Hugo Páez
El boicot es es el arma efectiva contra los empresarios basura del futbol que pretenden inducir el voto mediante el chantaje.
En esas aguas turbias nada Fidel Kuri, propietario de los Tiburones Rojos de Veracruz al deslizar la insidia que de resultar ganador Miguel Ángel Yunes Linares candidato del PAN a la gubernatura, el equipo migrará a otro estado. El voto condicionado.
El pretexto del proselitismo a favor de Héctor Yunes Landa del PRI y Javier Duarte de Ochoa es el riesgo financiero del club, la seguridad de los jugadores y de la afición.
Un escualo con hileras de dientes de más, resultó Fidel Kuri que deberá ser un caso obligado para la autoridad electoral federal, no la estatal dominada por Duarte de Ochoa.
Un sinnúmero de modalidades de boicot pueden aplicarse contra Kuri, desde evitar visitas al estadios, rechazar compras y servicios de patrocinadores de los Tiburones Rojos, manifestaciones de descontento en presentaciones del equipo y del empresario, y el repudio al chantaje electoral en redes sociales.
Imagine a las Chivas, América, Cruz Azul, Pumas, Pachuca, Tigres, Rayados, etcétera, condicionando el voto, en un país donde el futbol es más que un deporte.
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