Las culpas de Beatriz Paredes

Hugo Páez

Ocultando los resultados inesperados, Beatriz Paredes Rangel se prepara para centralizar las decisiones en el Comité Ejecutivo Nacional del PRI que frustraron su meta de obtener cuando menos 11 de las 12 gubernaturas el 4 de julio.
No funcionó la formula, no cuajó la estrategia de dejar suelta la mano de los gobernadores sobre los partidos. Se impusieron candidatos que no cumplían con el perfil ó no eran los mejores elementos. Privó el interés en cuidarse la espalda sobre el sentido común, sobre el hombre lógico, el del momento que garantizara la victoria.
En la antítesis de esa mecánica, Cesar Nava y Jesús Ortega desde el centro del país impulsaron a Gabino Cue en Oaxaca, Mario López Valdés en Sinaloa, Rafael Moreno Valle en Puebla, Miguel Ángel Yunes en Veracruz y José Rosas Aispuro en Durango.
Tres de ellos son gobernadores electos y dos están en el ring de los tribunales electorales, a muy pocos votos de pelar la victoria.
En el terreno del fin justifica los medios, alejados de la ortodoxia doctrinaria de sus partidos y la antinatura de su relación, las alianzas funcionaron y la Beatriz falló.
Tan excesivo es calificar lo del PAN como triunfo, como lo del PRI en fracaso. Sin embargo a Paredes la empuja la agenda, esa que definirá si se queda en la Cámara de Diputados coordinando la bancada o en la presidencia. El calendario dice no tener mas de dos meses para decidir el camino a tomar, por eso las prisas para renovar estatutos y hacer cambios estructurales que le dejen el partido afinado para el concierto del 2012, que tendrá un previo muy interesante en el Estado de México el próximo año.
En el estilo de Beatriz se toman las decisiones en solitario. Así registró las diputaciones plurinominales, con la mínima negociación necesaria, así viajó estado por estado para marcar la pertenencia de los candidatos a cambio de apoyos futuros. No es la única responsable de perder dos gubernaturas mas de las estimadas, pero si es la gran responsable.
Beatriz fue la burlada por Cesar Nava en los acuerdos de no alianzas con el PRD, signó dos veces el documento del Estado de México que avaló Fernando Gómez Mont como Secretario de Gobernación.
Ahora vienen los cambios, una medida que va a poner nerviosos a los clanes en el PRI, que puede imponer candados o reglas prematuras para cerrarle el paso a unos, y tenderle la alfombra a otros.

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