Hugo Páez
Algo pasó en el camino, algo que cambió la posición de Javier Sicilia y radicalizó su actitud frente a otros activistas sociales que sufrieron como él la brutal violencia del crimen organizado.
Apostado en la máxima plaza publica del país, Sicilia puso nombre a lo que debemos entender es su personal interpretación de los males en el combate a las bandas de criminales, Genaro García Luna, pero en realidad lo afianzó en la SSP.
Por alguna razón, las posiciones de los líderes de izquierda son especialmente cuidadosos con el ejército. Aun cuando piden su regreso a los cuarteles y las muertes de civiles inocentes en la lucha apuntan a la Sedena y Marina, Sicilia no pidió la renuncia del Secretario de la Defensa Guillermo Galván Galván ni de Francisco Saynez de Marina, como si en teoria fuese necesario mantener un flanco “confiable”.
Es claro que el razonamiento de Sicilia se basa en sentimientos de la población contra un estado cada vez mas policíaco, seguramente no tiene pruebas de corrupción o nexos de García Luna con el crimen organizado si no las hubiera presentado, aún cuando en círculos políticos ven a García Luna como un policía político de Calderón, por lo tanto inamovible.
Evidentemente el Secretario de Seguridad Pública goza de toda la confianza del presidente, fue uno de los promotores claves de la lucha frontal contra el crimen organizado, junto al entonces procurador Eduardo Medina Mora y Jorge Tello Peón.
Javier Sicilia materializa el dolor de un padre, es un hombre de palabras transparentes y letales. Su reclamo se oye auténtico, justo, por eso lo retomaron los medios de comunicación, pero debe ser cuidadoso cuando de pedir cabezas se trata.
Y debe ser especialmente cuidadoso con las voces oportunistas que construyen tesis de un lado para tronar a otro. Me dicen que esas voces le hablan al oído, consientes de su dolor y de lo fácil que es cultivar odios en terrenos sensibles. Y hay otras voces de las que se ha alejado, voces que sufrieron como él, y que se decepcionaron de las autoridades, como él, y se sienten frustrados e impotentes, como él, pero que optaron por el camino inteligente de estar jodiendo constantemente, pero sin desbordar pasiones, con la paciencia de retomar fuerzas y apoyar a las nuevas víctimas de la violencia... como él.
Pero al final del día, quienes deben estar felices son los cabecillas del crimen organizado por ver cortar otra cabeza mas, la de Genaro García Luna.
Blog: http://hugorenepaez.blogspot.com/
twiiter: @hugopaez correo: hugopaez@prodigy.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario