Hugo Páez
El mensaje de
Ernesto Cordero es claro: gane o pierda Gustavo Madero Baja California, lo
echamos de la dirigencia del PAN cuanto antes, en una elección extraordinaria.
Es un golpe
que adelanta Felipe Calderón Hinojosa para desinflar el efecto de la victoria
que en teoría afianzaría a Madero y a su grupo en el control del partido.
Como
presidente de la mesa directiva de la Cámara de Senadores Cordero reduce el
Pacto por México a un simple acuerdo de agenda legislativa para quitarle
octanaje a la plataforma de Madero. Trata de imponer su agenda en Acción
Nacional y de paso se adelanta a todos los aspirantes a presidente del partido.
Los números
indican que hay buenas probabilidades de que el PAN mantenga la gubernatura del
Baja California, y Tijuana quede en manos del priista Jorge Astiazarán.
Son números que tomaron precisión
a medida en que se acerca el día de la elección, y son para tomar decisiones,
como lo hace Felipe Calderón vía Cordero, desde la comodidad de no tener responsabilidad
directa sobre el resultado de la elección, como la carga el líder del partido.
Es una jugada
de tres bandas que además de meter ruido a la elección, y romper el acuerdo no
escrito con el coordinador de la bancada Jorge Luis Preciado, desconcentra a un
Gustavo Madero iracundo, desbordado en frases como: “¡Son pendejadas negar el
secustro (de un candidato del PAN)”, en referencia a la declaración de Cesar
Camacho Quiroz quien dudó de la veracidad del hecho.
En otra
demostración de que es muy entrón y norteño, reventó contra su compañero de
Pacto en los micrófonos de Carmen Aristegui: “Usan el méndigo poder”.
Sometido a una
constante tensión por la violencia real y los brutales golpes mediáticos en las
campañas, Madero está en una posición vulnerable que lo hizo presa fácil de
calderonismo. A donde se voltee el paisaje es el mismo: el lunes fue el
asesinato del candidato a la alcaldía de San Dimas Durango, del Movimiento
Ciudadano, el martes la ejecución de Samuel Malpíca Uribe, ex rector de la
Universidad de Puebla, quien denunciaría al candidato del PRI a la alcaldía de la
capital, Enrique Agüera, por malos manejos en su administración como rector. La
agenda de la campaña es la agenda del terror donde Madero arriesga la
permanencia de su grupo en la dirigencia de Acción Nacional y Camacho
simplemente quiere ganar la primera gubernatura en los nuevos tiempos del PRI.
Pero por si
acaso Gustavo Madero sale victorioso de la tempestad y revitalizado con el
triunfo del bajacaliforniano Kiko Vega, Felipe Calderón y Ernesto Cordero, dos
de los principales enterradores del PAN, anticipan los funerales del maderismo.
Blog: http://hugorenepaez.blogspot.com/
twiiter: @hugopaez
correo: hugopaez@prodigy.net.mx
www.hugopaez.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario