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sábado, 29 de abril de 2017

López Obrador el garante de la revancha social, va por "El Encino 2"

Hugo Páez
Para la clase política, es más corto el camino de denostar al autonombrado líder moral, Andrés Manuel López Obrador, que aplicar métodos institucionales efectivos de anticorrupción. El primer problema de percepción social que desbancó a la inseguridad.
A pesar del encabronamiento ciudadano, el Congreso bajó cortinas el viernes, sin la aprobación del Fiscal Anticorrupción, no obstante, avaló en el Senado la Ley Contra la Desaparición Forzada con fuertes carencias, diseñada para NO afectar a mandos superiores, esos que no jalaron el gatillo, pero dieron la orden y mantuvieron la retención ilegal. Una norma proteccionista a favor de las Fuerzas Armadas, que deberá estar en el ánimo del debate de la Ley de Seguridad Interior.
De humor y burla involuntaria, comparado con la importancia de los pendientes, se aprobó una reforma para declarar el 17 de marzo, “Día de las Abejas”, a propuesta del senador panista y ex Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo.
La bandera anticorrupción como tema de oportunidad política, enfrentó a López Obrador con su realidad vulnerable, por más posiciones fundamentalistas que lo justifiquen, sin embargo, es la única imagen que se vende como garante de la revancha social.
Son los riesgos que representa el control total del partido por un solo hombre, la designación de candidatos por un solo dedo, y la responsabilidad adquirida de facto, al ser la imagen central de las candidaturas. 
Así le pasó con José Luis Abarca Velázquez en Iguala, ahora detenido por nexos con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pero septiembre del 2014 no era de campañas electorales.
Esa paternidad absoluta de todo lo que signifique Morena, lo hacen blanco de los videos de la candidata a la alcaldía de Los Choapas, Veracruz, Eva Cadena, recibiendo fuertes cantidades de dinero en efectivo, 500 mil pesos, 10 mil dólares y 50 mil pesos, más un trato de 5 millones de pesos, que en sus palabras tenían como destinatario a Andrés Manuel.
A pesar de todo, el encabronamiento social busca venganza contra las grandes acusaciones de corrupción en el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien privilegió a la amistad sobre la currícula, en la conformación del gabinete y en los puntos estratégicos de la administración.
Ese encabronamiento recibe octanaje de personajes abominables como el Javier y César Duarte en Veracruz y Chihuahua, de Tomás Yarrington y Eugenio Hernández en Tamaulipas, los Moreira en Coahuila, Guillermo Padrés Elías en Sonora, Rodrigo Medina en Nuevo León, Roberto Borge en Quintana Roo, Andrés Granier en Tabasco, y un largo etcétera.
No obstante, la ola antisistema no es capaz de reventar la resistencia del Ejecutivo y el Legislativo para consolidar un verdadero Sistema Nacional Anticorrupción, con metodología e institucionalidad totalmente autónomas, y sobre todo con un Fiscal fuerte e independiente.
Para esa resistencia que simula cambiar para seguir igual, es más fácil enlodar el slogan “Honestidad valiente” de Andrés Manuel, que convencer, por ejemplo, a los electores mexiquenses, de que Alfredo del Mazo Maza es la solución.
En ese juego de resistencias se prepara la defensa “El Encino 2”. El equipo de López Obrador y sus fieles, formados por una gran cantidad de clientela electoral encabronada, y conocidos apologistas a la causa, se preparan para inducir a la idea de que los video golpes, y las futuras confesiones de Javier Duarte desde la prisión de Guatemala, son equivalentes al caso de El Encino, previo a la elección del 2006, donde se erigió como víctima, y al final del día salió incólume por la torpeza de Vicente Fox Quezada y su equipo.
Ahora se induce a una presunta estrategia donde Eva Cadena es sembrada con propósitos de exhibirlo, sin embargo, las retenciones ilegales del 10% del salario de trabajadores del Ayuntamiento de Texcoco, por la candidata de Morena al Edomex, Delfina Gómez Álvarez, quedan fuera de toda explicación, más allá del mal pretexto que narra una presunta transferencia para pago de créditos Fonacot.
Mal presagio para los ciudadanos que claman justicia, el depositar la esperanza anticorrupción en una sola persona. Siempre será más fácil derrumbar prestigios que combatir a la élite beneficiada por la corrupción.
Pero Andrés Manuel NO está acabado y va a radicalizar su posición y discurso fundamentalista. No está derrotado, a menos que mantenga la puerta cerrada a la reflexión de sus propios errores, muy a la vista, y muy repetidos.
   
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