Hugo Páez
De nuevo Elba Esther Gordillo brinca a la posición de mas conveniencia, una danza históricamente rentable que no encuentra obstáculos en compromisos éticos.
Se sirvió con la cuchara grande en el foxismo y la repitió en el calderonismo, que nunca logró sortear los obstáculos del SNTE para lograr una educación de calidad, como lo prometió. Ahora reniega de las empatías de Calderón y hace acuerdos con sus contrarios.
La alianza del PRI con el PANAL es quizá el golpe que dejará solo al PAN, aun cuando el partido de Gordillo no signifique gran cosa en votos para el PRI, deja aislado a Acción Nacional, ávido de acuerdos que lo hagan competitivo en la carrera presidencial.
El reto de Elba mete en un dilema a Felipe Calderón, las posiciones que cedió a su grupo en el gobierno federal se harán insostenibles, la presión de la clase panista es inminente ya que desde un principió dudó de la efectividad del acuerdo con la líder vitalicia del sindicato de maestros, y lo comprobó en la elección de Michoacán con Luisa María “Cocoa” Calderón Hinojosa.
Nunca sabrá Cocoa que tanto le ayudó Gordillo, pero si, que la mano de sus operadores no le alcanzó para derrotar al priista Fausto Vallejo. Sobrarán quienes expliquen el revés a las encuestas por traiciones de los operadores electorales de Elba.
Semanas antes, “Cocoa” Calderón rebasó a Vallejo y Silvano Aureoles del PRD en las encuestadoras mas importantes. Peor aun, Roy Campos de Consulta Mitofsky no se atrevió a dar resultados al terminar la elección el 13 de noviembre por contradecir los pronósticos.
Las sospechas aumentaron cuando Elba Esther Gordillo da luz verde a Luis Castro para firmar el convenio de coalición con Humberto Moreira del PRI y Arturo Escobar del PVEM, tan solo unos días después de la derrota de Luisa María, bajo el pretexto de la consolidación de los partidos de izquierda alrededor de Andrés Manuel López Obrador con la declinación de Marcelo Ebrard Casaubón.
El PAN se quedó solo. Gustavo Madero, Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Felipe Calderón tendrán que repensar el futuro. El escenario no puede ser peor, tres partidos agrupados con López Obrador y tres con Enrique Peña Nieto es una agenda concreta que marcará la última definición el domingo 27 de noviembre, día de registro de los precandidatos del PRI, mientras tanto, el PAN incapaz de acelerar procesos va sin ninguna prisa.
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