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lunes, 20 de junio de 2016

Ricardo Anaya tumba al gigante Beltrones

Hugo Páez

Aún cuando la capacidad de reconstrucción de Manlio Fabio Beltrones Rivera supera a la de cualquier otro priista, la hazaña de Ricardo Anaya Cortés el 5 de junio tiene un reconocimiento tácito con la renuncia del presidente del PRI ayer por la tarde.
Será el sobreviviente de una batalla que marca la sucesión presidencial del 2018 ya que el artífice del acercamiento de la izquierda a las candidaturas comunes, Agustín Basave Benítez, deja la continua guerra entre tribus perredistas que vuelve insoportable la dirigencia del Sol Azteca.
Dos reuniones con el presidente Enrique Peña Nieto marcaron el futuro de Manlio Fabio Beltrones Rivera al frente del PRI. El lunes 13 de junio puso a consideración su salida y el sábado pasado se acordaron los términos entre los mismos actores. Lo cierto es que no aceptará ningún cargo en el extranjero, una embajada, por ejemplo.
Como ordena el estatuto, la Secretaria General del PRI Carolina Monroy se queda a cargo del partido hasta una nueva decisión del Consejo Político, ya que la gestión de Beltrones termina formalmente en el 2018, en los linderos de la designación de la candidatura presidencial.
Cordial y amable en la primera reunión Peña Nieto - Beltrones analizaron desde la designación de candidatos, campañas y los resultados en 12 entidades con gobernador, una de alcaldes y congreso local y la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.
En cada uno de los casos se estudió el historial de los gobernadores y los negativos y positivos que aportaron al proceso electoral, entre las que destacan los escándalos de los Duarte, Javier y César en Veracruz y Chihuahua arrebatados por Miguel Ángel Yunes y Javier Corral Jurado con votación histórica.
Se tomó a consideración el impacto mediático en las campañas de elementos externos como las iniciativas de los matrimonios de personas del mismo sexo y adopción de infantes elevada a rango constitucional, la reforma fiscal, las campañas de la oposición, así como la legalización de la mariguana para uso medicinal y el aumento en la posesión de 5 a 28 gramos.
Derrota es la palabra que define la percepción generalizada del resultado. La proyección inicial de Beltrones al inicio del periodo de campañas pronosticó 9 gubernaturas para el PRI, sin embargo, la desconfianza del electorado en las encuestas previas y las de salida provocaron el engaño. Al cierre de las urnas el mismo Día “D” en el cuartel del PRI se propagó la falsa idea de victoria en 10 gubernaturas, al paso de las horas y al filo de la medianoche del 5 de junio la realidad aniquiló el ánimo: se perdieron siete gubernaturas frente al PAN, de las cuales tres fueron en alianza con el PRD: Veracruz, Durango y Quintana Roo.
El PRI y el presidente de la república tendrán que enfrentar la realidad, se juegan una importantísima decisión en el nuevo nombramiento del capitán que lleve al partido a buen puerto en las tres elecciones estatales del 2017 en el Estado de México, Nayarit y Coahuila, pero sobre todo el 2018 con la permanencia en Los Pinos del partido que entregó el poder a la oposición en el 2000.
twitter: @hugopaez  blog: http://hugorenepaez.blogspot.mx



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