Hugo Páez
Estos son tiempos donde la causa nubla el Estado de Derecho, donde la certeza moral trata de erigirse sobre la jurídica.
Así aparecen los defensores del ex Fiscal Especial para la Atención a Delitos Electorales, Santiago Nieto Castillo, porque creen justiciero que Emilio Lozoya Austin deba estar en la cárcel.
En lo personal, no lo creo inocente, ¿pero que tiene que ver mi opinión contra las pruebas y procesos judiciales, en un Estado de Derecho..? ¿que tiene que ver la opinión de cualquiera, si el Fiscal cometió un delito al revelar la secrecía de la investigación..?
Y más que delito, es un pecado de la estupidez, que puede darle armas al acusado, para facilitar su defensa.
Repito, el ex director de Pemex puede ser presunto culpable de la comisión de delitos relacionados con los sobornos de la petrolera brasileña Odebrecht, supuestamente utilizados en la campaña electoral del 2012 a favor del candidato del PRI. De probarse, debe ser juzgado y detenido, pero eso es totalmente independiente de la actuación errónea y difamatoria de Santiago Nieto.
El próximo titular de la Fepade tendrá que investigar con todo rigor a Lozoya en torno a delitos electorales, ese es el tema de la Fiscalía, sin embargo, las voces que se alzan para proteger una actitud protagónica, violatoria del derecho, en aras de una causa que consideran ‘justa’, deben repensar su posición inquisitoria, y estar alerta de los aprovechados, expertos en falsear la información arteramente.
Conozco a varios jueces en Sinaloa que han sido amenazados por el narcotráfico, y otras variantes del crimen organizado. Ninguno de ellos acude a los medios de comunicación para victimizarse, como lo hizo Nieto Castillo en una entrevista con el periódico Reforma.
El Fiscal recién destituido dijo tener una carta enviada por Emilio Lozoya donde lo presiona, y le exige que lo declare inocente públicamente. El documento es parte del expediente de la investigación, en esta casa editorial lo publicamos en exclusiva (http://ow.ly/3Wq230g1Sql), consúltelo, NO hay ninguna línea para interpretarlo de esa forma, pero, si fuera el caso, el titular de la Fepade debió denunciarlo penalmente en la PGR por amenazas. No lo hizo, prefirió el protagonismo.
Escucho muchas voces que se pronuncian en defensa de Nieto Castillo, otras que dicen que las elecciones del 2018 están en peligro con la destitución, ya que el gobierno federal quiere imponer a un Fiscal electoral a modo.
En realidad la democracia y las elecciones están en peligro por muchas otras causas, una de ellas por la ambición política de grupúsculos que atentan contra sus propios partidos, otros, a los que NO les acomodó su circunstancia partidista, como en otros tiempos, y aprovechan el disfraz independiente, sin importarles denigrar la importante figura electoral, ni contaminar a los aspirantes legítimos de esta modalidad que opera con formalidad desde el 2015.
Indudablemente la percepción de corrupción es una de las marcas de este gobierno. Enrique Peña Nieto se quejó de ello en el foro Fortaleza de las Instituciones, con la irónica frase: “Si hay un choque aquí en la esquina (dicen:) ¡ah, fue la corrupción..!”.
Pues sí, casi al levantar cualquier piedra, usted encontrará esos indicios, prueba de ellos es lo que exhibió el sismo del 19S en la CDMX, donde los trámites y permisos que transitan por los tres niveles de autoridad, tienen la marca de la casa, no sólo en este sexenio, pero aquí se disparó.
Ese es el ánimo que aprovecha la demagogia para defender la estupidez de Santiago Nieto. Violó la secrecía de la investigación, independientemente de que el gobierno federal proteja, o no, a Emilio Lozoya.
El problema es que la actitud de la Fepade puede derivar en una ventaja para el acusado, si se comprueba que violaron su debido proceso. Eso es lo que tienen que reclamar sus defensores ciudadanos y de partidos de oposición, que al final del día le dio armas a los abogados del ex director de Pemex para facilitar su defensa, ya que el despacho Coello Trejo promete denunciarlo penalmente ante la justicia.
En lo personal, no pensé que hubiese un caso más vergonzoso que el del ex titular de la Secretaría de la Función Pública, Virgilio Andrade Martínez, en buena parte, culpable de la percepción de impunidad en el país por los casos que tuvo en sus manos. Se fue totalmente denostado en julio del 2016, pero seis meses después fue premiado con Bansefi. Esperemos que esta vez NO premien a Santiago Nieto, los mexicanos no lo merecemos, ni su estupidez.
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