Hugo Páez
Javier Corral juega a la política con maestría. Nada es espontáneo, pero tampoco requiere un plan maestro, simplemente utiliza una herencia del gobierno de Chihuahua, plagada de corrupción, una sociedad profundamente agraviada y saqueada, y un partido incapaz de enfrentar en tiempo y forma los escándalos que ponen en peligro la continuidad del PRI en la presidencia de la república.
El gobernador de Chihuahua dio en el blanco. Simbolizó la toma de Ciudad Juárez al arrancar la Marcha de la Dignidad, y enfiló su versión 2018 de la emblemática ‘División del Norte’ de Pancho Villa (José Doroteo Arango Arámbula), a la Ciudad de México.
Sus Dorados están personificados en académicos, intelectuales, y políticos que lo acompañaron en su proclama anti corrupción y anti impunidad, el lunes 8 de enero en el hotel Geneve de la Ciudad de México.
La División del Norte de Corral no glorifica a Francisco I. Madero, víctima de Victoriano Huerta , trae en la marcha la imagen del ex presidente de México en la figura de Gustavo Madero, nieto de Evaristo, hermano de Francisco, su coordinador Ejecutivo de Gabinete.
Corral puso el dedo sobre la llaga corruptora que hasta el momento NO puede curar el gobierno federal en más de cinco años. Ahora es un dolor de cabeza y la autoridad reacciona con desesperación, trata de desacreditar al Centauro Corral con desinformación, y todo tipo de guerra sucia, para desvirtuar las denuncias de triangulación de recursos de Hacienda en tiempos de Luis Videgaray Caso al PRI, vía gobierno de César Duarte Jáquez, que en las últimas horas atrajo la Fepade de Héctor Díaz-Santana, como maniobra de control de daños.
Pero el gobernador de Chihuahua tuvo su primera victoria al poco tiempo de anunciar la Marcha de la Dignidad: la PGR de Alberto Elias Beltrán anunció la petición de extradición de Duarte Jáquez, uno de los gobernadores más corruptos del PRI, al que se le han documentado más de mil 200 millones de pesos en desvíos de los 6 mil millones de la red de corrupción. Duarte es muy cercano de Enrique Ochoa Reza, tanto que desde la dirección de la Comisión Federal de Electricidad firmó una maniobra electorera para beneficiar a potenciales electores con reducción de tarifas de luz del 70%, retroactiva a cuatro meses, una semana antes de los comicios estatales.
A pesar de los esfuerzos de la autoridad federal por adjudicarse la petición de extradición, la opinión pública se la atribuye a Corral. El ex gobernador vivia un exilio rosa, la autoridad de Texas no lo molestaba, ni tenía por qué al no haber solicitud de extradición ni Ficha Roja de la Interpol. Ante la evidente impunidad, el gobernador de Chihuahua amenazó con emprender un cabildeo en el Congreso norteamericano para aplicar a Javier Duarte una ley que expulsa a extranjeros implicados en actividades criminales.
No tuvo que hacerlo, a media marcha Javier obligó a la PGR y la SRE de Luis Videgaray Caso a anunciar en conferencia de prensa la extradición, el propósito era evitar mayor daño a la imagen del candidato del PRI José Meade Kuribreña, pero no sin favorecer a Duarte, al presentar Elías Beltrán solamente tres de las once órdenes de aprehensión, como argumento extraditorio.
Y por ahí se escucha el trote de Corral Jurado en comunidades de Chihuahua, marcha como fuerza lateral de la coalición Por México al Frente, como ejemplo de praxis anti corrupción, de lo que sería el gobierno de Ricardo Anaya Cortés y sus coaligados Miguel Mancera y Dante Delgado del PRD y Movimiento Ciudadano.
Por ahí se escucha el trote del nuevo Centauro que promete salir el sábado a la capital de la república, y hacer una entrada triunfal de su División del Norte.
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