- Preocupa riesgo de financiamiento de espionaje Pegasus con presupuesto de la CFE a Grupo IUSA
- Gamboa recibe línea de Peña Nieto para ‘echar al ruedo’ a cuatro presidenciables
- Enrique Ochoa desautoriza “visión” del coordinador de los senadores del PRI
- Contratos multimillonarios de la CFE de Ochoa Reza con Carlos Peralta
Hugo Páez
Más que una simple apreciación, el mensaje de Emilio Gamboa Patrón tiene los decibeles presidenciales para depurar una lista interminable, a sólo cuatro aspirantes.
Los presidenciables del PRI deberán montar un espectáculo político con el fin de incidir en la opinión pública, de acaparar medios de comunicación, y presentar al partido como la opción razonable y tranquilizadora, frente a la amenaza de Morena de Andrés Manuel López Obrador, y un PAN que no se decide a ir con el empequeñecido PRD.
El mensajero Gamboa se convierte de facto en la voz autorizada, por encima el presidente del PRI Enrique Ocho Reza, para eliminar de tajo a Eruviel Ávila Villegas, Manlio Fabio Beltrones, José Calzada Rovirosa, Claudia Ruiz Massieu Salinas e Ivonne Ortega Pacheco.
Era demasiado ruido del nutrido grupo, en la cultura priista. Así que veremos el próximo sábado 2 de septiembre en Palacio Nacional, la primera formación de José Meade Kuribreña, Aurelio Nuño Mayer, Miguel Osorio Chong y José Narro Robles, bajo los reflectores del mensaje del Quinto Informe de Gobierno de Peña Nieto.
El ritual sexenal está a punto de abrir pista en lo que pronostica una elección competida y virulenta, llena de oscuros, más que claros, exhibidos por anticipado con la aparición del software espía Pegasus, adquirido por el gobierno federal, que en voz del columnista Ricardo Raphael, existen elementos suficientes para ligar la adquisición gubernamental a la compañía IUSA de Carlos Peralta Quintero, cercano a Raúl Salinas de Gortari.
Enturbiar la contienda con ingredientes de la Stasi alemana de los 70´s, entrelazada con un poderoso proveedor IUSA, que apenas el año pasado obtuvo contratos multimillonarios en la administración de la CFE del ahora presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, dispara la sospecha del origen de la guerra sucia, y obligará a los opositores Ricardo Anaya Cortés, Alejandra Barrales Magdaleno y López Obrador, a exigir a sus bancadas en el Congreso la interrupción de este tipo de operaciones, letal en la antesala del proceso electoral.
En una carta dirigida al Director del periódico El Universal, IUSA rechaza que su empresa, filiales o directivos, hayan tenido relación alguna con la adquisición de Pegasus. Como respuesta, Ricardo Raphael dice valorar la confiabilidad de su fuente, además de ratificar la información publicada y seguir en la investigación y recaudo de pruebas.
Estos elementos suman a la sospecha de una elección de estado en el 2018, ya que entre los cuatro finalistas, Osorio Chong como titular de Gobernación es uno de los usuarios de Pegasus, a través del CISEN de Eugenio Imaz Gispert.
Terrible la desconfianza en el proceso electoral del INE de Lorenzo Córdova que provocará la relación entre Carlos Peralta, Ochoa Reza y la familia Salinas de Gortari.
Los antecedentes son claros: un reporte de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad documenta la fórmula de IUSA de Carlos Peralta: simular la participación de dos empresas en licitaciones que superan los 11 mil millones de pesos (http://ow.ly/I9di30eEyjy), el caso es del ámbito de la Secretaría de la Función Pública de Arely Gómez González.
La revelación de los nuevos nexos involucra a Enrique Ochoa Reza con el software espía Pegasus y Grupo IUSA, con el antecedente de espionaje denunciado ante la PGR de Raúl Cervantes Andrade, por las escuchas telefónicas y la inoculación de virus informático en teléfonos y gadgets de los periodistas: Carmen Aristegui y Carlos Loret, de los activistas Juan Pardinas y Alejandra Zapata, del Presidente del PAN Ricardo Anaya Cortés y el vocero Fernando Rodríguez Doval, y una docena de más casos visibles.
¿Rumbo a la elección de Estado..? es la pregunta en esta mezcla perniciosa, por lo pronto, la preocupación llegó a las coordinaciones parlamentarias del PAN de Fernando Herrera y Marko Cortés, y de PRD de Dolores Padierna y Francisco Martínez Neri.
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