
Escucho en la radio al líder de los maestros de la escuela normal de Michoacán pontificar grandes conceptos, tratando de explicar el supuesto plan maestro, gestado por los gobiernos (sin especificar cual o cuales), desde una especie de Olimpo, cuyo objetivo es acabar con los normalistas, el magisterio, y sus escuelas.
Es la teoría del complot que mantiene a Michoacán en vilo, y trata de justificarse a partir de presuntas injustas evaluaciones y planes de estudio que maestros y alumnos normalistas no aceptan, porque también están “diseñadas para destruirlos”.
Disonantes las imágenes de lo ocurrido el lunes y martes en Michoacán, comparadas con el México de los nuevos tiempos. No solo carecen de reclamos racionales, intencionalmente imposibles de cumplir, lo extremo es la mano detrás de la quema de vehículos particulares, el burdo chantaje que necesitará todo el apoyo de la federación para ser desarticulado para romper la inercia de meses de amenazas a la tranquilidad y la vida cotidiana, al grado de que el presidente Calderón canceló una gira el lunes por su estado natal.
Vallejo tendrá que aguantar el fuego amigo y el fuego enemigo proyectado en los noticieros de televisión que inevitablemente deterioran la imagen de su estado recuperado para el PRI.
Deberá agradecer al titular de la SEP José Ángel Córdova Villalobos y a Felipe Calderón tenderle la mano y no dejarlo solo en el barco hasta la llegada de Enrique Peña Nieto. Una presión de ese tipo, con toma de planteles, transporte y casetas de peaje, calienta el ambiente minuto a minuto, es parte de la estrategia para doblar a Vallejo y alimentar a sus opositores; pero también es una historia vieja, repetida en la Oaxaca de Ulises Ruiz y que sufre intermitentemente Gabino Cue Monteagudo. No hay mas, usar la razón, el diálogo y la fuerza pública en límites extremos que amenacen la integridad de los ciudadanos, jamás el billetazo de Godoy.
Blog: http://hugorenepaez.blogspot.com hugopaez@prodigy.net.mx
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