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miércoles, 9 de mayo de 2018

   
Qué va a hacer AMLO, Anaya o Meade con Guerrero, el narco estado de Astudillo
   
Hugo Páez
 
En Guerrero pasa lo de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, antes de la elección del 2016, a pesar de la gran evidencia de corrupción, ligas con el crimen organizado y saqueo en el estado de Héctor Astudillo Flores y sus operadores, la familia Montúfar Mendoza.
Uno de ellos, Érit Montúfar Mendoza, nombrado delegado de Gobernación por Alfonso Navarrete Prida, a petición expresa del gobernador, otro, Abel Montúfar Mendoza, candidato a la diputación de Coyuca de Catalán, ejecutado el martes. Bonifacio Montúfar Mendoza es el director de la Policía Auxiliar del Estado (IPAE), y Saúl, delegado de la Profeco.
Dos años atrás, a pesar de la evidencia, la federación dejó a Javier y César Duarte, y a Roberto Borge, hasta ver si ganaban la gubernatura para el PRI.
Perdieron y dos de los tres están en la cárcel, y otro prófugo en Estados Unidos, gracias a los gobiernos de transición, NO del PRI como dijo José Meade Kuribreña a los panelistas de Milenio TV el martes por la noche.
De no haber transición en esos estado, las pruebas de Hacienda en contra de los Duarte y Borge, como alardea Meade de factor fundamental para detenerlo, hubiesen terminado en carpetazos infames, como en Tamaulipas con Tomás Yarrington, como Rubén Moreira en Coahuila, y César Duarte en Chihuahua, a quien se dejó la puerta abierta y una lentitud procesal que le permiten una larga estancia en Estados Unidos.
En este país dominado por el calendario electoral, Héctor Astudillo gozará de impunidad, más allá de la elección presidencial, si gana Meade. Pero lo dejarán a su suerte si Andrés Manuel López Obrador o Ricardo Anaya Cortés se llevan la victoria.
¿Que van a hacer los candidatos con el narco estado gestado de Guerrero?
Es de vergüenza extrema el viacrucis del obispo de Chilpancingo-Chilapa Salvador Rangel con la petición de clemencia a las cabezas del narcotráfico, para proteger a su feligresía, que NO puede proteger el general Salvador Cienfuegos Zepeda, el almirante Vidal Soberón Sanz, el Comisionado Nacional de Seguridad Renato Sales Heredia, ni el Comisionado de la Policía Federal Manelich Castilla Craviotto.
Es brutal el apocalipsis con imágenes de seis militares masacrados, tres de ellos muertos en Coyuca de Catalán, y otras con seis policías estatales acribillados y filmados por el crimen cerca de Zihuatanejo, pocos días antes.
La activista Isabel Miranda de Wallace pidió hoy mismo la destitución del gobernador: “Guerrero ha estado fuera de control desde hace mucho tiempo... me he atrevido públicamente a pedir incluso la renuncia del Gobernador porque me parece que está rebasado. Le exijo al Gobierno federal que tome control del estado, no pueden seguir dejando que sea tierra de nadie y que la gente esté muriendo de esta manera tan despiadada”.
Todavía está la tinta fresca de la renuncia del Fiscal General Xavier Olea, y un integrante de la familia de operadores de Astudillo, Bonifacio Montúfar, levanta la mano para ocuparla.
El cultivo de amapola y la producción de heroína es un negocio de miles de millones de dólares. Guerrero es el principal productor del país, el asesinato de soldados, marinos, policías federales, estatales y municipales parece un costo asumido en uno de los trasiegos que bajan por Acapulco y otros por Lázaro Cárdenas Michoacán, en esa parte del territorio dominado por Raybel Jacobo De Almonte “El Tequilero” y Johnny Hurtado Olascoaga “El Fish”, y donde Abel Montúfar Mendoza fue ejecutado.
El obispo Rangel tuvo el valor de decir que la ‘puerta’ de Chilapa estaba vigilada constantemente por militares, y ellos la abrían y cerraban al paso del crimen organizado.
Lo dijo sin ambages, días después se reunió el 9 de abril con el titular de Segob Alfonso Navarrete en la Conferencia del Episcopado Mexicano del cardenal Francisco Robles Ortega como testigo, previo a la Asamblea Plenaria de Obispos donde estuvieron los tres candidatos punteros presidenciales y Margarita Zavala Gómez del Campo. Jaime Rodríguez aún no recibía el aval del INE.
El pasado fin de semana, solamente en el área de Chilpancingo, fueron ejecutadas 16 personas. ¡Apocalipsis Now..! en Guerrero en un país donde todo está determinado por el calendario electoral, donde funcionarios federales y su candidato simulan preocupación extrema, pero exhiben máxima incompetencia, y aún falta por escarbar más en los cimientos de la extraña tolerancia con Héctor Astudillo, así como la tuvieron con Javier y César Duarte, Roberto Borge Angulo, Yarrington, Eugenio Hernández, los Moreira, Rodrigo Medina… y muchos más.
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