Hugo Páez
Después de buscar en varios portales de internet que ofrecían ligas al tercer debate entre candidatos presidenciales en la volátil plataforma Youtube, en todos era la misma historia: imagen congelada, audio interrumpido y, por supuesto falta de continuidad en las exposiciones de los candidatos y preguntas de los estudiantes.
¿Cómo medir el éxito o fracaso del debate organizado por los estudiantes del movimiento #YoSoy132..?
Si es analizado como un caso inédito, a partir de la presencia activa de jóvenes en la elección presidencial, fue un éxito. Aun cuando faltó Enrique Peña Nieto, ya que convocar a Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y a Gabriel Quadri es un logro que ningún medio pudo lograr, además de que la ausencia del candidato del PRI era obvia por la naturaleza anti Peña, declarada en una asamblea del 132.
Sin embargo, desde la perspectiva del rating, comparado con el primero y el segundo debate, fue un brutal fracaso.
El domingo 10 de junio los presidenciales lograron reunir a mas de 20 millones de espectadores, el del martes en la Comisión de Derechos Humanos del DF a duras penas alcanzó los 100 mil cibernautas, equivalente al 0.45 por ciento.
Y si usted trató de verlo en Youtube experimentó una desesperación que a los pocos minutos se convirtió en decepción, en detrimento de la continuidad necesaria en una exposición de este tipo, además de que el formato propuesto era similar a un cuestionario que desinfló las posiciones entre candidatos.
Y no deja de ser cursilón el tacto de los comentaristas de medios de comunicación que trataron de justificar las brutales fallas técnicas de los jóvenes, como si se tratara de una casta separada de los adultos medios o mayores.
En lo personal creo que es una falta de respeto el separarlos, las diferencias son simples etapas, y para las pendejadas no hay edad, conozco a infinidad de adultos que, por el hecho de tener mas edad, ni son mas inteligentes, ni mas competentes, tal vez mas serenos y mas precavidos, solamente. Y a la inversa, jóvenes tan sobreestimados que no llegan a adultos.
Otros, brillantes en extremo, como el joven Gustavo Dudamel, Lang Lang, Mozart, Barajan, Bill Gates, por citar algunos geniales, ¡claro..!, no formaban parte de algún “colectivo”.
Lo que no acabo de entender es la justificación para rechazar la oferta del canal de Milenio y del Congreso de transmitir el debate a través de sus canales de televisión. Algunos representantes del 132 o 131 de la Ibero, como Rodrigo, justificaron la exclusividad de Youtube para “que no dijeran que se vendieron a tal o cual corporativo”, optaron sin medir, el estrepitoso fracaso en la transmisión. Por cierto, una situación totalmente predecible, cuando de enviar video por internet en forma masiva, se trata.
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