Hugo Páez
No hay engaño, las señales son claras, la avanzada de Luis Videgaray Caso e Ildefonso Guajardo Villarreal con funcionarios de Donald Trump en Estados Unidos, confirmó lo predecible y echó abajo cualquier optimismo que nunca tuvo fundamento.
El riesgo es enorme para la figura presidencial mexicana, cualquier olfato político allende el Río Bravo puede deducir que un golpe humillante a Enrique Peña Nieto encontrará eco en los partidos opositores y las masas agraviadas por la crisis que derramó el gasolinazo, reflejado en la baja calificación de las encuestas. No obstante, cancelar el viaje implica el riesgo de un aumento desmedido del dólar y del precio de la gasolina.
El perfil patológico de Donald Trump se verá alentado por estas variables, y podrá asestar un golpe demoledor. Imagino que entre los asesores presidenciales están quienes consideran que una grosería desmedida podría voltear empatías hacia el presidente.
No es así, el escenario electoral en México es un campo de batalla, y sus adversarios políticos, y los de Enrique Ochoa Reza y el PRI sentirán que están desaprovechando la oportunidad.
A vista de pájaro se ve el oportunismo. Algunos sin pena recurren a la cursilería de cualquier escenario, un ejemplo el el senador perredista Armando Ríos Piter quien convoca a trasladarse a una ciudad fronteriza para hacer un “muro” con los brazos enlazados. Por favor sin lágrimas. Otros descubrieron vocación poética en las muestras de “indignación”, pero nadie levantó un dedo en las señales previas, los migrantes mexicanos en Estado Unidos permanecieron abandonados por décadas, ahora son divisa política.
Basta revisar las medidas ‘oportunamente’ anunciadas durante la travesía de Videgaray y Guajardo al encuentro con el principal asesor Steve Bannon, el yerno Jared Kushner y Michael Flynn de Seguridad Nacional, para esperar el mismo tono con Peña, el mismo nivel de agresión que significó firmar decretos para el control de la migración en las fronteras, para la deportación inmediata de inmigrantes ilegales con antecedentes criminales, y las órdenes ejecutivas con medidas para reducir la migración ilegal, restricción en políticas de refugiados y emisión de visas a población de varios países de población mayoritariamente musulmana, además de reiterar la promesa de construcción del muro fronterizo con nuestro país de 3 mil 200 kilómetros.
Estas mismas ordenanzas de Trump en programas de las frontera incluyen planes para contratar a cinco mil policías fronterizos más para capturar a inmigrantes, además de triplicar la cantidad de agentes de migración para deportar a quienes residen sin permiso en el país. A las ciudades santuario que reciben inmigrantes les congelará fondos federales por obstruir la aplicación de la ley.
Pero Estados Unidos suele librar sus batallas fuera de su territorio, solamente el terrorismo es una amenaza en la sala, recámaras, cocina y baños de su casa, sin embargo ahora desató sus propios demonios, y después de que baje la adrenalina del temor, veremos ríos a contracorriente de su locura en Washington, Los Ángeles, Chicago, Boston, Nueva York, San Francisco, Miami, Houston, Seattle, y más.
Por el momento, el gobernador de California, Jerry Brown, la sexta economía del mundo a junio del 2015, con un PIB de 2.5 billones de dólares, por encima de Francia, además de ser el estado más poblado de EUA se erige como un aliado de los inmigrantes.
Donald Trump va a golpear a Peña Nieto y nos seguirá agrediendo, de eso debemos estar en plena conciencia, pero NO es imbatible, ni tiene a la mayoría de su pueblo. (Esta columna se escribió horas antes de que Donald Trump diera por cancelada la reunión con Peña Nieto).
twitter: @hugopaez blog: http://hugorenepaez.blogspot.mx
facebook: https://www.facebook.com/hugopaezopinion
No hay comentarios:
Publicar un comentario