Hugo Páez
Cuando todo parecía cuesta abajo para el PRI con Enrique Peña Nieto a la cabeza de las encuestas con una comodísima ventaja, aparece una especie de Plan “B” plural, en el que aparentemente caben todos los aspirantes presidenciales con pocas posibilidades de alcanzarlo, inclusive su compañero de partido Manlio Fabio Beltrones.
La idea es seductora ya que instaura un gobierno mas democrático, representativo y con una fuerza parlamentaria real al proponer Jefe de Gabinete, un gabinete de coalición avalado o propuesto por el Congreso y acuerdos en políticas públicas.
Pero todo este mundo ideal está bajo la sospecha de Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador de que se trata de una maniobra para derrotarlos antes de llegar a las urnas, y es la única opción de Beltrones, Santiago Creel, Marcelo Ebrard, Ernesto Cordero, Los Chuchos y el calderonismo para evitar una derrota.
Bajo esta perspectiva el gobierno de coalición es una perversión como cualquier acción tomada para mantener o insertar a un grupo en el poder, así sea plural. Pero lo mas interesante es que teniendo el PRI la ventaja competitiva de Peña Nieto a través de 18 meses, capaz de mantenerse en la cima y pasar la prueba de la elección en el Estado de México con la victoria de Eruviel Ávila, el senador Manlio Fabio Beltrones propone el gobierno de coalición que evidentemente debilita la fuerza presidencial.
¿Se trata de un héroe de la democracia..? Lo cierto es que la propuesta de Beltrones trae añejamiento de años, en algún momento le dio fuerza y en otros la dejó madurar, sin embargo hoy la agenda es propicia para opciones que parecen nuevas pero en realidad son mutaciones de viejas ideas.
La inclusión de Beltrones en los “abajo firmantes” del desplegado “Por una Democracia Constitucional” da la oportunidad al PAN y el PRD de oxigenar las coalición de distintas fuerzas o de la alianza reventada por Andrés Manuel López Obrador en el Estado de México, aún cuando el propio Manlio la calificó de “contranatura” y, según Roy Campos de Consulta Mitofsky, le restó puntos en las encuestas a Mercelo Ebrard en los últimos dos meses por que la percepción de los ciudadanos es que estaba traicionando a la izquierda.
En los términos de los coaligados se rompen estos tabúes y se permite el tránsito de gobiernos plurales con el argumento de que ninguna persona es garante ante los desafíos del país, y eso incluye a su compañero de partido Enrique Peña Nieto.
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