Hugo Páez
Años de lucha del empresario Jaime Morales, activista de los derechos de los hosexuales, encontraron luz jurídica ayer en Los Pinos para alcanzar la justicia sin distingo de preferencias sexuales, y sobre todo contra la homofobia y la violencia de género, arraigada en la sociedad mexicana.
Pregunto a Morales su opinión frente a la posición de la iglesia católica que dio a esta casa el vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar Romero, responde: “El matrimonio es un contrato civil, muy diferente a la concepción de la Iglesia Católica, sin embargo soy creyente y reconozco que existen sacerdotes magníficos pero no se trata de matrimonio eclesiástico donde los homosexuales no hemos pensado, ni remotamente, en tener la bendición de la iglesia”.
“Lo que el presidente dio a conocer ayer es el reconocimiento de todas las personas por igual, ante la Constitución de México. Lo que queremos es el reconocimiento legal a nuestra dignidad como personas, ayer se culminó con un trabajo de muchos años”.
Pregunto si ve alguna agenda, digamos, de tipo electoral en esto, contesta: “Todas las decisiones políticas son de coyuntura, pero considero que en la presentación de la iniciativa hecha por el presidente en nada tuvo que ver con el tema electoral, sin embargo, el hecho de que el presidente mueva el tema, es un mensaje para los gobiernos del PRI que en los estados estuvieron reticentes a aprobar los matrimonios sin distingo de sexo, por lo tanto estaremos muy pendientes en lo que haga el Ejecutivo, su Consejero Jurídico Humberto Castillejos y la Conapred”.
Afirma Jaime Morales que México es un país totalmente discriminatorio, que su población es machista y homofóbica “Nosotros consideramos que el camino para evitar la discriminación y la violencia es en el seno familiar, ahí tenemos que enseñar lo que son los peligros de la vida”.
“En la parte educativa pretendemos que en los libros de texto gratuito se hable de la diversidad sexual, no queremos que se eduque a los infantes en el tema de si la homosexualidad es buena o no, simplemente queremos que desde muy pequeños sepan, por ejemplo, que hay familias donde el eje es una señora que trabaja y fue abandonada por un hombre, que entiendan que hay una abuela que crea las condiciones para el sostén de la familia. En concreto, que existe otra realidad de país, que solo el 46% de los hogares tienen un padre y una madre al frente”.
“Tenemos que reconocer quienes somos nosotros mismos para evitar la violencia intrafamiliar, en ese contexto exigimos el reconocimiento de las parejas homosexuales como parte de la realidad de México”, sentencia el activista que fue invitado a Los Pinos por el presidente Peña Nieto.
Que sigue Jaime, le pregunto: “Tenemos que atender cinco agendas con el Congreso: la primera es sobre los Transexuales y la conversión de género, es un trabajo complejo, delicado y controvertido; la segunda versa
en la violencia de género, en México es uno de los principales motivos de los crímenes contra homosexuales y nadie ve esto. Aquí tenemos que trabajar junto con la Procuraduría y los ministerios públicos”.
“El otro trabajo es en la educación, esto es, que lo diferente no es malo, que lo diferente es parte de ti mismo, que todos somos diferentes frente a los demás. Este es un camino largo y difícil donde la Iglesia Católica dice que sólo existe un camino, el que ellos creen que dijo Dios, por eso tienen una interpretación muy personal, muy a su conveniencia porque nunca han procreado hijos, porque nunca han amado a una mujer o a un hombre, cuando menos no oficialmente y de frente, por eso son los menos indicados para hablar de la familia, de los matrimonios, de la sociedad y de la educación de los hijos, sin embargo, tienen un poder enorme, y ese poder se basa en la ignorancia de las personas, la mayoría vive en condiciones muy precarias de vida y lo único que tienen es la fe, y el que dirige la fe en Dios es la Iglesia, desde el púlpito, y desde ahí no ayudan en nada para acabar con la violencia y con la pobreza”.
“Un punto más de la agenda es sobre la familia, aquí hablamos de políticas públicas para que en las escuelas no haya discriminación, es lo que nos toca a nosotros los activistas”.
“Y por último, los convenios internacionales que ha signado México, tenemos que exigir que se lleven a cabo. Tenemos que sumarnos a la lucha de los derechos humanos para todos, sin importar distinción ni preferencia de sexo”.
En octubre del 2014, Felipe Nájera, esposo de Jaime Morales tuvo la primera victoria de una larga lucha: inscribir en el Seguro Social a una persona homosexual como beneficiario de las prestaciones que gozan las parejas heterosexuales en la ANDA, ayer, Morales coronó en Los Pinos otra saga de años que deberá tener aceptación en el Congreso federal y los de los estados. Así se escribe la historia de los derechos humanos en México.
twitter: @hugopaez blog: http://hugorenepaez.blogspot.mx
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