Hugo Páez
Quienes aseguran que no hay peor desventura que llegar sin la victoria a casa, están equivocados. Levantar el desánimo del equipo de campaña, de los militantes, simpatizantes y electores indecisos, implicará un enorme esfuerzo para Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador.
El contraataque inició, la candidata del PAN retó a Enrique Peña Nieto a debatir solos, y López Obrador anunció una nueva etapa de la campaña con “su gabinete”, dos minigolpes de timón para sacudir el letargo por no haber noqueado al puntero en las encuestas, peor aún, las primeras mediciones indican que salió prácticamente ileso.
Y para colmo de males, el conteo de sus equipos de comunicación social marcan que Peña Nieto dobló la cobertura del posdebate en medios de comunicación, un paso muy importante, tanto como el mismo encuentro del domingo, al grado que algunos expertos valoran mas este deambular inmediato por radiodifusoras, televisoras y periódicos.
Vázquez Mota y López Obrador descuidaron a Gabriel Quadri sin pensar que jugaría un papel finamente insidioso como protector encubierto, agazapado en la comodidad de su aislamiento. Para la mayoría fue el triunfador, sin pensar lo que representa, ni analizar su papel de mensajero de uno de los sindicatos mas corruptos de Latinoamérica, al cual encabeza un personaje tenebroso, experto en lucrar con la fuerza magisterio-electoral en todos los estados de la república.
Se dice que Elba Esther Godillo también ganó en el debate al pasar sin ningún rasguño; no fue tema de ataques entre los candidatos, a pesar de que Josefina tenía listo un arsenal para cualquier ofensiva de Gabriel Quadri, pero no llegó el golpeteo el domingo sino al día siguiente, donde el candidato del PANAL atacó en la Universidad del Valle de México.
En su calidad de ex Secretaria de Educación Pública, correspondería a la candidata del PAN exhibir todos los males de la educación en México, ligados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Tampoco se vale tolerar y callar, y al mismo tiempo culparlo de todos los males.
Pero en el segundo aire de Josefina el objetivo principal sigue siendo, como marca la estrategia, el candidato puntero. El reto a debatir con Peña fue rechazado por uno de los coordinadores de la campaña del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín. Aseguró que por ningún motivo irían a un debate entre los dos, ya que dudaba que la panista estuviera en segundo lugar en las encuestas.
La replica de Ramírez Marín tiene el defecto de que si Josefina demuestra ubicarse en segundo lugar, en los próximos días, tendrá que buscar otro pretexto para rechazar lo que será el golpeteo constante de la candidata, y quien le haga coro en el equipo de campaña, el partido y la sociedad civil.
hugopaez@prodigy.net.mx página oficial: www.hugopaez.com
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