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lunes, 21 de mayo de 2018

    
“Lo que importa es sacar a los corruptos a como dé lugar”
    
Hugo Páez
   
El PRI ha desarrollado una gran capacidad de autoelogio y autojustificación que le impide quitarse de las vías, aún con el tren de frente y a toda velocidad.
La indignación perdona todo, la vaguedad, la falta de respuesta, la incapacidad intelectual porque el objetivo primordial de la rabia es “Sacar a estos corruptos a como dé lugar”, una frase que escucho diario y en diferentes latitudes.
Andrés Manuel López Obrador tiene que agradecer al PRI su ventaja, y reconocer que la debilidad de José Meade Kuribreña y la fallida estrategia del gobierno federal para eliminar a Ricardo Anaya Cortés, permiten que su gran incompetencia NO sea un obstáculo para el voto del odio.  
Y no hay forma de que la clase empresarial evada su responsabilidad en esto.
Lo que vimos la noche del domingo en el debate de candidatos presidenciales es verdaderamente patético. La forma de articular de Andrés Manuel, o más bien dicho de desarticular ideas concretas a los cuestionamientos, se debe traducir en una gran preocupación, pero NO, la irritación acumulada sobrepasa todo.
El fin de semana estuve Sinaloa, un estado donde los partidos de izquierda usualmente pintan menos que el agua, pero ahora se trata de revancha social, de odios  “Lo que importa es sacar a los corruptos a como dé lugar”.
Así el encabronamiento que no ve el riesgo de un resultado catastrófico con el líder de Morena.
La percepción de triunfo irremediable es su gran ventaja, pero es una falacia fundamentada en la repetición y la inflamación del anti sistema.
¿Puede ganarle Ricardo Anaya..? sin lugar a dudas.
El segundo debate es la hoja de ruta a seguir. Frente a la desarticulación de Andrés Manuel y su carencia de nivel intelectual debemos pensar que el lugar del candidato en las encuestas se debe a una infraestructura competente y a una mente brillante, pero NO es así, y vuelvo a la misma frase del sentimiento popular que mueve ese 38 o 40%: “sacar a los corruptos a como dé lugar”.
Una idea ingenua pero vendedora.
La corrupción tiene capacidad de mutación y adaptación, López Obrador NO es la excepción, materializada en la opacidad de los segundos pisos, en la Línea 12 de su colaborador Marcelo Ebrard Casaubón, en la administración de la delegación Cuauhtémoc de Ricardo Monreal Ávila, y una serie de personajes que gravitan, o lo hicieron, alrededor del líder de Morena hasta ser exhibidos, algunos de ellos legendarios como René Bejarano, Gustavo Ponce, Napoleón Gómez Urrutia, Eva Cadena y muchos más.
Al PRI no le va a alcanzar, el encabronamiento es brutal, aún matizado con ese autoelogio y autojustificación que los tiene anclados en el tercer lugar.
El tren viene de frente y van a tener que saltar de las vías para NO arriesgar el futuro de México.
 
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